Pases del año
• El mercado de las búsquedas ejecutivas también se vio afectado por una coyuntura que llevó a las empresas al hiring freeze en la segunda mitad del año. • Con perspectivas moderadamente optimistas para el año que viene, hay algunas industrias que siguen
El año que termina también fue turbulento para las búsquedas ejecutivas. Los headhunters coinciden en que este 2018 tuvo tres etapas muy marcadas. La primera, hasta abril, mostró un mercado en crecimiento, empujado por el optimismo que primaba en general en las industrias. “Suave, pero creciendo”, dice Matías Ghidini, general manager de Ghidini Rodil. Después, de abril a junio, con el primer coletazo de la devaluación, fue el momento del hiring freeze y el análisis para entender la situación. En la tercera etapa, de julio hacia adelante, no solo continuó el congelamiento de las incorporaciones, sino que se empezaron a ver, todavía en forma de goteo, algunas desvinculaciones. “El bache que empezó en abril sigue y, con la devaluación de agosto, se profundizó. Se suspendieron varias búsquedas”, coincide Eduardo Suárez Battán, al frente de Suárez Battán & Asociados. Para el año que viene, aunque prematuro porque las reglas del juego pueden cambiar en cualquier momento, los headhunters prevén, por lo menos durante el primer semestre, que continúe la tendencia de estos últimos meses. “Después de junio, es imposible de pronosticar”, anticipa Ghidini. Para él, son tres los factores clave que van a determinar el rumbo: la situación económica, las elecciones locales y Brasil –en este último caso, por las industrias vinculadas al país vecino. “Siento que hay un poco más de confianza y que vamos a superar este momento, pero los nubarrones siguen. Todavía hay que pasar varias tormentas”, advierte Suárez Battán. A nivel de industrias, continúa la heterogeneidad por la cual, más allá de cómo le esté yendo al sector dentro de la economía en general, dentro hay empresas que se ubican en el casillero de “ganadoras” y otras, en el de “perdedoras”. “Igual, la foto general es deficitaria”, admite Ghidini, quien pone dentro del grupo de las que siguen contratando a las tecnológicas, en especial las fintech. Suárez Battán coincide. Allí están buscando candidatos, incluso con dificultad para encontrarlos. “Un segundo grupo con crecimiento moderado pero buenas perspectivas y posiciones nuevas es el de energía, con la punta de lanza de Vaca Muerta, pero también por el ordenamiento del sector y el nuevo cuadro tarifario”, añade Ghidini. También, aunque mucho más esporádico, bancos y agroindustria. Del otro lado, los perdedores están en consumo masivo, bienes durables, retail, construcción y automotrices (salvo alguna excepción) con su red de concesionarias y autopartistas. “Real estate se frenó, pero los desarrolladores tienen una oportunidad porque bajó el costo de la construcción”, advierte Suárez Battán. Dentro de algunas luces de cara al año que viene, Ghidini destaca, por un lado, el “desencanto” de algunos profesionales que se habían volcado a trabajar en el sector público y ahora, con vistas al año electoral y al ciclo cumplido, quieren volver al ámbito privado. “Por otro lado, entre el 70 y 80 por ciento del empleo son las PYMES, donde hay empresas en proceso de crecimiento y profesionalización que, si bien están con precaución por la coyuntura, están buscando profesionales para la máxima posición, porque entienden que la situación actual es cíclica”, concluye Ghidini.