Malezas. Se combaten con ingenio cordobés
Un productor de Carnerillo creó una máquina que corta los “yuyos” y permite reemplazar aplicaciones posemergentes.
La problemática de las malezas tolerantes y resistentes es cada vez más grande, y por eso su solución demanda un enfoque integral y que vaya más allá de los tratamientos químicos.
Con esa premisa, un productor cordobés diseñó una maquinaria que se enfoca en otro tipo de abordaje: se denomina Weedcutter y, como su nombre en inglés lo indica, funciona como una cortadora de malezas.
“Es una herramienta que permite realizar un control mecánico sin realizar remoción del suelo. Básicamente, consiste en una desmalezadora de precisión para siembra directa que permite ingresar a un cultivo ya implantado y cortar las malezas, ajustando, incluso, la altura de corte”, explicó Ezequiel Cola, integrante del Grupo Crea Carnerillo.
Esta innovación fue uno de los proyectos destacados en la edición 2020 de CREALab, el programa de incubación que lleva adelante el Movimiento Crea.
Según Cola, “la idea surgió durante los ensayos realizados en el marco del Proyecto Malezas, al ver la cantidad de estrategias químicas y sistémicas que se ponían en juego”, oportunidad en la que advirtió que “faltaba una herramienta mecánica que no hiciera remoción del suelo para poder controlar los escapes”.
Citó al respecto el caso de Amaranthus Palmeri (yuyo colorado), que produce una gran cantidad de semillas, y por eso el escape de unas pocas plantas puede ser el inicio de un problema grave que se intensificará en las siguientes campañas.
Características técnicas
El inventor de esta herramienta asegura que se puede utilizar en cualquier cultivo. “La única condición es el despeje de la máquina; en algunos cultivos sólo se la puede usar en estadios vegetativos”, aclaró.
Asimismo, es posible configurarla y adaptarla a tres distancias diferentes entre surcos: 35, 38 y 52 centímetros.
En la actualidad, el proyecto ya va por su prototipo 2.0, que incorpora todas las mejoras y los aprendizajes capturados con el primer prototipo, de tres metros de ancho de labor y probado durante dos campañas.
“Esta herramienta fue testeada en ensayos y en franjas a campo sobre el cultivo de soja con distintas malezas objetivo, y también en cabeceras de lote con alta presión de Amaranthus. En uno de los dos ensayos que montamos se está probando incluso el control mecánico de malezas en forma exclusiva, sin aplicación de agroquímicos. Queremos evaluar la herramienta en una situación en la que la presión de malezas sea extrema”, resumió.
De esta manera, el dispositivo apunta a fortalecer una estrategia de mediano plazo para reducir progresivamente el banco de semillas de las malezas. Por ejemplo, ya se compró que, tras un corte con la Weedcutter, la producción de semillas de yuyo colorado fue un 63 por ciento menor.
Asimismo, se relevó un incremento de hasta 60 por ciento en los rindes en la soja, y un 34 por ciento en el maíz, en lotes enmalezados, en los que se logró reducir la competencia por luz, agua y nutrientes.
“El objetivo es obligar a la maleza a que haga un esfuerzo extra si quiere dejar descendencia, para ello nos enfocamos en efectuar un corte más preciso y en poder ingresar en otros estadios del cultivo”, añadió.
Para Cola, es una herramienta que puede sumarse, por ejemplo, como reemplazo del uso de herbicidas posemergentes, en producciones orgánicas o en zonas periurbanas con restricciones para el uso de agroquímicos.
Control. El primer prototipo de la Weedcutter lleva dos años funcionando y ya se pudo comprobar una reducción del 63% en la producción de semillas de
Amaranthus, gracias a un corte a tiempo la planta ya emergida.