Libertad de movimiento
La bicicleta no tiene que ser, necesariamente, financiera. La imagen que ilustra la tapa alude a la libertad de movimiento que consigue aquel profesional que concreta el soñado momento de su retiro. A partir de ese instante, los caminos están despejados para manejar su tiempo y definir sobre la marcha hacia dónde quiere conducirse. Viajes, lectura, descanso o concretar un emprendimiento personal son solo algunos de los senderos que se abren en su horizonte. Pero la bicicleta también tiene otro significado ligado a la disciplina que demanda un fondo para la jubilación: hay que ser constante para llegar a la meta. Parafraseando a Albert Einstein, es como la vida: seguir pedaleando para mantener el equilibrio. Para quienes tienen capacidad de ahorro, ese esfuerzo se traduce en arrancar cuanto antes con el plan de separar la cuota correspondiente cada mes, sin ceder a la tentación de usar esos fondos para otro fin cortoplacista. Tener en claro que hay que ahorrar primero y consumir después –y no al revés. Y ser conservador a la hora de invertir el dinero. En ese sentido, el fondo para el retiro está lejos de apuestas financieras de ocasión que pueden resultar tan tentadoras como riesgosas. La receta para el éxito, nuevamente, pasa por la estabilidad unida al efecto del interés compuesto. La economía argentina atraviesa estos días una nueva crisis cambiaria cuyo grado de aceleración no deja de sorprender al Gobierno y a muchos analistas. Son tiempos de alta volatilidad e incertidumbre, en los que todos los pronósticos macroeconómicos están bajo revisión. El marco no hace más que ratificar la necesidad de contar con un plan de ahorro que sirva de complemento a la jubilación legal, si la persona pretende mantener su nivel de vida y disfrutar del esfuerzo acumulado. La edición de este año de Retírese rico incluye, además de los consejos de los especialistas para manejar el ahorro en un contexto de turbulencia, una mirada al futuro con las aplicaciones y empresas fintech que pueden ayudar a un ejecutivo en la administración de sus inversiones. Además, el desaf ío de género analizado a fondo: según reflejan los estudios, la mujer corre con desventaja a la hora de constituir sus aportes –por menores salarios y posibles interrupciones en su trayectoria laboral–, lo cual la coloca en una situación de mayor fragilidad financiera que el hombre. Qué hacer frente a esa realidad es otro de los contenidos del informe. Porque, como está probado a fuerza de crisis sistémicas que cada día duelen más, el primer recurso de defensa que tiene a mano un profesional hoy es planificar a conciencia su futuro. Nadie lo hará por él. Hasta el próximo número,