Un “acuerdo” que tendrá un alto precio
Se realizó el lanzamiento de la App CheqTambo, desarrollada conjuntamente por profesionales de la Facultad de Ciencias Agropecuarias UNC, el Inta, y la empresa BIT S.A.
Por tratarse de una aplicación de libre disponibilidad, se puede descargar gratuitamente tanto para uso en computadoras como en celulares.
En el caso de nuestra provincia, por estar incorporadas al programa de BPAs, utilizando esta herramienta los productores cordobeses podrán certificar buenas prácticas.
Desde la App se generará un código que será enviado automáticamente al organismo correspondiente para ser reconocido por el programa provincial. Los productores del resto del país obtendrán un panorama claro del funcionamiento de sus establecimientos.
Cheqtambo, además de relevar las buenas prácticas implementadas en un establecimiento, permitirá establecer acciones de mejora, ya que se trata de una herramienta de autogestión.
La Ingeniera Agrónoma (Mgter.) Verónica Aimar explica que la aplicación se basa en una guía de buenas prácticas realizada anteriormente, en la que se consensuaron 121 prácticas mínimas para un tambo. Algunas están referidas a ordeño, higiene, sanidad animal, alimentación, bienestar animal, ambiente y condiciones del trabajo y de los trabajadores, entre otras.
Con la finalidad de facilitar el trabajo de productores y asesores, se clasificaron las buenas prácticas en diferentes categorías, desde la 1, que es una buena práctica con alto impacto en el proceso y con baja inversión, hasta la clase o categoría 3 con un alto costo. Esto ayuda a tomar decisiones en el establecimiento, ya que a la hora de comenzar se hace por las de alto impacto y menor inversión.
Aimar reconoce que “a veces cambiar la forma de trabajar cuesta más que invertir, porque lleva tiempo la capacitación”, pero insiste en que esta clasificación facilita la toma de decisiones.
El responsable del relevamiento hace las observaciones a campo de las buenas prácticas y carga los datos. Finalizado el chequeo y la carga, la aplicación brinda una serie de resultados, con gráficos que muestran el cumplimiento o no de los objetivos.
También da resultados por áreas del tambo con gráficos con el nivel de cumplimiento de cada una de las prácticas, permitiendo así conocer de manera más fácil y rápida las áreas fortalecidas y aquellas sobre las que hay que trabajar.
El Decano de la FCA-UNC, Ingeniero Agrónomo Juan Marcelo Conrero, manifestó su orgullo de que la institución sea parte de este desarrollo y resaltó la posibilidad de hacer un uso eficiente del recurso público y aportar a la creación de innovaciones que sean útiles al sector productivo. “Esto demuestra que la vinculación público privada es sumamente importante para lograr avances efectivos y aplicados. Estamos generando aportes sustanciales en diferentes ámbitos y esto es un ejemplo de ello, que nos ayuda a seguir produciendo cambios y a colaborar con el desarrollo del sector productivo que, tanto lo necesita”.
El daño es enorme, desproporcionado, no guarda relación con el objetivo buscado. Pagarán un alto precio los frigoríficos grandes, especializados en la venta al exterior, los frigoríficos prestadores del servicio de faena y desposte para terceros, y los matarifes-exportadores.
También padecerán sus consecuencias los criadores (afectados por la caída del precio de la vaca), los invernadores de novillo no Hilton, los trabajadores de carne, que con las exportaciones reducidas a la mitad, o perderán el empleo estable o verán reducidos sus ingresos.
Da la impresión de que los que negociaron con el Gobierno y firmaron este acuerdo (imposición) no eran conscientes del daño que causaría en toda la cadena de la carne. “Se hizo para evitar males mayores”, es la defensa esgrimida.
Perderá también el Estado, que resignará un ingreso de divisas por mil millones de dólares anuales, y perderá también recaudación por retenciones.
De cumplirse este “acuerdo” (habrá que ver la resistencia de los productores) se volcarán al mercado interno todos los meses unas 30 mil toneladas adicionales de carne de vaca vieja y novillo, que no cubren las exigencias de los consumidores, pero que algún daño harán.
No sería extraño que en los próximos días se revise este acuerdo, cuando autoridades e integrantes de la cadena de la carne vayan tomando conciencia del estrago.
¿Y los precios?
La cotización del novillito (entre 300 a 390 kilos) en el Mercado de Liniers, expresado en moneda constante (por el índice de precio al consumidor), se ubica hoy apenas por debajo del valor más alto de los últimos 33 años.
Su valor está 37 por ciento encima del promedio de los años 20052020.
En esta serie, el precio real actual casi iguala al que era hasta hace poco el máximo del período 20052020: unos 201 pesos por kilo vivo, a valores de hoy, logrado en marzo de 2011.
Fue después del proceso de depredación de la ganadería argentina, que se cargó 10 millones de cabezas.
Nueve meses después de haber logrado dicho ese valor histórico en 2011, el precio real del novillito había caído un 19 por ciento.
Se trata de precios excepcionales y difíciles de sostener en el tiempo.
Entre noviembre de 2020 y el mes pasado, momento en que el Gobierno nacional “limita la exportación de vaca conserva a los efectos de hacer bajar el precio de los cortes de novillitos y vaquillonas al mostrador”, el precio de la hacienda liviana de consumo subió siete meses consecutivos, por encima de la inflación.
A moneda constante, los precios del novillito resultan hoy un 27 por ciento más altos que en noviembre del 2020.
Debe observarse que de los últimos 16 años, en 11 oportunidades el precio real del novillito bajó en julio en relación a junio, y en las cinco oportunidades restantes subió.
El sostenimiento de los actuales precios reales de la hacienda liviana depende en gran medida de la oferta de los feedlots, que están este año de modo permanente con una ocupación del orden del 10 al 15 por ciento por debajo del año anterior. Pese a que se registra una oferta abundante –a menores precios relativos– de pollo (48 kilos) y cerdo (17 kilos), el precio de la carne vacuna presenta una resistencia a la baja.
A medida que la disponibilidad de carne vacuna disminuye, encuentra franjas de consumidores más resistentes a bajar la ingesta por debajo de los 45 kilos per capita.
Es muy probable, al menos en el corto plazo, que una eventual baja del precio de la hacienda liviana sea aprovechada por el comercio minorista para recomponer márgenes de utilidad, y que la baja no se traslade al mostrador.
En el corto plazo, una eventual baja en el precio de la hacienda podría ser aprovechada por el canal minorista para recomponer márgenes.