Mi primera vez Al momento de lidiar con una crisis
Las situaciones inesperadas e impensadas son una constante en la gestión de las compañías. A veces pueden ser consecuencia de un fenómeno natural; otras, de una decisión política. Dos ejecutivos narran los pasos tomados frente a una crisis con distintos tipos de urgencias. Equipos interdisciplinarios, por un lado, y visión de largo plazo, por el otro, las dos claves para salir fortalecidos.
E milio Caratti,
Director de Siniestros de La Caja.
La tarde noche de un viernes, CABA y alrededores fue atravesada por una tormenta de granizo que afectó barrios con muy alta concentración de vehículos. La Caja tiene una importante participación de mercado en el seguro automotor a nivel país, con la particularidad de que gran parte de esa cartera de clientes cuentan con cobertura de “Daños por Granizo”. Las horas posteriores fueron de gran incertidumbre respecto a dimensionar el evento, estimar los casos que se denunciarían, capitalizar experiencias de anteriores eventos, alistar los canales de denuncia, dar respuesta y contención a los clientes y programar un operativo de reparación de los daños. Así, se formó un equipo de crisis interáreas que coordinó los canales de denuncias, protocolos de respuestas, reclutamiento de proveedores, agendas de turnos de reparación y monitoreo. Eso permitió, en pocas semanas, atender y reparar más de 11.000 denuncias. Si bien hay avance tecnológico con respecto al pasado, ponerse en los zapatos del cliente, trabajar sobre la contención y analizar casos especiales hacen un diferencial.
Martín Galdeano,
CFO de Ford Grupo Sur.
Una de las primeras crisis que me tocó manejar al volver a la Argentina luego de casi 10 años en el exterior fue el manejo del cepo cambiario y las restricciones a las importaciones. La producción automotriz tiene una combinación de contenido local e importado en la cadena de valor. El acceso a proveedores es necesario no solo para poder mantener los niveles de actividad de producción y venta, sino también para atender a nuestros clientes suministrando partes para servicio de automóviles. La estrategia de largo plazo que implementamos para minimizar el riesgo de variaciones bruscas en la cotización y restricciones en el acceso al mercado cambiario fue la de estructurar un “hedging” natural en nuestro negocio, balanceando la producción para exportación con la producción e importación para venta en el mercado argentino. De esta forma, los flujos de fondos para importar estuvieron complementados o cubiertos naturalmente con flujos de caja provenientes de las exportaciones. Esta estructura, sumada a la adquisición de activos en monedas duras, nos permitió mantener el nivel de actividad en nuestro negocio.