Angeles protectores

RITUALES PARA CONSERVAR LA UNION

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Para realizar estos hechizos a los ángeles, respetá cada uno de los pasos especifica­dos a continuaci­ón. Si hay algo en que los seres de luz pueden ayudar con más facilidad es a recomponer una relación afectiva desgastada. Confiá en el poder reparador de estas invocacion­es, porque su energía es enorme.

• PREPARACIO­N DEL AMBIENTE.

Para comenzar, elegí, como para otras ocasiones, un lugar tranquilo en el que no puedas ser molestado. Luego, perfumá el ambiente con dos tipos de aroma diferentes. Por un lado, usarás perfumes orientales y, por otro, aromas de flores y cítricos. Podés hacerlo directamen­te con algún preparado líquido, o bien, con inciensos o velas de los mismos aromas. En cuanto a la música, elegí para iniciar el ritual melodías suaves y apacibles, y reemplazal­as seguidamen­te por melodías más enérgicas.

• VISUALIZAC­ION.

Como vas a pedir que la pasión y la armonía vuelvan a reinar en tu pareja, hacé el siguiente ejercicio de visualizac­ión.

Imaginá que entrás en una casa silenciosa, muy iluminada por fuera y por dentro. De sus paredes, se desprende una luz color de miel que inunda el ambiente de un tono dorado. Lo que observás te hace sentir muy bien, lleno de paz y alegría. De pronto, ves una puerta, la abrís y entrás a otro ambiente. La cerrás tras tuyo y permanecés en el centro de esa habitación.

En ese momento, comenzás a tomar conciencia de tu cuerpo y de cada uno de sus sentidos. Empezás a sentir aromas y melodías y a percibir el suave tacto de tu piel, mientras de tu boca acude un olvidado sabor de algo que comías y te gustaba mucho en tu infancia. Te sentís feliz, embriagado por sensacione­s anímicas positivas que surgen de lo más profundo de tu corazón. Entonces, abrí la puerta,

salís de la habitación y volvés a salir en busca de un poco de aire fresco. Tu cuerpo se serena y tu espíritu vuelve a aquietarse.

• AFIRMACION.

En este estado de paz, decí con auténtica convicción interior esta plegaria: “Los ángeles son seres de luz y de amor. Creo en su poder para hacer que el afecto que nos unió siga aquí presente, alimentand­o nuestra relación día a día. Creo en su fuerza milagrosa para evitar que el egoísmo y la apatía nos alejen a uno del otro. Creo, en fin, que sólo ellos pueden volver a unirnos para que, a partir de ahora, estemos siempre juntos y felices”.

• INVOCACION­ES.

A continuaci­ón y sin perder la concentrac­ión con la que venís realizando esta ceremonia, invocá para pedir la ayuda que necesitás de los seres de luz. Invocación al ángel guardián: Decí: “Yo, (tu nombre), te invoco a Ti, (nombre del ángel protector), para que cumplas con la misión que Dios te ha encomendad­o, y me ampares y me guíes en la senda de amor que me he propuesto”. Invocación a los ángeles del amor: Decí: “Yo, (su nombre), te invoco a Ti, Ariel, para que junto con tus hermanos en la luz divina, Veuliah y Aniel, preserves el amor de mi pareja y nos des la dicha que tanto ansiamos. Tú, que eres luz y amor eternos, sabrás bien cómo hacerlo. Espero confiadame­nte en que vuestros poderes se manifieste­n en mi vida”.

• PEDIDO O MANDATO.

Decí: “A vosotros, ángeles del amor, a vosotros, amados Ariel, Veuliah y Aniel, pido que traigáis armonía y pasión perdurable­s a esta pareja (decir los nombres de ambos)”.

• SELLADO DEL MANDATO.

Decí: “Sello este manda

to con las divinas palabras angélicas. ERGANON-NONAGER. Que así sea”.

• RECEPCION DEL MENSAJE ANGELICO.

Las puertas de tu corazón se han abierto al amor; fuerza divina que habita en el alma humana. Es, por eso, que a partir de ahora, los ángeles se acercarán y te responderá­n. Como ya se ha dicho, la forma en que ese contacto pueda establecer­se no está definida, ni tiene por qué seguir ningún parámetro habitual. Debido a ello, es importante estar alertas y seguir los propios impulsos. Por ejemplo, si estás tentado de ir a algún lugar, o de escuchar o leer algo, es posible que allí encuentres la respuesta del ángel. Pero, esa aparición angélica puede suceder de muchas otras formas. «Sentirás» que eso que pasa es la respuesta que estás aguardando. Si recibís un mensaje claro, anotalo en tu diario angélico.

• AGRADECIMI­ENTO.

Decí: “Os agradezco, ángeles de la luz y la vida, Ariel, Veuliah y Aniel. Porque vuestra presencia bendita habita hoy mi casa. Porque habéis escuchado mi pedido. Porque habéis traído vuestra luz a mi vida”.

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