Soja. La de primera tuvo una rentabilidad del 31%
La oleaginosa revirtió los números de la campaña pasada y obtuvo una ganancia de hasta 269 dólares por hectárea.
La soja cerró la campaña 2020/2021 en la provincia con números positivos y de esta forma logro revertir los márgenes obtenidos en la campaña anterior.
Según un estudio de la Bolsa de Cereales de Córdoba, la oleaginosa aportó en la última campaña una tasa de rentabilidad promedio del 31,6 por ciento para un planteo de primera, y del 22,5 por ciento para una que fue sembrada por encima del trigo.
En planteos de primera, el grano concluyó con un resultado económico promedio en el territorio cordobés de 206 dólares por hectárea, mientras que en la secuencia con cultivos invernales se ubicó en 158 dólares.
De acuerdo con los datos de la entidad bursátil, en el caso de la soja de primera hubo un giro de 180 grados con respecto al año pasado, cuando la oleaginosa había cerrado la campaña con una rentabilidad negativa del 0,4 por ciento.
Los factores que dieron vuelta la ecuación económica fueron dos: la productividad que terminó siendo un seis por ciento mayor, debido a que la incidencia del fenómeno La Niña no fue tan alta como se esperaba; pero fundamentalmente la recuperación de las cotizaciones en el mercado de Chicago, más allá de la caída de los últimos días.
En concreto, el precio actual es un 61 por ciento más elevado que el de la campaña pasada, según la Bolsa cordobesa.
Ganancia
Este doble efecto positivo llevó a los ingresos totales generados por el poroto a un nivel de 1.224 dólares por hectárea.
Si se descuentan los costos directos, que se incrementaron seis por ciento y los comerciales, que subieron 10 por ciento, más el gasto del arrendamiento y los impuestos, el resultado final es de casi 207 dólares. Implica una rentabilidad del 31,6 por ciento sobre el capital invertido, según los números de la Bolsa.
En cuanto a la combinación trigosoja, los buenos resultados de la oleaginosa permitieron salvar una temporada para el olvido del cereal.
El trigo acabó la campaña con un rinde promedio de apenas 18,6 quintales por hectárea, 38 por ciento por debajo del año pasado. Y si bien la mejora de productividad de la soja de segunda fue de sólo cuatro por ciento, de la mano del alto nivel de precios, la rentabilidad mejoró 22,5 por ciento: 17 puntos porcentuales por encima del ciclo 2019/20.
El resultado económico, en tanto, se estima en 157,7 dólares por hectárea, cuando un año atrás fue de apenas 30,3 dólares por hectárea.
Por lugares
En las secuencias con soja de primera, los departamentos que presentaron los mejores resultados fueron San Justo (252 dólares por hectárea) y Marcos Juárez (244). Les siguen Unión (236), Río Cuarto (231) y Juárez Celman (222).
Sin embargo, las otras regiones del sur provincial (Presidente Roque Sáenz Peña y General Roca) mostraron los peores indicadores, junto a Calamuchita y Tulumba.
En lo que respecta a la implantación combinada con trigo, se observan resultados económicos negativos en un sólo departamento: Calamuchita, con una pérdida de 36 dólares por hectárea. Luego, Tulumba y Río Primero tuvieron también un desempeño bajo: 11 dólares y 12 dólares, respectivamente. Del otro lado, los mejores resultados se dieron en Totoral (269), Marcos Juárez (249) y Unión (236).
“Si bien los departamentos del este provincial presentaron mejores rendimientos de soja, no alcanzan a compensar la diferencia en el costo del arrendamiento, especialmente en una campaña donde este costo se ha elevado”, concluyó la Bolsa.
A nivel nacional, y según la Bolsa de Comercio de Rosario, sólo restan lotes aislados por cosechar en el sur de la región pampeana.
La oleaginosa 2020/2021 se desarrolló en una campaña que fue duramente marcada por una intransigente falta de agua al principio y al final del ciclo.
Según la Guía Estratégica para el Agro (GEA), el rinde nacional terminaría casi tres quintales por debajo de la media de los últimos cinco años que fue de 30,5 quintales por hectárea. El impacto en área no cosechada ha sido por demás de elocuente con 700 mil ha malogradas. En general se trataron de lotes de soja de segunda. En total, la GEA prevé una cosecha a escala nacional de 45 millones de toneladas.
Los números positivos del cultivo contrastan con los obtenidos el año pasado, cuando la rentabilidad fue negativa.