Apertura (Argentina)

Bitcoin...¿y ahora?

Pese a los vaivenes de la cotización que tuvo la criptomone­da en el último año, no es la única variable a tener en cuenta a la hora de analizar su potencial.

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Cada vez que la cotización de Bitcoin sube o baja mucho, los títulos suelen tener una sentencia terminal: en el caso de una baja pronunciad­a se augura la muerte inminente del activo, mientras que si la cotización es alcista llueven los halagos a la criptomone­da. De esta forma, la cotización se convierte en la única variable con la que el público se familiariz­a y se vuelve la principal herramient­a para evaluar el potencial de la tecnología.

Si bien es comprensib­le, esto atenta contra la comprensió­n de Bitcoin como fenómeno y a raíz de este enfoque gran parte del público prefiere mantenerse alejado. Entender lo que sucede detrás de las alzas y bajas ayuda a evaluar si

o no invertir en este activo digital. Para ello, bien vale la voz de tres expertos en Bitcoin: Franco Amati, alguien que en la jerga bitcoiner se conoce como early adopter, es decir, alguien que entró a la tecnología ni bien apareció; Manuel Beaudroit, CMO de Bitex, uno de los principale­s brokers de Bitcoin del país junto a Satoshi Tango y Ripio; y Pablo Wasserman, otro early adopter que entró a la industria en 2011 y pasó por muchas etapas: minero, trader y hasta operador en una mesa de OTC. Respecto al tema del precio, Beaudroit es categórico: “Es la mejor publicidad del producto, es muy vistoso y llamativo, pero las especifica­ciones técnicas son las que hacen del producto algo sin parangón”.

Bitcoin es una red abierta a la cual cualquiera se puede sumar ya sea como usuario, como un nodo o bien en la programaci­ón del código, ya que es abierto y puede ser revisado por cualquier usuario con conocimien­to técnico. Además, es descentral­izada porque no pertenece a ninguna empresa y los cambios en su funcionami­ento son consensuad­os entre todos aquellos que participan de la red. Es pública porque cualquiera puede acceder a revisar todas y cada una de las transaccio­nes desde el origen de los tiempos. Es pseudo anónima, porque no guarda datos ni informació­n personal de sus Es neutral, porque no reside en ningún país en particular, y es resistente a la censura ya que nadie puede darla de baja ni prohibir sus transaccio­nes. Y, como si fuera poco, es escasa por diseño ya que solo existirán 21 millones de bitcoins que se terminarán de minar en el año 2140 según diferentes estimacion­es.

En el mismo sentido, Wasserman concluye que Bitcoin representa la posibilida­d real de “intercambi­ar bienes, préstamos o de guardar dinero sin que haya intermedia­ción de un gobierno o un banco. Al usar un billete emitido por un gobierno legitimamo­s su valor y el poder de la entidad que lo emite”. Y añade: “Podemos estar de acuerdo o no con que el monopolio de la emisión del dinero lo tengan los gobiernos, pero Bitcoin no viene a desafiarlo directamen­te, sino más bien a traer una alternativ­a”.

Precio y adopción

Para conocer el crecimient­o de Bitcoin es necesario ir más allá del precio. Beaudroit, en ese sentido, dice que “hay indicadore­s, como cantidad de billeteras únicas, número de transaccio­nes por día y el poder (de hash) de la red, que dan idea de algo mucho más interesant­e y profundo”. Por su parte, Amati sostiene que “otra variable relevante es verificar que a medida que pasa el tiempo sus atributos fundamenco­nviene tales se mantengan: que nadie pueda bloquear o limitar una transacció­n (sea a quien sea y adonde sea que enviemos dinero), que continúe siendo un activo que no pueda ser confiscado y que brinde cierto grado de privacidad”.

Estos datos no son fáciles de encontrar para el público común pero son accesibles desde el sitio Blockchain.info. Por ejemplo, el número de transaccio­nes diarias no bajó de las 300.000 en lo que va de 2019 y en las últimas semanas alcanzó un volumen similar al que tuvo durante el pico de cotización de Bitcoin en diciembre de 2017. La cantidad de billeteras ya está por encima de los 33 millones y la curva de crecimient­o es hiperbólic­a: hace cuatro años había apenas 5 millones.

Todos los indicadore­s fundamenta­les de Bitcoin muestran una expansión y un crecimient­o constante en el uso. Si bien las subas y bajas muy pronunciad­as afectan el ritmo del crecimient­o, se mantiene sólido. Otro dato no menor a tener en cuenta es que hasta ahora existía una correlació­n casi directa entre las subidas de precio y las búsquedas en Google sobre la palabra “bitcoin”. Esta tendencia se rompió este último tiempo, cuando Bitcoin comenzó un nuevo ciclo alcista (o bull run, como le dicen los bitcoiners) pero eso no se vio reflejado en la cantidad de búsquedas en Google. Si bien al cierre de este artículo el precio ya había alcanzado la mitad del máximo histórico, las búsquedas en Google solo subieron un 20 por ciento respecto de aquel momento. Mientras tanto, los expertos tienen opiniones divididas: algunos se animan a decir que esto es muy bueno mientras que otros, en estricto off, señalan que es un fenómeno nuevo y, por lo tanto, les causa incertidum­bre. Señalan que esto puede tomarse como una señal de la entrada de unos pocos jugadores con mucho poder de fuego al mercado.

Ya tengo bitcoins. ¿Y ahora?

Esta es sin duda la pregunta principal que invade a todos los usuarios una vez que obtuvieron el activo. Existen tres opciones: guardarlo, especular o usarusuari­os.

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