Los 10 poderes de las mujeres victoriosas
La abogada Jessica Domínguez comparte en su primer libro las características y acciones que le han servido para tener éxito
Para motivar y empoderar a las latinas a ser victoriosas, la abogada Jessica Domínguez se dio a la misión de publicar un libro en el que comparte los 10 poderes que, según ella, cada mujer tiene para renovar la vida y fortalecer la fe.
“Mi inspiración para escribir y publicar ‘Mujeres Victoriosas’ fueron los resultados de las elecciones de noviembre del año pasado, que han puesto a muchas a vivir bajo el miedo… Un sentimiento que no puede aceptarse como un amigo sino como un enemigo”, dice la reconocida abogada de inmigración.
La también conocida como “El Ángel de la justicia” (por su segmento en “Despierta América” ) abre su corazón en cada página de su primer libro, publicado por ORIGEN, de Penguin Random House Grupo Editorial, para compartir la historia de “cómo Jessica Domínguez llega donde está”, tras haber inmigrado de Perú a los 14 años, haber estado por siete años sin un estatus legal, haberse esforzado al máximo para aprender el inglés y llegar a titularse de abogada.
“Ante el miedo que muchos de nuestra comunidad están experimentando con la situación actual, quise contar un poquito sobre qué significa ser madre, esposa, abogada e inmigrante indocumentada en Estados Unidos”, detalla Domínguez.
Alineada con su objetivo, la nombrada por la revista “People en Español” como una de las 25 mujeres latinas más poderosas de Estados Unidos describe a continuación los 10 poderes que a ella y a otras mujeres les han ayudado para derrotar el miedo y salir adelante.
Domínguez asegura que la mujer victoriosa es aquella que decide tomar el escudo de la fe para vencer el miedo, debido a que, “a diferencia de la esperanza, la fe sobrepasa la razón y ayuda a creer con todo el corazón”.
Una mujer victoriosa vencerá sus inseguridades al conocer y ejercer su verdadera identidad, que en gran parte está constituida por la personalidad, los dones y talentos. Y cuando se comprende con plenitud el valor de la identidad singular, la persona aprende a autoaceptarse, algo que conduce al desarrollo del amor propio.
Según Domínguez, conocer la misión o el propósito por la cual se fue creada(o) es fundamental para “enfocarse en ‘ser’ y no solo en ‘hacer’ actividades” que llenan el calendario de la vida diaria, quedando insatisfecha al final del día.
Para ser una mujer se le debe agregar “la determinación, el dinamismo y la disciplina, para permanecer constantemente enfocada y motivada en los objetivos trazados en el plan de vida, sin llegar a rendirse”.
La preparación “es la acción clave que toda persona exitosa conoce”. Para tomar el control del tiempo, a fin de poder alcanzar el máximo potencial de esa preparación, “hay que aprender a decir ‘no’ para declinar cada invitación o compromiso” que no ayuda a vivir con propósito.
De acuerdo con Domínguez, la mujer victoriosa “no anda en chismes. Evita con todas sus fuerzas hablar mal de alguien, debido a que “el chisme es como el cáncer. Por poco que sea es peligroso”.
Tras sus experiencias de vida, Domínguez ha comprobado que no existe ningún poder tan grande como el de la oración.
“La oración nos ayuda a desarrollar una relación con Dios y a sentirlo justo a nuestro lado”, dice. “La oración nos ayuda a darnos cuenta que no tenemos que hacer todo mediante nuestras fuerzas, ni llevar nuestras cargas solas”.
Para ser una mujer victoriosa hay que deshacerse del aislamiento y la desconexión.
“Todos necesitamos personas que estén a nuestro lado para ayudarnos a levantarnos en tiempos difíciles. No necesitamos garrapatas en nuestras vidas, pero sí necesitamos formar conexiones saludables con las personas correctas”.
Una actitud de gratitud, dice Domínguez, es un antídoto inmediato para rechazar pensamientos y sentimientos que obligan a vivir dentro del sentimiento de la insatisfacción.
“Numerosos estudios científicos han demostrado que una actitud de gratitud conduce a vivir de manera más saludable y alcanzar momentos de felicidad”.
Para Domínguez, el poder de la renovación está compuesto por varios minipoderes “que protegen contra el dañino y constante agotamiento al tratar de ser a toda hora la ‘mujer maravilla’” .
Entre estos minipoderes se encuentran: reorientar la mente para dejar los pensamientos negativos sobre sí misma atrás; callar la diario los pensamientos por unos pocos segundos para meditar u orar; rodearse de amigos de calidad; respetarse a sí misma y evaluar en cada cumpleaños el plan trazado para cada faceta de
la vida.