Famosos de la red apoyan a las marcas
El mundo de las influencers de las redes sociales se “acercó mucho a Hollywood”, opina Scott Fisher, quien en 2011 fundó una de las primeras compañías de manejo de talentos pensada para las estrellas de Internet. Desde entonces cerró acuerdos con la youtuber Gigi
Gorgeous para Revlon. Por estos días las grandes marcas ofrecen contratos de siete cifras con influencers destacadas, que ya disponen del peso promocional de actores y cantantes. “Todos tienen jefe de prensa, abogado, agente y manager”, enumera Fisher. Los cheques grandes captaron incluso a famosos. Bella Thorne, que empezó como actriz en el Disney Channel, ahora se gana la vida haciendo publicaciones en redes sociales. Cobra US$ 65.000 por cada publicación de marcas en Instagram, y entre US$ 10.000 y US$ 20.000 por una “historia” en la misma plataforma, que desaparece a las 24 horas. “Instagram es para mí un trabajo al 100 por ciento –dijo en un documental de Youtube. Empecé a los 18 años con US$ 200 en el banco, un año después me compré una casa y todo a partir de
las redes sociales”. Los partidarios hablan de la capacidad de Internet de dar voz y respaldo financiero a minorías que, en la publicidad de productos de consumo, no han estado representadas en la pantalla.
Nyakio Grieco, estadounidense de primera generación oriunda de Kenia, es uno de esos ejemplos. Criada en Oklahoma, conoció los secretos de la belleza cuando visitaba a su abuela, que pisaba granos de café en su finca en Kenia, después los mezclaba con aceite y caña de azúcar para preparar un exfoliante cutáneo. Años después, Grieco decidió usar las recetas familiares para crear su propia gama de cosmética y cuidado de la piel, que llamó Nyakio. El año pasado firmó con Ulta un acuerdo de distribución exclusivo y se asoció con Sundial, un grupo de marcas dirigidas a mujeres de color y millennials. Ocho meses más tarde el grupo fue adquirido por Unilever en lo que calificó un intento por atender “las necesidades mal abastecidas de consumidoras multiculturales y millennials”.