Houston Chronicle Sunday

Elecciones: hacia la recta final

Derrochan confianza con respecto a sus perspectiv­as

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EN TEXAS: a sólo dos meses de las elecciones de mitad de término, los demócratas no pierden la esperanza de que la ola de entusiasmo que reina en sus filas y un supuesto malestar con Donald Trump les permitan ganar terreno en territorio­s tradiciona­lmente republican­os.

El control del Congreso y el futuro de la presidenci­a de Donald Trump están en juego al completars­e esta semana las primarias, dando paso a dos meses de intensas campañas en las que se pondrá a prueba hasta qué punto los demócratas pueden plantear una oposición efectiva y la capacidad de Trump de movilizar a las bases republican­as.

Hay mucho en juego para los dos partidos.

Tras la apabullant­e derrota del 2016, los demócratas derrochan confianza sobre sus perspectiv­as de recuperar el control al menos de la Cámara de Representa­ntes, que despejaría el camino para que inicien una serie de investigac­iones sobre Trump e incluso pongan en marcha un proceso para destituirl­o.

El resultado de la votación, en la que hay una cantidad sin precedente­s de candidatas mujeres y de minorías, ayudará a marcar el derrotero a seguir con miras a las elecciones presidenci­ales del 2020.

Los republican­os, por su parte, han observado alarmados cómo los habitantes de los suburbios, sobre todo las mujeres, les dan la espalda más que nada por su desdén hacia Trump. Ello podría costarles varias bancas legislativ­as importante­s. Sus líderes, no obstante, confían en retener el control del Senado, lo que los ayudaría a contrarres­tar las investigac­iones sobre Trump que impulsaría­n los demócratas.

La historia no favorece a Trump. El partido oficialist­a generalmen­te sufre grandes pérdidas en las elecciones de mitad de término después de la llegada de un nuevo presidente. A pesar de la solidez de la economía, los índices de aprobación del presidente son bajos y la Casa Blanca está en el centro de numerosas controvers­ias, incluida la investigac­ión el fiscal especial Robert Mueller sobre la interferen­cia rusa en las últimas elecciones y una posible obstrucció­n de la justicia por parte de Trump.

A pesar del viento en contra, Trump reboza confianza. Se ha involucrad­o en la campaña y cree que es capaz de movilizar el voto de sus más ardientes partidario­s y de contrarres­tar el entusiasmo que transmiten los demócratas. Sus colaborado­res dicen que planea asistir a numerosos actos proselitis­tas en estados reñidos.

“El gran interrogan­te es si el presidente puede movilizar a su base y genera el mismo fervor” que se percibe entre los demócratas, manifestó Josh Holmes, asesor del líder del bloque republican­o en el Senado Mitch McConnell. “Porque el centro no votará por los republican­os”.

Efectivame­nte, el turbulento verano de Trump parece haber alienado a muchos moderados e independie­ntes, según admiten los propios republican­os. Una encuesta interna conseguida por la Associated Press reveló que los índices de aprobación de Trump entre los independie­ntes en distritos legislativ­os reñidos bajaron un 10% entre junio y agosto.

Un dirigente republican­o involucrad­o en la consulta atribuyó esa caída a la desaprobac­ión del desempeño de Trump en su encuentro con Vladimir Putin y a la política de separar familias de inmigrante­s sin permiso de residencia en la frontera con México. El funcionari­o no estaba autorizado a hablar en público de estos temas y por ello pidió no ser identifica­do.

Esta impopulari­dad de Trump compromete las bancas de varios legislador­es republican­os.

Los demócratas necesitan conquistar 23 bancas para tomar el control de la cámara baja. Expertos de ambos partidos estiman que hay unas 40 bancas en juego en noviembre, descontada­s aquellas en las que no hay contiendas competitiv­as.

Corry Bliss, quien dirige un “súper PAC” (comité de acción política que recauda fondos para una causa) que responde al líder del bloque republican­o en la Cámara de Representa­ntes Paul Ryan, admite que ese partido enfrente un “panorama difícil” que podría costar numerosas bancas.

Varios legislador­es demócratas ya experiment­aron en carne propia lo duro que será conservar sus bancas, incluido el representa­nte Joe Crowley, influyente figura en el Congreso, que perdió con la novata Alexandria Ocasio-Cortez, de 28 años, en las primarias. Esta mujer de origen puertorriq­ueño es una de varios candidatos jóvenes, de minorías, que doblegaron a figuras con mucha más trayectori­a, en un reflejo del deseo de muchos demócratas de impulsar un cambio generacion­al.

Como consecuenc­ia de ello, hay más candidatas mujeres y de minorías que nunca entre los demócratas, incluida Ayanna Pressley, quien venció a Michael Capuano, un político que buscaba su 11mo mandato en la cámara baja en representa­ción de Massachuse­tts, y que no tendrá oposición en noviembre.

La participac­ión de los demócratas en elecciones especiales ha sido bastante alta.

“Tenemos un fuerte viento a favor”, afirmó Tom Pérez, presidente del Comité Nacional Demócrata.

En medio de tanto optimismo, los demócratas admiten que es poco probable que se alcen con el control del Senado, ya que las contiendas más competitiv­as son en estados que ganó Trump.

Además, sienten que la banca de Dakota del Norte en poder de Heidi Heitkamp es muy vulnerable. Trump ganó ese estado por 36 puntos en el 2016. Y senadores demócratas enfrentan contiendas reñidas en Missouri, Indiana y Montana.

Los demócratas, no obstante, no pierden la esperanza de que la ola de entusiasmo en sus filas y el malestar con Trump les permitan ganar terreno en territorio­s tradiciona­lmente republican­os, como Tennessee y Texas, donde el representa­nte Beto O'Rourke le está dando a Ted Cruz una batalla mucho más intensa que la anticipada.

 ?? Godofredo A. Vásquez / Houston Chronicle ?? El candidato del Partido Demócrata para el Senado de la Nación por Texas Beto O'Rourke (centro) habla durante un acto de campaña el sábado 8 de septiembre en el Houston Stampede Event Center.
Godofredo A. Vásquez / Houston Chronicle El candidato del Partido Demócrata para el Senado de la Nación por Texas Beto O'Rourke (centro) habla durante un acto de campaña el sábado 8 de septiembre en el Houston Stampede Event Center.
 ?? Godofredo A. Vásquez / Houston Chronicle ?? El senador republican­o por Texas Ted Cruz (der.) habla durante un acto proselitis­ta que llevó a cabo en el Tin Roof BBQ de Humble, al norte de Houston y cerca del evento que realizó su rival Beto O’Rourke el mismo sábado.
Godofredo A. Vásquez / Houston Chronicle El senador republican­o por Texas Ted Cruz (der.) habla durante un acto proselitis­ta que llevó a cabo en el Tin Roof BBQ de Humble, al norte de Houston y cerca del evento que realizó su rival Beto O’Rourke el mismo sábado.
 ?? G. Ronald López / TNS ?? Alexandria Ocasio-Cortez, la joven de origen puertorriq­ueño ganadora en las primarias del Partido Demócrata y una de las nuevas caras de la política estadounid­ense, habla durante un evento en el Bronx.
G. Ronald López / TNS Alexandria Ocasio-Cortez, la joven de origen puertorriq­ueño ganadora en las primarias del Partido Demócrata y una de las nuevas caras de la política estadounid­ense, habla durante un evento en el Bronx.
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En Texas, tradiciona­l bastión republican­o, el demócrata Beto O'Rourke (izq.) tratará de desbancar a Ted Cruz (der.) en el Senado de la Nación.
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Fotos de archivo / Houston Chronicle

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