Desafío de género
Las mujeres viven más que los hombres, ganan menos y suelen tener irregularidad laboral en su carrera. Cómo planificar las finanzas para afrontar el retiro.
La incertidumbre respecto a la seguridad financiera en la etapa pasiva atraviesa a todos los géneros y clases casi por igual. Sin embargo, las mujeres están, en este sentido, en una situación algo más frágil que sus pares del sexo opuesto: solo el 31 por ciento de ellas, frente al 39 por ciento de los hombres, se muestra confiada en que logrará tener recursos para afrontar tantos años retirada como viva; y apenas el 20 por ciento piensa que logrará ahorrar lo suficiente para su jubilación.
Los datos surgen del estudio Healthy, Wealthy & Work-wise: “Los nuevos imperativos para la seguridad financiera”, realizado por la consultora global en recursos humanos Mercer. El informe resalta que “en comparación con los hombres, las mujeres están planificando menos, tienen menos capacidad de ahorro, contribuyen menos a planes de inversión y tienen menos confianza en que se jubilarán bien. En consecuencia, las mujeres están más estresadas por su seguridad financiera actual y futura”. “Es frecuente que muchas mujeres no manejen sus ahorros porque unifican (por convicción o de hecho) sus ingresos, delegando la administración en el varón de la familia”, arranca el análisis de la situación Alejandra Naughton, CFO de Grupo Supervielle. “Adicionalmente, se pueden jubilar cinco años antes lo cual, si bien es un reconocimiento por su habitual doble responsabilidad laboral y familiar, acorta el tiempo de ahorro y por ende el tiempo de acumulación. Finalmente, tal vez por estar bien cerca de los precios de la canasta familiar y por ser muy conscientes de lo que significa la administración familiar tienden a tener grandes preocupaciones y bien fundadas a la hora de imaginar el retiro por delante como muy desafiante”, define la ejecutiva. “El estado laboral y las disparidades en los ingresos afectan la capacidad de las mujeres para planificar y ahorrar”, destaca por su parte Ana María Weisz, directora de Wealth de Mercer Argentina. Además, agrega, “los ciclos de trabajo de las mujeres son diferentes a los de los hombres, lo que genera diferencias en la cantidad de dinero que se gana”. Un estudio publicado este año por Merrill Lynch pone el foco también sobre las necesidades financieras especiales de las mujeres para afrontar con éxito la etapa del retiro. Bajo el título “Women & Financial Wellness” , remarca que, si bien el tema de la longevidad debe ser un factor de análisis en la planificación financiera de todos, “mucho más debe serlo para las mujeres que, en promedio, viven cinco años más que los hombres”. De hecho, el 77 por ciento de las personas que enviudaron son mujeres. “Esto significa que ellas son más propensas a estar solas e impera ser financieramente autosuficientes”, advierte el informe. El relevamiento de Mercer, que se realizó en 12 países, contó con la participación de 7000 adultos mayores de 18 años y 600 líderes en toma de decisiones, tanto del sector público como privado. Entre los resultados más relevantes, figura que las mujeres continúan ganando menos en las mismas ocupaciones, trabajan en empleos con menor remuneración, tienen más lagunas laborales, hacen más trabajos de jornada parcial y pasan más años fuera de la fuerza laboral cuidando a los demás, lo que afecta negativamente sus ingresos de por vida. Por otra parte, dado que las mujeres ganan menos que los hombres en promedio, los beneficios de jubilación vinculados a los ingresos se traducen en pensiones más bajas para las mujeres. Además, ellas son más propensas a gastar sus ahorros en el cuidado de otra persona en lugar de quedarse con el dinero para sus necesidades. Sobre los mismos ejes pone el foco Merrill Lynch en el informe que presentó a comienzos de 2018. “Es necesario que las mujeres reconozcan los desaf íos financieros a los que se enfrentarán. Estos pueden incluir desde interrupciones de carrera, vidas más largas, más longevidad que habrá que financiar y un mayor costo de gastos de salud”, describe y recomienda: “Guarde dinero y planee sus inversiones para estas eventualidades”.
Manejo de inversiones La diferencia de género se siente también en la forma que las mujeres manejan sus ahorros y sus inversiones. “La mujer es, por lo general, más adversa a tomar riesgo en sus inversiones pero, a favor, son menos impulsivas y suelen tomar decisiones más racionales y pensadas”, indica Diego Martínez Burzaco, director de MB Inversiones. Resalta, sin embargo, que “de a poco se van metiendo en cuestiones de finanzas, pero les falta romper la inercia”. Cuando llega el momento de planificar, “lo más relevante es la perseverancia en el plan de ahorro diseñado y la revisión sistemática del cumplimiento de los objetivos de inversión”, advierte Paula Premrou, CEO de Portfolio Personal. En eso no debería haber distinciones de género pero las mujeres, en general, si bien son más cuidadosas al asumir riesgos, también suelen posponer el ahorro de largo plazo para atender o priorizar necesidades familiares de corto. “En la Argentina no hay todavía un concepto de ahorro a largo plazo y en la mayoría de los casos el ahorro no es consecuencia de un plan determinado sino el resultado restante de los consumos realizados. Tampoco hay cultura de inversión, por lo que la educación financiera es fundamental para comenzar a implementar este tipo de estrategias”, enfatiza con la mirada puesta en el largo plazo. En este punto, en el de generar un plan activo de inversión, las mujeres fallan más que los hombres, pero cuando logran subirse a esa meta obtienen buenos resultados. De acuerdo con los datos presentados por Merrill Lynch, “un 41 por ciento de las mujeres informa que su mayor arrepentimiento financiero es no invertir más”. Otros datos que sobresalen: • 59 por ciento de las mujeres informa que no están utilizando la inversión como una forma de perseguir sus metas financieras. • 60 por ciento dice no tener el conocimiento para invertir. • 34 por ciento no tiene confianza en los resultados de un plan de inversiones. • Las mujeres que logran armar un plan de inversiones cambian su mirada a futuro: 77 por ciento dice que siente que podrá ahorrar suficiente dinero para que les dure el resto de su vida. Cambio empresarial Dentro de las empresas que tienen planes de pensión para sus empleados, lentamente se empiezan a introducir a escala global elementos distintivos y específicos por género. El norte está puesto en entender que programas de jubilación y ahorro más “a medida” pueden ser un elemento distintivo a la hora de atraer talento femenino. En la Argentina, la velocidad de cambio es más lenta y los planes de pensión locales, en la actualidad, no distinguen géneros. “El fondeo es igual para hombres y mujeres”, dice Weisz y propone inmediatamente hacer un zoom sobre las cuestiones particulares que terminan afectando el bolsillo previsional o de largo plazo de las mujeres: “El 70 por ciento de la práctica (planes de pensión) distingue como elegibles a directores y gerentes, poblaciones en las que la mujer todavía es minoría”. Desde su mirada de especialista en recursos humanos y compensaciones, Weisz remarca que, a futuro, “los enfoques efectivos para ayudar a las mujeres a mejorar su bienestar financiero deben incluir en las empresas programas y educación orientados a sus necesidades financieras, actitudes y comportamientos específicos. Por ejemplo, talleres de inversión y planificación financiera solo para mujeres, monitoreo de tasas de ahorro y opciones de inversión por género o permitir contribuciones variables para remunerar diferentes acuerdos laborales”.