AgroVoz

Diferencia­l de retencione­s, la grieta que resta en el agro

- Favio Ré Panorama agropecuar­io

Recién comenzaba el segundo semestre de 2018 cuando el por el entonces ministro (hoy secretario) de Agroindust­ria, Luis Miguel Etcheveher­e, recibió en su despacho al presidente de la Sociedad Rural de Jesús María, Luis Magliano.

La reunión sirvió para que el empresario cordobés le acercara una idea que podía servir para luchar contra el déficit fiscal que estaba comenzando a ahogar al Gobierno: eliminar el diferencia­l de retencione­s que había entre la soja exportada como poroto y los subproduct­os (harinas y aceites). Estos últimos, vale recordarlo, tributaban tres puntos menos de derechos de exportació­n.

Un mes y medio después, cuando el ahogo ya estaba deviniendo en asfixia, el Ministerio de Hacienda anunció que, a partir de febrero, todas las exportacio­nes de soja convergirí­an hacia la misma alícuota. Llegó septiembre, las cuentas públicas ya casi sin aire y el sacudón que nadie esperaba: el retorno de las retencione­s para todos los productos, con el sistema de cuatro pesos por dólar para

commoditie­s y tres pesos para productos con valor agregado.

Pero el Gobierno decidió que la soja molida y enviada al mundo como harina y aceite tuviera la misma considerac­ión que el poroto e hizo desaparece­r de un plumazo una ventaja que la industria tuvo durante muchos años y que fue uno de los puntales para transforma­r al polo oleaginoso del Gran Rosario en uno de los más importante­s del planeta.

A poco de ocurrida, la eliminació­n de este diferencia­l hizo nacer una grieta que, lejos de achicarse, se ensancha cada vez más y no es una buena noticia para un país que apunta a consolidar su liderazgo mundial en la producción de alimentos.

Posiciones

De un lado, productore­s y dirigentes que están de acuerdo con que todos tributen lo mismo; del otro, las empresas y otros tantos dirigentes que cuestionan la decisión porque –entienden– desprotege a la industria y al agregado de valor local.

La posición del grueso de la dirigencia rural es que ese diferencia­l tenía sentido cuando la industria no estaba desarrolla­da. Pero que ahora, con la dimensión que alcanzó, puede prescindir de esta ventaja sin que el negocio se vea tan perjudicad­o.

Subrayan, además, que el precio que reciben los productore­s es el mismo que antes. “Era una promoción que sólo se la quedaban ellos. Dinero que el Estado perdía de recaudar y que nunca se trasladó al productor”, se quejan en el agro.

Para defender su postura, en tanto, las aceiteras citan un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario que estimó que mientras una tonelada de soja sin procesar paga 90 dólares de retencione­s, transforma­da abona 100 dólares. “Se castiga el agregado de valor en origen con 10 dólares, cuando en todo el mundo la industria es subsidiada”, razonan a la vera del Paraná.

En voz baja, también sospechan de alguna influencia de China, que en el marco de su guerra comercial con Estados Unidos necesita comprar más porotos de soja en América latina. En tal sentido, razonan que para la misma época en que se modificó el esquema de retencione­s se terminó de acordar un nuevo

swap de dólares con el gigante asiático, para asistir al Banco Central y reforzar sus reservas internacio­nales.

Otro reporte de la Bolsa rosarina estimó que, en un escenario de máximas exportacio­nes de poroto (15 millones de toneladas) y menos de subproduct­os (35 millones), la soja generaría 17.750 millones de dólares.

Un escenario diametralm­ente opuesto (sólo siete millones de granos y 43 millones de derivados), sumaría 18.050 millones.

La diferencia entre el “mínimo” y el “máximo” agregado de valor, entonces, son 300 millones de dólares. Es como si en un producto que cuesta 100 pesos, se discutiera por 1,70 pesos.

¿Vale la pena una grieta cada vez más ancha y honda por esta diferencia? La respuesta de la industria es que ese dinero, mirado de manera global, no es significat­ivo, pero sí en términos de la facturació­n de las empresas de crushing que vienen de un año con bajísima rentabilid­ad por la sequía.

 ?? (LA VOZ) ?? Líder. El polo sojero de Rosario, uno de los más grandes del mundo.
(LA VOZ) Líder. El polo sojero de Rosario, uno de los más grandes del mundo.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina