Tokio toma el relevo con sus propios retos
La capital japonesa quiere limpiar su imagen tras tropiezos iniciales
Tokio ha tomado el relevo de Río de Janeiro como ciudad que acogerá los próximos Juegos Olímpicos dentro de cuatro años, en los que la capital nipona deberá dejar atrás los numerosos baches que la organización ha afrontado hasta ahora.
Japón entra en la fase decisiva de su puesta a punto para el evento, y lo hace con una ilusión y un espíritu olímpico renovados después de que los atletas nipones cuajaran una brillante actuación en Brasil, donde lograron 12 oros, muy cerca del objetivo (14) que se marcó el país.
Tras la ceremonia de clausura en el estadio Maracaná, a la que asistieron el primer ministro nipón, Shinzo Abe, y la gobernadora de Tokio, Yu- riko Koike, entre otras autoridades, la bandera olímpica comenzó su viaje a Japón.
Con todas l as miradas puestas ya en Tokio, la organización tiene la misión de hacer olvidar el escándalo de los supuestos sobornos para la elección de la ciudad como sede olímpica y los controvertidos cambios de sus principales símbolos.
En julio de 2015, la organización desechó el proyecto original del nuevo estadio olímpico, diseñado por la arquitecta anglo-iraquí Zaha Hadid, tras las críticas recibidas debido a su magnitud y coste excesivo, que duplicó el presupuesto previsto.
Dos meses después, el comité anunció que también descartaba el logotipo que había elegido para Tokio 2020 tras las acusaciones de plagio a su diseñador.
Ambos casos generaron un aluvión de críticas y la dimisión de altos cargos del comité organizador y del gobierno nipón después de un cruce de acusaciones sobre quién tenía la responsabilidad de los escándalos.
Koike ha llegado al cargo con las promesas de promover la transparencia y de poner punto y final a la sucesión de borrones que han manchado la reputación del gobierno y que también han salpicado a la organización de Tokio 2020.
Y es que el proceso de elección está siendo investigado por la fiscalía francesa, tras descubrirse unos pagos por valor de unos $2 millones presuntamente realizados por el entorno de la candidatura de Tokio a una cuenta opaca vinculada al Comité Olímpico Internacional. Las autoridades niponas se centran ya en avanzar la construcción de las nuevas instalaciones deportivas e infraestructuras para los Juegos de 2020, obras que se llevan a cabo junto a las de avenidas, rascacielos, hoteles y centros comerciales, entre otras que mostrarán un rostro aún más moderno de la capital japonesa. A estas tareas se sumarán también las de habilitación de las sedes para las cinco nuevas disciplinas que se incluirán en Tokio 2020: béisbol/sóftbol, surfeo, escalada deportiva, karate y patineta (skateboarding). Las nuevas disciplinas convertirán a los Juegos de Tokio en “los más innovadores de la historia”, según el Comité Organizador.