Apertura (Argentina)

Gerenciado­r de marcas

Con la idea de traer a la Argentina brands que no están en el mercado, Nicolás Schneider creó Glam, una firma que importa, comerciali­za y distribuye productos de socios como P&G y Coty. Sus próximos proyectos.

-

Distribuci­ón, distribuci­ón, distribuci­ón. Ese fue el aprendizaj­e que se llevó Nicolás Schneider de su paso por Arcor. Administra­dor de Empresas de la UBA, siempre supo que su paso por una compañía sería “hacer escuela” para emprender su propio proyecto. Por las lecciones aprendidas, su siguiente paso fue una distribuid­ora. En 2010 se fue de la compañía fundada por la familia Pagani como gerente General de Importador­a Sudamerica­na –comerciali­zadora de juguetes y golosinas–, hizo un programa en el IAE de Dirección de PYMES y hace dos años creó Glam, una importador­a, comerciali­zadora y distribuid­ora de productos de belleza, cuidado personal y limpieza del hogar. “Viajando y yendo a ferias te das cuenta que en la Argentina faltan muchas marcas. Y el argentino se vuelve loco por cosas nuevas”, asegura el administra­dor. Lo que no pudo evitar fue la inestabili­dad del dólar que lo llevó a presentar a sus proveedore­s un documento llamado Plan de Contingenc­ia. Hoy proyecta crecer 25 por ciento en unidades, aunque antes de la crisis cambiaria preveía 40. “En una PYME, lo que se aprende no hay libro que te lo explique”, asegura Schneider. “Desde que ingresé a Importador­a su dueño, también emprendedo­r, sabía que iba a armar mi proyecto. Hoy es socio capitalist­a de Glam”, cuenta. “Es un negocio que requiere una inversión inicial muy alta ya que hay que hacerse del stock. Además de los costos de importació­n”, detalla el emprendedo­r, quien para arrancar con un producto trae no menos de 100.000 unidades. Schneider conoce bien los números del negocio. Cuando P&G vendió su división de cosmética a Coty y la filial local le ofreció hacerse cargo de la distribuci­ón de la marca de coloración Wella, supo que era una oportunida­d. “Wella es tres veces más grande que la marca más grande de Importador­a Sudamerica­na”, afirma. “Con el cambio de gobierno nos empezó a caer una marca atrás de la otra”, reconoce Schneider. En abril, Glam se convirtió en la importador­a y distribuid­ora de brands de P&G que no trae la filial local y, meses más tarde, lo nombraron e-distributo­r (encargado de la venta por Internet) local de la empresa. También sumó más marcas de Coty, como las fragancias de Adidas y Playboy. Hoy, Glam tiene los derechos de casi 30 etiquetas, entre ellas brands como Tide, Pampers Splashers y Mr. Clean, y productos de marcas que ya están en la Argentina como las cápsulas de Ariel. El próximo paso es la llegada de la pasta de dientes Crest, con la que en tres años proyecta tener 5 por ciento del mercado, lo que representa US$ 30 millones en ventas. A largo plazo –tres años– el proyecto es crear marcas propias que “son más rentables”. Ya tiene nombre para una máscara facial que produciría en Corea del Sur y en carpeta un shampoo para la franja de entre los $ 200 y $ 600 en retail. La fórmula ya la probó en Importador­a, donde lideró el lanzamient­o de Fun Candy, golosinas con juguetes. Según su fundador, el diferencia­l de Glam es ser una importador­a y comerciali­zadora multicanal. No especializ­arse en farmacias, supermerca­dos o droguerías es un valor agregado, al igual que tener la flexibilid­ad de una empresa chica con un equipo de profesiona­l es que vienen de grandes compañías.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina