Arrecia la ‘Guerra de la Basura’ en todo el país
“A los niños les da cáncer y malformaciones o enfermedades a causa de los tóxicos”, denuncian
Gardenia Mendoza
gardeniamendozaaguilar@gmail.com
MÉXICO
El gobernador del céntrico estado de Morelos Graco Ramírez y su secretario de Medio Ambiente Rafael Pacchiano llegaron puntuales a la cita. Sonrientes y trajeados como en cualquier evento donde los funcionarios públicos de México promueven sus obras frente a las cámaras de televisión y sin pensar que los manifestantes irrumpirían con gritos y palabrotas.
Eran habitantes del municipio de Alpuyeca opositores a la inauguración de la planta de reciclaje de basura de la Ciudad de México y que finalmente aquel pasado de 14 de febrero no se pudo echar a andar. Ni meses después. Ni ahora.
La oposición a los basureros públicos de México se ha convertido en una de las más novedosas formas de protestas del país que hoy por hoy - ciente de manejo de basura, a pesar de que produce cada día más de 100,ooo toneladas sólo por desechos domésticos.
Esto equivalente a cerca de 37 millones de toneladas anuales de residuos sólidos urbanos vertidos cada año en rellenos sanitarios, basurales o vertederos.
Desde hace un par de años, las inconformidades han crecido de norte a sur del país con como bloqueos de carreteras (Oaxaca, Estado de México), plantones frente a los municipios (San Luis Potosí e Hidalgo) y agresiones en contra de funcionarios.
En A lpuyeca, los manifestantes se enfrentaron con guardaespaldas y no se fueron hasta después de que se canceló el evento y sugirieron trasladar el basurero a “la casa del gobernador”.
Alpeyuca se ubica en el sur de la CDMX, a unos 120 kiló- metros. Su cercanía geográ de los gobiernos morelenses habían permitido a la capital mexicana trasladar constantemente parte de su colosal volumen de residuos, hasta que los pobladores se hartaron.
“Se t r at a de ba s u r e r os abiertos que nos están afectando y en nuestra comunidad sólo hay 3,000 habitantes, no es justo”, describió Joanita Ochoa, una de las afectadas.
“He visto que a los niños de la comunidad les ha dado cáncer, han tenido malformaciones o enfermedades en la piel a causa de los tóxicos que vuelan desde el basurero. Han sido al menos de 10 casos, y hay muchos intoxicados, con alergias o malestares”.
El problema, coinciden los alpuyequenses, es que las autoridades no se llevan toda la basura para reciclarla, sino que dejan desechos de hospitales, de carnes y todo tipo de basura orgánica e inorgánica que, mezclada, emite un olor insoportable a varios kilómetros a la redonda, amén de las consecuencias en la agricultura y la pesca.
“Hace un par de años todavía podiamos ir a pescar al río para comer, ahora sólo sacamos basura. Está todo contaminado, ya no se puede lavar, usar para beber ni nadar”, advirtió Ceferino Castañeda, otro de los pobladores afectados.