Guangzhou y el “Made in China”
El hub de manufactura está incubando autos voladores y farmacias automatizadas.
Una tarde soleada a principios de noviembre del año pasado, varias docenas de ingenieros de software y diseñadores se estaban preparando para una prueba de vuelo del Ehang 184, una cápsula compacta de metal y vidrio con ocho hélices. La nave autónoma, para un solo pasajero, podría empezar a surcar los cielos de Dubai este año, asegura Hu Huazhi, el presidente y CEO de 40 años de Ehang, un fabricante de drones basado en Guangzhou. Los regentes de la ciudad-estado árabe quieren que un cuarto de todo el transporte sea autónomo para 2030 y están en tratativas para que Ehang les provea una flota de taxis aéreos.
Ganarse los derechos de fanfarronear por haber construido los primeros autos voladores del mundo no es solo una meta corporativa. “El desarrollo de nuestra compañía es un componente integral del plan gubernamental de Guangzhou” para subir en la escalera tecnológica, asegura Hu mientras guía a los visitantes por las oficinas de la empresa y el centro de comando de vuelo, dentro de un parque de diversiones abandonado.
A unos 30 km, en un complejo de fábricas de Guangzhou Automobile Group (GAC), filas de robots industriales alemanes giran y clavan mientras ensamblan y sueldan SUVS de la marca Trumpchi. Con la bendición y el apoyo de los funcionarios locales, la automotriz estatal está construyendo un parque industrial de US$ 6500 millones para producir vehículos conectados a nueva energía. “La transformación estructural económica no solo es para el beneficio de las organizaciones —también tenemos una responsabilidad con el país”, explica Feng Zingya, presidente de GAC. “Estamos tratando de lograr el desarrollo impulsado por la innovación y debemos cumplir con la política del gobierno para tener éxito”.
Guangzhou, una ciudad portuaria en expansión en el río Pearl que alberga a densas empresas estatales (SOE, por sus siglas en inglés) y productores textiles y electrónicos incompletos, está empezando a lucir como el ejemplo del esfuerzo de China por transformar su economía. “Hecho en China 2025”, una iniciativa presentada por la administración del presidente Xi Jinping hace más de dos años, dirige a las ciudades y empresas a moverse de la fabricación intensiva y de bajo costo a una producción de mayor valor agregado. Los planificadores estatales quieren que las empresas sean globalmente competitivas en industrias establecidas, además de dominar otras nuevas como drones e inteligencia artificial. “China quiere aumentar la productividad. Y eso incluye mejorar la calidad del talento humano, cómo se usa el capital y cómo se desarrolla la tecnología”, explica Scott Kennedy, director del Proyecto sobre Empresas Chinas y Economía Política en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) en Washington. “Piensan que eso no pasa naturalmente. El gobierno tiene que poner su dedo en la balanza para que esa transición suceda”.
Made in China prevé metas ambiciosas para cosas como la aplicación de robots chinos y contenido doméstico en la producción de electrónicos de avanzada. El trabajo para cumplir estas metas cae más que nada sobre las provincias y ciudades alrededor del país. Como la tercera municipalidad de China en términos de PBI y una importante base manufacturera, Guangzhou estaba destinada a jugar un rol protagónico. A principios del año pasado la ciudad presentó un plan que apunta a billones de yuanes en facturación de tecnología de la información, inteligencia artificial, biomedicina, manufactura avanzada, envíos, energía nueva y otras industrias para 2021. Los funcionarios de la ciudad viajaron a Singapur, Chicago y Silicon Valley para mostrar el atractivo de Guangzhou como hub.
Las empresas están respondiendo al llamado. Foxconn Technology Group comenzó en marzo del año pasado la construcción de una fábrica de LCD de US$ 8800 millones. En abril, Cisco Systems realizó una ceremonia de apertura para un “proyecto de ciudad inteligente” multimillonario y un centro de investigación y desarrollo de Internet.
Los esfuerzos de Guangzhou deberían tener un empujón desde Beijing para crear un “Área de la Gran Bahía” uniendo los territorios cercanos de Hong Kong y Macau con la provincia de Guangdong. Guangzhou, la capital provincial, debería servir como hub administrativo y de logística para las vecinas ciudades de fabricación del delta del río Pearl
como Foshan y Zhongshan. Aunque la idea precede la regla de Xi, parece tener un nuevo impulso. “Guangzhou se aprovecharía de esta gran área para fortalecer la cooperación con las ciudades involucradas en este desarrollo a nivel nacional”, dijo Ren Xuefeng, secretario del Partido de Guangzhou, en el 19° Congreso del Partido Comunista en Beijing.
Para acelerar la transición, el gobierno de Guangzhou está ofreciéndoles a las compañías un abanico de incentivos, incluyendo subsidios, préstamos a baja tasa de interés y exenciones impositivas. Las autoridades impositivas separaron cuatro fondos de US$ 1500 millones para apoyar a las industrias nuevas y actualizar las viejas, y están entregando pagos por única vez para las fábricas que automatizan. La tierra donde Guangzhou Auto está construyendo su fábrica de vehículos fue otorgada de forma gratuita, según Feng. “El rápido desarrollo de GAC no se podría haber conseguido sin las políticas preferenciales de Guangzhou, la provincia de Guangdong y el gobierno central”, añade.
La determinación de China para convertirse en una fuerza de inteligencia artificial empujó a los start ups del continente a una competencia global por el talento tecnológico. Para impulsar los esfuerzos de reclutamiento, iflytek, que se especializa en reconocimiento de voz, abrió este año una oficina en Silicon Valley. Basada en Hefei, la capital de la provincia de Anhui, iflytek está recibiendo el apoyo de las autoridades en Guangzhou, donde abrió sus headquarters para el sur de China; la ciudad ofrece decenas de millones de yuanes para apoyar proyectos de I+D armados por graduados con doctorados de las principales universidades del mundo. “Si el gobierno provee subsidios de recursos humanos que pueden ayudar a reducir el peso de las empresas y facilitar el atraer a los talentos, esto nos permitirá movernos incluso más rápido con nuestra I+D”, asegura Du Lan, VP senior de Iflytek.
Irónicamente, Guangzhou podría beneficiarse del rol más grande que juegan las empresas estatales en la economía: representan el 40 por ciento de los bienes industriales de la ciudad, comparado con 17 por ciento en Shenzhen, una ciudad del delta del río Pearl que se convirtió en hub tecnológico. Xi quiere que las empresas estatales sean “más grandes y más fuertes”. Guangzhou las está alentando a entrar a negocios con compañías privadas, para que puedan aprovechar su know how técnico. Iflytek, por ejemplo, está colaborando con Guangzhou Pharmaceutical Holdings, una firma de más de 100 años, en una red de centros de salud con IA.
Midea Group, fabricante de electrodomésticos que adquirió a la firma alemana fabricante de robots Kuka por US$ 4000 millones, también está cooperando con Guangzhou Pharmaceutical. “Presentaremos farmacias completamente automatizadas en las cuales los remedios puedan ser elegidos y ordenados por máquinas”, explicó Paul Fang, CEO y presidente de Midea. “Todo lo que hacemos hoy, desde la automatización industrial hasta la fabricación de robots, está muy atado a la IA”, añadió. Los planes de Guangzhou y otras ciudades chinas podrían estropearse si el apoyo financiero lleva a los mismos problemas de sobrecapacidad que devastaron a la industria global de paneles solares hace algunos años. Los precios de los paneles solares cayeron más de 70 por ciento desde 2010, según la Asociación de Industrias de Energía Solar.
Ya se anunciaron 98.000 millones de yuanes en inversiones en fábricas de autos eléctricos, aumentando la capacidad anual de China a 2,9 millones de unidades —seis veces la cantidad vendida en 2016. Dice Kennedy, del CSIS: “La preocupación de la gente es que China Inc. con esteroides mate a las ganancias para las industrias como un todo”. —— Dexter Roberts, con Tom Mackenzie, Haze Fan y Rachel Chang. <BW>
THE BOTTOM LINE. La ciudad de Guangzhou y sus alrededores se están convirtiendo en una prueba para la ambiciosa política industrial del presidente Xi.