Hacia dónde van las cadenas elegidas por los foodies
Capitalizaron el concepto de que sano, rico y gourmet pueden ser condiciones no excluyentes de un mismo plato. Instalaron el pan de masa madre, la noción del producto de estación, la idea de que una ensalada o un sándwich pueden ser opciones tanto o más sabrosas, elaboradas y seductoras que cualquier otra comida. Apostaron a los detalles: entendieron que desde los uniformes de los mozos hasta la pieza de vajilla más insignificante que el cliente se encuentra sobre la mesa construyen la experiencia gastronómica que se vive en cada local. Le Blé, Tea Connection y Pani son algunos de los exponentes de ese universo culinario que surgió hace poco más de 10 años y se fue expandiendo hasta dar forma a un nuevo y competitivo nicho, con decenas de sucursales. La impronta que imprimen en sus propuestas y las tendencias internacionales de las que se nutren conforman sus sellos de identidad. La cadena belga Le Pain Quotidien, que es reconocida en el mundo por sus panes rústicos artesanales y ya cuenta con 13 locales en la Argentina, tal vez sea el ejemplo más paradigmático con ese rasgo y la bandera de los productos orgánicos (aunque, consultados para esta nota, prefirieron no participar). El marco de crisis económica actual los encuentra a todos consolidados, con empresas que consiguieron desarrollarse –a veces mediante el sistema de franquicias– aun en contextos no del todo favorables. Sin embargo, la inflación y la recesión con que termina este 2018 disponen un presente desafiante que replantea sus planes de crecimiento. Hoy, la creatividad y la innovación que caracterizó desde un principio a este modelo también se traslada a sus estrategias de resistencia.
Tea Connection: healthy y gourmet
Aguas de frutas naturales, hamburguesas de hongos portobellos y legumbres, ensaladas de productos orgánicos: el habitué de esta cadena identificada con la cocina saludable y tentadora no precisa googlear qué clase de superalimento es el matcha y aprecia que lo sorprendan con propuestas como el excéntrico yogur de búfala. “Sabemos que no representamos al típico paladar argentino. En general, nuestra comunidad explora para probar sabores más variados y conocer acerca del origen de los alimentos”, explica con conocimiento de causa Pablo Lorenzo, CEO de Tea Connection. Él entiende perfectamente que la ensalada César o el salmón ahumado que cuando inauguraron, hace 12 años, era suficiente para diferenciarse de la competencia, ya está perimido. “Hoy, la categoría en general es mucho más dinámica y hay más clientes dispuestos a ampliar fronteras en comidas”, reflexiona. Sobre esa comunidad de foodies inquietos tienen información precisa. “La gran mayoría nos cuenta que hacen deportes, valoran compartir tiempo con amigos y el 45 por ciento viene más de dos veces por mes. La mayor parte son mujeres en sus treintas, si bien vamos teniendo mayor cantidad de visitas de varones con el tiempo”,