¡Tiembla, Tesla!
La marca sueca Polestar aterriza en el mercado español con una berlina eléctrica al estilo Model 3, pero con un interior más cuidado con el que quiere posicionarse en el mercado prémium
Nos citan para la puesta de largo de la marca en un espacio diáfano, de paredes blancas y aspecto sobrio, en el que el Polestar 2, su primer lanzamiento en nuestro país, es el protagonista. Junto a él, una decena de jóvenes vestidos de negro con el logo corporativo en blanco preparados para atender cualquier pregunta. No todos los días se asiste al nacimiento de una marca, por lo que el ambiente es de ocasión especial. Se trata de un nuevo fabricante sueco (avalado por Volvo y su partner chino Geely), que tiene previsto lanzar un vehículo eléctrico al año (el de 2023, el 3, será el primer SUV eléctrico de la compañía). Las primeras unidades del Polestar 2 (desde 47.190 €) empezarán a verse por nuestras calles en septiembre, que es cuando se harán las primeras entregas.Ya se pueden hacer pedidos online y pronto también en los Polestar Spaces, pequeños showroom que estarán en el centro de algunas ciudades (Madrid, Barcelona y Valencia serán las primeras), donde los clientes de la marca podrán ir a ver el coche, probarlo y preguntar lo que necesiten. Un concepto –alejarse del concesionario tradicional– que comparte con Tesla.
El Polestar 2 es una berlina media (4,60 metros de largo) con un perfil cupé elegante, que respira cierta deportividad gracias a sus llantas de 19 pulgadas de serie, sus pinzas de freno Brembo y los discos de freno perforados en cruz, disponibles en el nivel de equipamiento top, que denominan Performance Pack. Esto y el cristal panorámico que cubre todo el techo le dan un aspecto tan atractivo que nos convierte en el centro de las miradas (en la versión más equipada está disponible además en negro brillante) en la primera vuelta que damos con el coche. Pero su verdadero as en la manga está en su interior, estudiado al detalle para que el conductor tenga una experiencia prémium, con materiales agradables al tacto (asientos de napa vegana opcionales), un volante con el tamaño perfecto y detalles en madera y plásticos brillantes. Nada que ver con los interiores austeros de los coches de Musk. Además, en este caso, se agradecen algunos mandos ‘analógicos’ de los que da gusto tocar, para subir el volumen de la radio por ejemplo. Y una baza aún más importante: este coche estrena a nivel mundial el Android Automotive (no confundir con la app Android Auto), el sistema operativo desarrollado por Google para el mundo del automóvil con el que gestionar y personalizar cualquier herramienta tecnológica del coche.