Érase una vez, antes de Nadal
Antes de entrar en materia, habrás observado que la cabecera de Esquire de este número poco o nada tiene que ver con la que estás acostumbrado a ver. Tampoco lo era su periodicidad, que desde marzo de 1978 hasta julio de 1979 se convirtió en quincenal (de ahí el apellido
‘Fortnightly’ que ves bajo la cabecera). El experimento fue un fracaso, todo sea dicho, y volvió a su ser original: visitar los kioscos una vez al mes. Anécdotas aparte, no demasiados deportistas han ocupado la portada de Esquire USA a lo largo de su historia, y aún menos deportistas extranjeros. Pero es que el tenista argentino Guillermo Vilas era por aquel entonces una de las mayores estrellas del mundo y el mejor tenista sobre la Tierra. Si hasta era zurdo, igual que nuestro Rafa Nadal. Y se movía como pez en el agua en la tierra batida, como el mallorquín. El año anterior, 1977, fue el mejor año de su vida: ganó 16 torneos (récord absoluto en un año, aún vigente, incluyendo Roland Garros y el US Open), con 130 victorias (también récord absoluto y también vigente). Esquire USA le dedicó un extenso reportaje titulado: “Vilas tries harder”
(algo así como “Vilas intenta el no va más”), donde se exponen sus objetivos para ese año: ganar Roland Garros, Wimbledon y el US Open y completar el Grand Slam, puesto que ya había ganado en ese momento el Abierto de Australia. Un reto mayúsculo que, sin embargo, no se cumplió. Solo pudo alcanzar la final en París, en la que perdió con otro tipo bastante conocido, Bjorn Börg. Ah, y una anécdota final: a pesar de todos esos récords, Vilas nunca consiguió ser número 1 del mundo, al menos de forma oficial. De hecho, llegó a estar en una ocasión ¡83 semanas seguidas! como número 2, sin alcanzar nunca la cima. También récord absoluto y, sí, vigente también.