M&A
• El impacto de la corrida cambiaria resultó bajo sobre el nivel de fusiones y adquisiciones, que mantuvo un volumen similar al de 2017 • Las perspectivas para el período electoral.
Las transacciones de M&A en la Argentina, que habían vuelto a tomar protagonismo en 2017, mantuvieron un buen ritmo de actividad en 2018, a pesar de la crisis económica que enfrenta el país. Los inversores argentinos y extranjeros con foco en decisiones de mediano y largo plazo concretaron aquellas transacciones estratégicas que representan una oportunidad de creación de valor relevante para sus negocios. El indicador más significativo para entender el nivel de actividad de M&A en la Argentina es el número de operaciones efectivamente cerradas y concretadas en el año (cantidad de empresas y/o unidades de negocios que cambian de mano). En un mercado de tamaño reducido, considerar el “valor de las transacciones” y los “anuncios de posibles transacciones” realmente no aporta nada al entendimiento de lo que está pasando. Por eso, el foco debe estar en “cantidad” y en “cierre”. Según estimaciones preliminares, 2018 podría finalizar con más de 90 transacciones de M&A concretadas, un nivel similar al de 2017. Sorprende que el nivel se mantenga a pesar de la crisis. Pero, lógicamente, desde el segundo semestre han comenzado a aparecer los “fantasmas del pasado”, expresado claramente en el aumento del riesgo país (y la no reducción luego del acuerdo ampliado con el FMI) y en una retracción general del nivel de inversión, que tendrán un impacto directo en los negocios. Como es habitual en la Argentina, la actividad de M&A no ha tenido una concentración relevante en sectores específicos. Energía, servicios financieros y actividades agroindustriales muestran una mayor ocurrencia de transacciones. Más de la mitad de las transacciones de 2018 fueron concretadas por empresas e inversores argentinos que se animan a invertir y crecer “comprando empresas”. Una práctica común de la estrategia de crecimiento de empresas medianas y grandes de todo el mundo ya se consolidó también en la Argentina. Las empresas internacionales (como inversión directa o a través de sus filiales locales) concretaron varias transacciones. Y los fondos de inversión especializados en adquisiciones (private equity funds y family-offices) han comenzado a participar en el mercado y concretado algunas transacciones. Sin dudas, 2019 será un año complejo para la actividad de M&A. La incertidumbre económica y política tendrá impacto directo en las decisiones de inversión y consecuentemente en los procesos de adquisiciones de empresas. Seguramente se concretarán durante el año aquellas transacciones con un fuerte componente estratégico o con una mirada de oportunidad, pero las que puedan presentar dudas esperarán a que aclare el panorama general. La consolidación definitiva de la actividad de M&A en la Argentina quedará pendiente hasta que un ciclo económico virtuoso pueda ser sostenido en el mediano plazo.