El lado feminista de la Casa Blanca
Quedamos para hablar con Michelle Pfeiffer sobre The First Lady (Movistar+, desde el 28 de abril), la serie sobre tres primeras damas de los EEUU... pero no apareció. Da igual, tienes que verla sí o sí
Mi punto de vista sobre las primeras damas ha cambiado mucho después de ver las otras historias y ponerme yo misma en la piel de Eleanor. Sus experiencias fueron muy diferentes en algunos aspectos, pero muy iguales en otros.Todavía se trata de un trabajo muy ingrato y creo que, en cierto modo, cualquiera que haya sobrevivido a él ya es una heroína”. Quien habla así es la actriz Gillian Anderson, una de las tres protagonistas de The First Lady, la nueva serie de Showtime que Movistar+ estrenará el 28 de abril y que cuenta las historias de tres primeras damas de los EEUU en tres épocas distintas. A Anderson, que interpreta a Eleanor Roosevelt (1933-1949), la acompañan otras dos megaestrellas: Michelle Pfeiffer en la piel de Betty Ford (1974-1977) y Viola Davis en la de Michelle Obama (20092017). Con esta última empieza el primer capítulo de la serie, mientras la pintora Amy Sherald la inmortaliza en el retrato que cuelga en la National Portrait Gallery. La señora Obama le pregunta a la artista por qué no se ha ofrecido también a pintar al presidente, a lo que esta contesta: “No quiero pintar solo al funcionario. Me interesa lo real”. Toda una declaración de intenciones sobre lo que vendrá después, ya que, en todos los casos, la serie ‘pinta’, por encima de todo, la renuncia que supuso para ellas acompañar a sus maridos en su camino (antes y durante) a la Casa Blanca. Lejos de endiosarlas, saca a la luz su lado más humano, haciendo hincapié en sus hándicaps: la feminidad (o falta de ella) de Eleanor, la supuesta adicción de Betty o el racismo, que persiguió a Michelle durante la era Obama. El elenco es impecable, una especie de The Crown presidencial. No en vano, las primeras damas son en realidad lo más parecido a una soberana que tiene la sociedad estadounidense. Lo que no se plantea abiertamente, pero sí podría ayudar a debatir el planteamiento de la serie, es si esta supeditación femenina sigue teniendo sentido en el siglo XXI. Solo por eso ya merece la pena verla.
*Si quieres saber algo más sobre otras First Ladies, ve a la página 126.
El elenco es impecable, una especie de ‘The Crown’ presidencial. No en vano, las primeras damas son lo más parecido a una soberana que tiene EEUU