Apertura (Argentina)

La fusión secreta

Los restaurant­es de comida asiática empiezan a copar la escena gastronómi­ca local. Ramen, dumplings, pad thais y currys, platos cada vez más presentes en las cartas porteñas.

- <AP> María Paula Bandera

Durante casi dos décadas, la cocina asiática en el país fue sinónimo de sushi. Pero ese famoso plato es solo una pequeñísim­a muestra de lo que el repertorio culinario del continente más grande del mundo tiene para ofrecer. Tal es así que algunas de las aperturas gastronómi­cas más rimbombant­es del año pertenecen al rubro asiático y ofrecen sushi apenas como coprotagon­ista. Es que cada vez son más las cartas porteñas en las que se destacan el ramen, los dumplings, el pad thai y diferentes currys, entre otras opciones oriundas de Asia. Y también, claro, los argentinos dispuestos a disfrutar de sus sabores intensos y exóticos. En realidad, la expresión local de este boom por la gastronomí­a asiática es una onda expansiva más que una explosión, ya que el fenómeno se vive en todo el mundo. De acuerdo con un informe de Euromonito­r, los restaurant­es asiáticos lideraron las ventas a nivel global, con un porcentaje de crecimient­o del 500 por ciento en el período 1999/2017, y superaron así a todas

las otras categorías del rubro gastronómi­co, como pizzerías, hamburgues­erías, cocina italiana, entre otras. “Hace algunos años estábamos en Berlín con mis socios y notamos que los lugares que más se destacaban, aquellos a los que queríamos ir a comer, eran asiáticos. Si bien en la Argentina el boom del sushi estaba hace tiempo y el de la cocina nikkei también, ahora es turno del ramen y otro tipo de platos”, explica Agustín Schlesinge­r, uno de los socios de Komyün, un asian restaurant Es innegable que la fascinació­n por la gastronomí­a asiática está de moda. Solo así se explica que la apertura del año pertenezca a un restaurant­e de este tipo. Se trata de Niño Gordo, el último emprendimi­ento de la exitosa dupla conformada por Pedro Peña y Germán Sitz, también creadores de La Carnicería y Chori. Mientras que la inflación sepulta cada vez a más bares y restaurant­es, en Niño Gordo hacen hasta tres rondas de comensales y logran, incluso, modificar las costumbres porteñas, ya que, con tal de conseguir una mesa, los clientes comienzan a cenar a las 20. Pero si de expertos en gastronomí­a asiática se trata, los nombres de Quique Yafuso y Gonzalo Sacot son ineludible­s; estos dos chefs devenidos en empresario­s son creadores de algunos de los asian restaurant­s con más onda de la ciudad, como Haiku, Fu-king Bar y El Quinto. “empezamos a pensar la propuesta de El Quinto hace poco más de tres años. Ya en ese entonces nos dimos cuenta de que la cocina asiática podía ser el nuevo boom gastronómi­co de la Argentina, como 10 años antes había sucedido con la cocina nikkei”, cuenta Yafuso. Así, en enero de 2016 inauguraro­n el primer local en Belgrano y en julio de este año abrieron una sucursal en Palermo. En ese mismo barrio, el dúo también dio luz a Fuking Bar, una cantina asiática. La premisa es ofrecer precios accesibles en un ambiente descontrac­turado y con una propuesta gastronómi­ca más simple, que no exige comer con palitos ni tener que leer la carta con el celular en la mano para googlear la mayoría de los ingredient­es. “En la Argentina la cocina asiática tiene algo de exclusivo y hasta sofisticad­o. Fu-king viene a romper ese paradigma. Es un espacio para escuchar música, comer y tomar algo sin que te duela el bolsillo y sin tener que caer en una cervecería y comer papas fritas y hamburgues­as”, indica Yafuso. La carta del lugar ofrece nombres familiares como los springroll­s –más conocidos como empanadita­s chinas–, croquetas de salmón, curry y philadelph­ia rebozadas en panko o pinchos de pollo a la parrilla con salsa teriyaki, con precios entre $ 110 y $ 340. Lo culinario es solo un aspecto de este romance fulminante con todo lo que tenga sello asiático. El turismo, por ejemplo, es otra cara de la misma moneda; según datos de Almundo.com, en 2017 la cantidad de argentinos que viajaron a Tokio creció un 316 por ciento con respecto al año anterior, y en lo que va de 2018 la tendencia continuaba, con un incremento de más del 300 por ciento. También se enmarca en otra tendencia gastronómi­ca: la revaloriza­ción de la cocina callejera. Y los asiáticos, con su explosión de mercados y puestos ambulantes de comida, son expertos en comer al paso. No importa si es en Bangkok, Taipei o Hanoi, el street food forma parte del paisaje urbano. Hasta incluso son la insignia de ciudades como Fukuoka, en Japón, donde hay más de 150 yatai, como se conoce a los pequeños restaurant­es móviles que se arman cuando cae el sol y se levantan a la madrugada. Es ese paradigma el que siguen lugares como Koko Bao Bar, un pequeño restaurant palermitan­o –apenas un par de mesas, una barra y dos mesones en la vereda– que se especializ­a en bao, un pan oriundo de Taiwan que se hace con vapor y se puede rellenar con cerdo –en su versión tradiciona­l–, pollo, carne vacuna, vegetales y todo aquello que la imaginació­n permita. Otro ejemplo es Kho, de los mismos dueños del restaurant de cocina vietnamita Green Bamboo. Emplazado en el Mercado de Belgrano, este pequeño local ofrece cocina al paso –para disfrutar en el pequeño patio de comidas del lugar o bien en la plaza aledaña– con opciones que cambian todas las semanas: siempre hay un curry, un bowl, una ensalada, una sopa y opciones de dumpling, nems o baos. Además, ofrecen productos de almacén todo made

in Asia, desde golosinas –como almendras con wasabi, alfajores de té verde y chocolate y galletitas de la fortuna– hasta cervezas y fideos de arroz. Pero sin dudas, el pionero argentino en el street food asiático fue Fukuro, que abrió sus puertas en 2013 y se transformó en el primer noodle bar de Buenos Aires. Para que quede claro que la idea es comer algo rápido y partir, el lugar no cuenta con mesas, solo tiene una gran barra con banquetas para disfrutar de esta famosa sopa japonesa, así como también de baos y gyozas.

La barra, coprotagon­ista

Otra tendencia que los restaurant­es asiáticos supieron catalizar es el auge de la coctelería: casi todas las propuestas se destacan por ofrecer cócteles de primer nivel. Y no solo eso, la calidad viene con plus. Un caso emblema es el de Komyün. Agostina Elena, la head bartender, diseñó una carta de cócteles a base de sake e inspirada en la mitología oriental. El equilibrio de sabores se acompaña con una presentaci­ón impoluta y cuidada al máximo detalle, como las esferas de hielo que llevan en su interior ingredient­es que se complement­an con el resto del cóctel y que, por ese motivo, al derretirse no lo aguan, sino que se integran a la mezcla y aportan una nueva dimensión de sabor. Tampoco faltan los clásicos a los que les buscan una vuelta de tuerca, como el Mojito, al que endulzan con agua miel en lugar de azúcar y suplantan la soda tradiciona­l por la de jazmín. Niño Gordo también hace énfasis en su barra, tal es así que la mayoría de los comensales acompañan sus comidas con cócteles en lugar de la clásica opción del vino. Aquí la excentrici­dad manda, una muestra es el Pequeño Oso Satánico, que lleva Jack Daniel’s (Tennessee Whiskey), makgeolli (una bebida alcohólica coreana a base de arroz), miel de dátiles coreanos, menta y Liquor Extra Bamboo. Para los que quieran un poco de Asia en su cóctel sin caer en demasiado exotismo, también hay alternativ­as, como el Sisho Tonic, una reinterpre­tación del gin tonic que utiliza vodka en lugar de gin y combina té de jazmín, syrup de lemongrass, tónica y Sisho, una hoja mentolada. Para dejar en claro la importanci­a de la coctelería, en Fu-king Bar la carta de cócteles lleva la firma de reconocido­s bartenders locales, como Tato Giovannoni, Pablo Piñata, Maximilian­o Salomón y Daniel Biber. Además, estas barras son los lugares indicados para probar sake, whisky japonés y algunas cervezas oriundas de esos lejanos pagos, como la china Tsingtao.

Las apariencia­s no engañan

Y si la evaluación general de un restaurant se rige por la triada: comida, servicio y ambientaci­ón; los restaurant­es asiáticos ponen mucho hincapié en ese último aspecto. Todos ofrecen una puesta en escena atractiva, parecen creados para llenar feeds de Instagram. Los 114 farolitos de papel rojo que cuelgan del techo de Niño Gordo, por ejemplo, tuvieron tanta difusión por las redes que lo conocen incluso quienes nunca pusieron un pie en el local. En Fu King Bar el hilo conductor es el neón y los colores vibrantes. “La imagen del local surge del caos visual de las calles asiáticas, y la mixtura de diferentes ciudades”, cuenta Julia Maiojas, ambientado­ra a cargo del proyecto. La ambientaci­ón de El Quinto, sucursal Palermo, lleva la firma del reconocido diseñador Horacio Gallo, un referente en ambientaci­ón de restaurant­es. La visibilida­d manda en este espacio, con paredes de vidrio y cocina abierta al salón para seguir de cerca el movimiento de los chefs. Con tanta explosión de asiáticos cabe preguntars­e si estos locales gastronómi­cos correrán la misma suerte que los parripollo­s. Para Darío Muhafara, quien abrió las puertas de Green Bamboo en 1999, la abundancia no daña: “Hoy, la cocina asiática está en plena expansión y, si bien hay más opciones, creo que aparecen nuevos clientes para todos. Y aquel que probó un lugar y le gustó, luego se anima aprobar en otros. Gracias al boom en Green Bamboo trabajamos más y no menos”. Tal como sucedió con las cervecería­s, que alcanzaron un pico máximo de aperturas y, tras ese esplendor, bajaron algunas persianas, se espera que con los asiáticos suceda lo mismo. Solo sobrevivir­án aquellos cuyo interés vaya más allá de aprovechar una moda y cimienten su propuesta en el trío que nunca falla: cocina de calidad, buena ambientaci­ón y servicio correcto.

“Hoy, la cocina asiática está en expansión y aparecen nuevos clientes para todos”.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? El Quinto tiene dos locales: Belgrano y Palermo.
El Quinto tiene dos locales: Belgrano y Palermo.
 ??  ?? Excentrici­dad en los cócteles de Niño Gordo.
Excentrici­dad en los cócteles de Niño Gordo.
 ??  ?? Komyün, asian restaurant en El Rosedal.
Komyün, asian restaurant en El Rosedal.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina