Operar a futuro
¿Qué es el Mercado de Futuros y para qué sirve? En el mercado de futuros se comercializan contratos y opciones de una variedad de productos, desde acciones, bonos, índices o monedas hasta granos y materias primas como petróleo o gas. Todos los mercados están regulados por la Comisión Nacional de Valores (CNV) y por la Secretaría de Agricultura cuando el activo subyacente es del sector.
¿Quiénes operan con futuros?
Son tanto inversores financieros o especulativos como empresas o productores que necesitan darle previsibilidad a sus negocios. “Los futuros son el vehículo que tiene la economía productiva para reducir el riesgo de la incertidumbre”, dice Ramiro Marra, director de Bull Market. “Si se puede cerrar el precio de un activo para dentro de seis meses es más fácil la planificación y se reducen los costos que a veces trae la economía de un país. Por ejemplo, se puede cerrar el tipo de cambio por el cual uno puede generar una operación de comercio exterior o el precio de una commodity que puede ser el core del negocio. Alguien que quiere comprarse una casa y está esperando que le salga un crédito hipotecario puede cerrar una cobertura de tipo de cambio”, apunta el analista. Uno de los usos con más volumen, por estos días de tipo de cambio agitado, es en el mercado de dólares para cubrir importaciones, o por los más sofisticados, para armar activos sintéticos, aporta Jorge Oteiza, gerente General de Criteria. “Los inversores de estos contratos son las empresas que necesitan cerrar un riesgo abierto, como el sector agropecuario: por caso, un productor tiene una estimación de la soja que va a cosechar y ve un precio interesante para vender. Entonces vende esa soja a dos meses (a futuro), que es cuando será cosechada”, explica.
¿Cómo se compone?
El Mercado de Derivados se divide en Futuros y Opciones, y Forward. Los Forwards son acuerdos entre dos partes sobre un valor a futuro de algo: uno compra, el otro vende. Es un contrato, si se quiere de buena fe, ya que ahí no existe la figura de un ente que establece reglas de juego y garantiza el cumplimiento de las partes y tipo de contratos que se pueden negociar. “Los mercados de futuros son más seguros para los inversores cuya actividad principal no es el mercado de capitales y tener un regulador que vele por el bienestar de todos los participantes es fundamental en un país tan volátil”, remarca Diego Baragano, trader de Balanz.