LA TRAMPA DE TRUMP SOBRE DACA
El gran debate en el Senado sobre inmigración y DACA fue el gran fracaso para hacer cambios positivos a lo más urgente. El estancamiento es un triunfo para la AdministraciónTrump y la línea más dura del ala Republicana.
Para ellos, son dispensables los cerca de 800,000 personas que el presidente Donald Trump puso en septiembre al borde de la deportación. Los beneficiarios de DACA sirven para negociar por cambios drásticos a las leyes de inmigración que de por sí solos no podrían pasar el Congreso por su extremismo.
Si no se logra el cometido, tal como ocurrió hace unos días, no hay problema. La agresiva política de deportaciones continúa sin inconvenientes, no tienen que dar cuentas a la base política nacionalista más antiinmigrante por una “amnistía” de indocumentados y mucho menos preocuparse de que en un futuro habrá cientos de miles de votantes nuevos respaldando a los demócratas.
La oferta de la Casa Blanca de elevar la cifra de “soñadores”
Justicia
a 1.8 millones y de darles un camino a la ciudadanía, fue muy controversial para varios republicanos. Pero el propósito de tanta “generosidad” era colocar a los demócratas como los extremistas que ni siquiera aceptan regularizar la situación migratoria de más menores que fueron traídos al país por sus padres indocumentados.
La propuesta de Trump fue una trampa que se consumó cuando el mandatario dijo que iba a vetar cualquier otra medida que no fuese la suya. Al final obtuvo solo 39 votos a su favor, el menor respaldo entre todas las puestas a votación.
No se puede esperar nada de la Cámara de Representantes que considera perder su tiempo aprobando una medida tan recalcitrante que no tiene futuro alguno.
Dos fallos de jueces federal de distrito son los únicos que protegen hoy a los soñadores de la deportación. La Administración Trump, acostumbrada a perder en Tribunales de Apelación, recurrió directamente a la Suprema Corte de Justicia para que intervenga cuanto antes.
La Casa Blanca apuesta que la tendencia conservadora del Alto Tribunal lo la respalde. Eso no está claro. Los jueces ya se reunieron una vez y pueden decidir esta semana su rumbo entre varias opciones.
Cerca del 80% de los estadounidenses respaldan la regularización migratoria de los beneficiarios de DACA. Las mismas encuestas muestran que hay entre 40% y 45% de republicanos que están de acuerdo.
Es reprobable que el futuro de estos jóvenes esté en manos de los legisladores más intransigentes del Congreso. Los ideólogos y los populistas capturaron el tema migratorio atribuyéndose una representación que no existe.
La esperanza de los soñadores está hoy en los tribunales, como en otros momentos de la historia en que el rencor de los políticos impedía actuar con justicia.l