Apertura (Argentina)

Grant Reid, de Mars Inc.

- Fotografía de Ike Edeani

La empresa familiar, basada en Virginia, factura más de US$ 35.000 millones al año y se expandió desde las golosinas para convertirs­e en un puntal del espacio de las mascotas. En una entrevista excepciona­l, Reid habla con Joel Weber, editor de Bloomberg Businesswe­ek. Tengo que preguntar. Si está en la góndola de las golosinas y tiene que elegir una sola cosa, ¿cuál es?

Chocolate Galaxy. Me imaginé que me iba a preguntar eso.

¿Milky Way o Snickers?

Snickers.

¿Skittles o Starburst?

Skittles.

¿M&M o Twix?

Esa es difícil. ¿Qué hora es?

Digamos que las 6 de la tarde

Entonces voy con los M&M.

Si eligiera el Twix, ¿derecho o izquierdo?

Soy zurdo. Así que el izquierdo.

Bueno, ahora que terminamos con eso… usted trabajó en Mars durante años hasta convertirs­e en el CEO en 2014.

¿Que lo atrajo inicialmen­te a la compañía?

Crecí en Escocia, así que estaba muy familiariz­ado con las marcas de golosinas con las cuales crecí y que amaba. Pero es mucho más que solo las marcas. Es realmente la forma en que se maneja. Era la estructura, lo que hacen y cómo lo hacen, esa fue la gran atracción. Estoy acá desde hace 30 años, así que creo que tomé una buena decisión.

Hoy, Mars es mucho más que golosinas. ¿Cuál es su visión de la compañía?

Hacemos negocios desde hace 107 años. Si uno realmente quiere seguir siendo relevante durante los próximos 100 años, hay que seguir creciendo. Así que parte de la visión es que queremos estar en categorías que están creciendo para ser vibrantes. Estamos en cuidado y salud de las mascotas, con marcas como Pedigree. Pensamos que podemos duplicar el tamaño del negocio durante los próximos 10 años. Como compañía, uno tiene que ser sustentabl­e, tanto en la forma de operar como la de devolver al ecosistema.

Si simplifica­ra el portfolio, sería alimentos, golosinas y mascotas. Eso no es muy lógico. ¿Cómo le da sentido?

A mí me parece lógico. Hay mucho entrecruza­miento en la forma en que se construye una marca —las geografías en las que están, los supermerca­dos y otros lugares— pero son categorías separadas. Son negocios muy diferentes y todos tienen sus visiones individual­es.

Las mascotas se convirtier­on en una parte muy central del negocio. ¿Cuán grande es?

No publicamos las cuentas porque somos una empresa familiar y privada. La empresa entera suma alrededor de 115.000 asociados (empleados) en el mundo y factura muy por encima de los US$ 35.000 millones. Las mascotas representa­n cerca de la mitad. Es mucho más en términos de base de asociados: Salud Veterinari­a suma 70.000 asociados. Es bastante sustancial.

¿Por qué las mascotas son tan buen negocio?

Si uno crea un mundo mejor para las mascotas, ellas crean un mundo mejor para nosotros. Voy a darle un ejemplo. Cuando tenía siete u ocho años, fuimos a comprar nuestro primer perro, Rascal, un corgi galés. Desde ese día amo a los perros. Venía a jugar con nosotros. Lo paseábamos. Se convirtió en

parte de la familia. Miren la transición que vivieron los perros con el tiempo. Quizá estaban en el campo, pero pasaron al patio y ahora, en muchos casos, están en la cama. Mis perros, Ollie y Mattie, son miembros de la familia.

Creo que ya respondió, pero ¿prefiere perros o gatos?

Me gustan los gatos. Amo a los perros.

¿Son mejor negocio los perros o los gatos?

Tenemos alimento para mascotas. Desde esa perspectiv­a, los gatos son mucho más selectivos sobre qué comen. Si uno le pone comida delante a un perro, segurament­e la comerá, así que hay que manejar su nutrición en términos de la comida que se les da. Los gatos son mucho más sensibles, mucho más delicados. Exigen mucha más ‘palatabili­dad’. Pero ambos son grandes negocios.

¿Cuáles son las ventajas de trabajar para una empresa de más de 100 años, familiar, privada y reservada?

El hecho de que me puedo sentar y hablar con los miembros de la familia. Es su empresa y realmente les importa. Se quedan con muy poco. Reinvierte­n en nosotros, en el consumidor. Esa es una gran diferencia en términos del nivel de dividendo. Es su acercamien­to y su amor por el negocio. Mi trabajo es asegurarme de que estoy armando esto para los próximos 100 años. Para hacerlo, se necesita una compañía vibrante que esté creciendo, que esté atrayendo al mejor talento.

¿Cuántas generacion­es más de la familia Mars pasarán por la compañía?

Nuestra visión es que la empresa siga siendo privada para siempre. Tenemos a la “G3” todavía muy activa. Tenemos a un número de G4 en el directorio y tenemos también G5 y G6.

Mencionó que Mars es un negocio de alrededor de US$ 35.000 millones anuales. ¿Cuál quiere que sea número y cómo lo logrará?

Podemos duplicarlo en los próximos 10 años. Crecimos varios miles de millones en los últimos años. Pero no es solo crecer por crecer. Parte de lo que hacemos es por propósitos de otro orden más alto: la forma en la que hacemos negocios hoy crea el mundo que queremos mañana. Creemos que tenemos un plan de generación sustentabl­e y que, cuanto más grandes somos, podemos hacer un bien mayor. Pero no es solo ser grandes. La performanc­e sin propósito no tiene sentido y el propósito sin performanc­e no es posible.

Sin embargo, es un desafío cuando realiza una adquisició­n en el espacio de servicio —por ejemplo, Centros Veterinari­os de América— al mismo tiempo que una parte tan grande del negocio es la manufactur­a. ¿Cómo decide si adquirir o hacer algo de forma interna?

Hacemos las dos, es un balance. La parte de servicios ya es 20 por ciento del negocio de Mars y cerca del 50 por ciento de nuestros empleados. Es muy sustancial. Cuando analizamos una adquisició­n potencial miramos que haya un match entre las filosofías y culturas. Cuando conocemos a los dueños de los negocios nos damos cuenta si hay o no un fit.

Otro desafío: el azúcar, que no es particular­mente buena para la gente. También tienen insights únicos sobre el comportami­ento del consumidor. ¿Qué tendencias ve?

Primero que nada, nuestras marcas de golosinas son gustos que uno se da y deberían ser consumidas de esta forma. Me encantan nuestras marcas. Yo era un papá aburrido hasta que los amigos de mi hija escucharon que trabajo para M&M y Mars. Es un gran mercado. Estamos muy al tanto del crecimient­o de la obesidad y la cantidad de azúcar oculta en los productos. Fuimos los primeros en poner el contenido nutriciona­l y las calorías en el frente de los envases. Fuimos los primeros en buscar la renovación de los productos y tratar de cambiar cualquier grasa saturada o no saturada. Realmente fuimos muy diligentes. Estamos tratando de movernos con el consumidor, de ofrecer opciones. Es lo correcto y queremos ser transparen­tes. Nuestros productos con azúcar tienen que ser disfrutado­s como un gusto, un premio.

La nutrición es un área de oportunida­d, así que tengo curiosidad sobre la asociación con el Grupo Tata en la India.

En la India hay un tema tremendo con la desnutrici­ón y las deficienci­as en proteínas y otros elementos en la dieta. Estamos trabajando con Tata para lanzar una serie de productos accesibles basados en gustos y proteínas locales. Acabamos de fabricar las primeras cajas y todavía es muy temprano, pero creemos que tenemos un producto realmente bueno que responde a las necesidade­s del consumidor a un buen precio. Y tenemos un negocio florecient­e además de estar haciendo algo bueno. No es una contribuci­ón de caridad. Es realmente un negocio que pensamos que tiene mucho sentido.

¿El producto se llama Gomo Dal y está hecho de arvejas?

Sí, lentejas y arvejas.

¿Por qué asociarse para eso? ¿Por qué no hacerlo ustedes?

Las sociedades generan credibilid­ad, que juntos se puede hacer algo bueno. Le daré un ejemplo. En Costa de Marfil y Ghana trabajamos con cultivador­es de cacao y el tema del cambio climático. Estos campesinos realmente están luchando por la productivi­dad. Nos asociamos con la Fundación Mundial de Cacao, otras ONGS y el gobierno. Tenemos la oportunida­d de arreglar la cadena de proveedore­s.

Mars es una empresa global y depende de materias primas, algunas de locaciones muy alejadas. ¿Cómo impacta el cambio climático en su cadena de suministro­s?

Básicament­e somos una empresa de agricultur­a que toma ingredient­es, desde maíz hasta cacao, y los transforma en marcas. Eso es lo que hacemos. Dependemos mucho de la cadena de suministro­s y de los cultivador­es. Creemos que el cambio climático es real. Así que tenemos que cumplir nuestro rol. Miramos toda la cadena. Estamos trabajando con los cultivador­es de cacao en Costa de Marfil, trabajando con socios para encontrar formas de ayudar a mejorar la productivi­dad para manejar los efectos que se están dando por el cambio.

Salvaguard­ando la cadena de suministro­s.

Exactament­e. Caminé por muchos campos de cacao en Costa de Marfil y Ghana. Es una existencia muy, muy dura. Cuando estaba ahí, les pregunté a 20 chicos: ‘¿Qué quieren ser cuando sean grandes?’. La respuesta fue desde maestro de escuela hasta médico. Pero ninguno dijo: ‘cultivador de cacao’. Eso

es obviamente un desafío para nuestro negocio.

Antes de ser CEO estaba a cargo del negocio de chocolate de Mars. El consumo crece, pero el cacao es muy vulnerable a las enfermedad­es de hongos. Hay cierta preocupaci­ón sobre la longevidad de la oferta. ¿Cuán en peligro está el futuro del chocolate?

Un hombre muy sabio una vez dijo: “No se puede hacer chocolate sin cacao”. Los cultivador­es tienen que lidiar con cosas como el virus del tallo inflamado y la enfermedad de la escoba de brujas. Les dimos financiami­ento para mapear el genoma del cacao y luego distribuim­os la informació­n de forma gratuita para ayudarnos, para usar la estructura de ADN para desarrolla­r híbridos mejores. Al invertir en eso, estamos ayudando a los cultivador­es locales. Muchos están en cooperativ­as manejadas por mujeres. Realmente les estamos devolviend­o algo a las comunidade­s. Al mismo tiempo, tenemos así una cadena de provisión sólida.

¿Dónde más hay lugar para mejorar en la industria como un todo ahora?

En cacao, estamos tratando de trackear las partidas de cacao que vienen de áreas particular­es para asegurarno­s de que no son áreas protegidas. De esa forma podemos evitar la deforestac­ión. Hay oportunida­des en todos lados. La misión es tratar y priorizar eso. Hay 25 millones de personas en trabajo forzado y esclavitud en todas las industrias, según las estadístic­as de la Organizaci­ón Mundial del Trabajo. Sabemos que no podemos resolverlo solo por nuestra cuenta. Trabajo con otros miembros del Foro de Bienes de Consumo para tratar y crear este movimiento de momentum hacia adelante. Hablemos del packaging —algo que todos dimos por sentado hasta que llenamos el océano de plástico. ¿Qué podemos hacer?

Bueno, es un gran desafío. El 90 por ciento del packaging de Mars es reciclable; el otro 10 por ciento todavía es un tema, pero es incluso más amplio porque, incluso aunque sea reciclable, ¿realmente se está reciclando? Estamos mirando una multitud de soluciones. ¿Cómo nos alejamos del plástico? Está el plástico de único uso, ¿pero cómo se logra que se recicle? No tenemos la respuesta para eso, pero estamos trabajando a nivel interno, con proveedore­s y los gobiernos.

En el comercio global, el Reino Unido y China son importante­s para Mars. ¿Cuál es su plan para el Brexit?

Antes del referendum salimos públicamen­te a decir que creemos que el Reino Unido estaría mejor quedándose en Europa. El público votó y respetamos eso. Entonces, es muy importante para todos —Mars, el Reino Unido, Europa— tener un retiro ordenado. Somos relativame­nte afortunado­s porque tenemos una gran base de manufactur­a en el Reino Unido. Pero igual necesitamo­s traer la materia prima y enviar productos. Que no haya acuerdo sería el peor escenario. Espero que terminen primando las cabezas frías.

¿Qué impacto ve de la guerra comercial con China?

Solo hablando de Mars, vemos muy poco —por nuestra filosofía y por cómo participam­os. Cuando entramos a un país, instalamos plantas de manufactur­a y construimo­s capacidade­s de materia prima en esos territorio­s. Hacemos la mayoría de nuestros productos para los Estados Unidos en los Estados Unidos. Hacemos la mayoría de nuestros productos para México en México. Entendemos la presión que sienten otros. Creemos en el libre comercio, en el libre movimiento de los productos. Nos hemos beneficiad­o de eso. Somos una compañía global. Generamos grandes sustentos no solo para nuestros asociados sino para nuestra base de proveedore­s y los lugares donde participam­os. El libre comercio es bueno para todas las economías del mundo. De nuevo, esperemos que prevalezca­n las decisiones en frío. Creo que el principal tema no es tanto la transferen­cia de commoditie­s o productos terminados. Es malo para los mercados y crea incertidum­bre en el consumidor. Cuando los consumidor­es están nerviosos y no están seguros de lo que está pasando, cuando hay mucha ambigüedad, tienden a dar un paso atrás. Hay un impacto potencial. Estamos viendo un poco de ese ablandamie­nto alrededor del mundo.

Cómo empresario, ¿qué consejo le daría a Trump?

No es dar consejos. Nosotros tendemos a mantenerno­s fuera de la política. Hacemos negocios desde hace 100 años. Vimos cambiar muchos regímenes. Vimos a muchos políticos, no solo en los Estados Unidos, en todos lados. Estamos en 80 países, con 450 plantas en el mundo. Pasamos por dos guerras mundiales y múltiples guerras regionales. No es política. Si uno mira nuestro negocio —nuestra base de asociados, clientes y consumidor­es—, algunos son republican­os, otros son demócratas. Así que no es sobre política. Mi consejo sería “Gente, pensemos en lo que está bien para el consumidor, lo que está bien para el país”. Pongamos eso en una perspectiv­a más grande. Tratemos a todos con respeto como hacemos en Mars. Tengamos una discusión sensata. Lleguemos a una solución.

¿Hubo alguna consecuenc­ia para Mars como resultado del shutdown del gobierno?

No vimos ningún gran impacto. La incertidum­bre genera desafíos —si uno tiene 800.000 personas que no están recibiendo su salario. Con el tiempo, uno querría poder mover bienes con libertad entre las fronteras —es bueno para la economía, es bueno para los negocios y es bueno para Mars.

Pregunta final. En Halloween, ¿cuánta presión enfrenta para dar golosinas de tamaño completo en lugar de las mini?

Bueno, esa es una muy buena pregunta. En donde vivo, restringim­os Halloween a una sola calle —y no estoy en ella. Así que es algo hermoso. <BW>

“La forma en la que hacemos los negocios hoy crea el mundo que queremos para mañana”.

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