La cumbre de los que hacen
El mes último se entregó en Mónaco el premio al Emprendedor del Año. El representante de Estados Unidos se llevó el título a casa, pero esa semana dejó mucho más para recordar. Cómo se vive por dentro “el mundial de los emprendedores”.
“Si no existe, lo construyen. Si no hay plan, crean uno. Donde otros temen los desafíos, aprovechan el alza”, así describe EY a la camada de emprendedores que se congregó en Mónaco la primera semana de junio para competir por el título al Emprendedor del Año que entrega la consultora desde hace 19 ediciones. Cincuenta y siete emprendedores de 47 países desembarcaron en el exclusivo principado para atender al evento que ya se transformó en un clásico del ecosistema entrepreneur mundial. APERTURA fue invitada a vivir el “mundial de emprendedores” por dentro.
El evento celebra a quienes se animan a romper el molde. Y, con el Mar Mediterráneo de fondo, durante una semana, referentes de todo el mundo celebraron la iniciativa y la visión de estos creadores. La bienvenida se dio en la Ópera de Montecarlo, un escenario idílico en el que una a una se sucedieron las historias de los representantes de cada país, todos con proyectos disruptivos y de impacto, que querían llevarse el título de vuelta a su ciudad. Desde un peruano fabricante de micros de larga distancia hasta un suizo desarrollador de soluciones de rayos X para la industria médica, todos resultaron ganadores en sus países de origen y viajaron cientos de kilómetros para el evento. El presidente y CEO de Ernst & Young Global, Mark Weinberger, dio inicio a la ceremonia, alabando a todos los empresarios que generan no solo nuevas ideas, sino también cientos de miles de puestos de trabajo.
Pero más allá de la pompa y las copas de champagne que festejaron a los ganadores, la semana estuvo colmada de espacios pensados especialmente para ser aprovechados por los emprendedores. La agenda estuvo cargada desde el primer día, en el que los startups dieron un pitch frente a al jurado en el tradicional Hotel Hermitage
y, una vez pasado el momento de examen, se dedicaron a asistir a las distintas sesiones que se organizaron alrededor de la ciudad.
Este premio reconoce a aquellos que, además de lograr un éxito sobresaliente en los negocios, han tenido un impacto social innovador, significativo y duradero en sus comunidades. Para elegir al ganador, el jurado se rige por seis criterios: espíritu empresarial, creación de valor, dirección estratégica, impacto nacional y global, innovación e integridad personal / liderazgo orientado a propósitos.
Bastaba con caminar por el centro de Montecarlo para ver cómo el color amarillo, tan característico de EY, había copado la ciudad. Frente al emblemático casino, una especie de Paseo de la Fama mostraba, con estrellas en el piso, los nombres de los ganadores. Las celebrities del evento. Entre ellos, por supuesto, estaba el emisario argentino. Federico Trucco, presidente de Bioceres, viajó para representar al país con la empresa de soluciones biotecnológicas para el agro. El ganador a nivel local había recibido su estatuilla un mes antes y en su discurso de agradecimiento menla importancia de “ser provocativo”. “Para mí provocar en un mercado que no tiene dueños, donde vos venís con un elemento tecnológico disruptivo, es donde está la gran oportunidad”, dijo a APERTURA el número uno de la empresa que desarrolló el primer trigo transgénico del mundo.
La ciudad, con montañas de un lado y mar del otro, fue la anfitriona ideal, con sus espacios ultra premium que recibieron a los empresarios, como el emblemático Café de París o el recientemente inaugurado One Montecarlo. En sus salones se llevaron adelante una
serie de entrevistas, charlas y mesas de debate sobre distintas temáticas pensadas por y para emprendedores.
Las sesiones invitaron a los asistentes a compartir ideas disruptivas, desafiar las formas de pensamiento convencionales, descubrir nuevas oportunidades y fomentar el crecimiento en conjunto. Los oradores y las sesiones abordaron, principalmente, las temáticas sobre el futuro de los sectores de la industria y los desafíos de las empresas familiares.
Sobre el escenario también hubo invitados de lujo como Natalia Vodianova, supermodelo, empresaria y filántrocionó pa rusa, o Stéphanie Gicquel, atleta de deportes extremos que compartió sus expediciones polares extremas, como correr una maratón a -30°C en el Polo Norte o una expedición de 74 días y 2000 kilómetros a través de la Antártida.
En las charlas se habló, entre otras cosas, de cómo prepararse para la próxima ola de industrias como inteligencia artificial, blockchain y otras tecnologías. También, el futuro de las ciudades y la movilidad, el futuro de los consumidores, temáticas de empresas familiares y otras sesiones informativas con consejos sobre cómo prepararse para un IPO o estrategias de crecimiento.
El networking, por supuesto, estuvo a la orden del día. El evento es la oportunidad perfecta para hacer contactos, conocer a los jugadores más relevantes de la escena entrepreneur y empresaria, y ponerse al día con las novedades de otros nombres de la industria. Una cita exclusiva, que ninguno de los emprendedores quiso desaprovechar.
Estados Unidos se llevó el oro
Luego de una semana colmada de eventos, entrevistas con los jurados y
charlas, el sábado 8 de junio se reveló el nombre que todos querían conocer. El premio al Entrepreneur of the Year se lo llevó Estados Unidos. Brad Keywell, fundador de Uptake Technologies, se quedó con el reconocimiento por los logros de su compañía desarrolladora de soluciones de data science, que se destaca, entre otras cosas, por haber
Rodrigo Galindo, CEO de Kroton Educacional
Creó su propia universidad en uno de los estados más pobres de Brasil a los 21 años. A los 30 desarrolló un modelo educativo que combinaba calidad y escala, y podía llegar a todas las regiones y clases sociales de Brasil. Hizo crecer el negocio dramáticamente, creando la mayor firma de educación con fines de lucro del mundo por capitalización de mercado. La compañía ahora llega a 2 millones de estudiantes, desde preescolar hasta educación superior.
Philippe y Bernard Haspeslagh, Chairman y COO de Ardo
Los primos, que eran competidores con sus empresas de vegetales, decidieron unir fuerzas en 2014 y asociarse. Hoy, su empresa Ardo es el mayor productor de verduras congeladas de Europa. Con su sede en Ardooie, el grupo produce, empaqueta y distribuye verduras, frutas y hierbas desde la granja hasta el congelador. Ardo tiene presencia en 9 países y exporta a otros 100 de todo el mundo. sido el startup que más rápido alcanzó la valuación de US$ 2000 millones. En una noche de gala en el imponente Salle des étoiles de Mónaco, el estadounidense levantó el merecido trofeo.
Sin embargo, como suele suceder en la carrera de muchos emprendedores, el éxito de Keywell no llegó de la noche a la mañana. Este licenciado en Administración de Empresas por la Universidad de Michigan con un doctorado en Leyes de la misma casa de estudios, antes de fundar la compañía ya había emprendido múltiples veces. “Soy un iniciador”, se describió a sí mismo el creador de seis firmas, entre ellas, Groupon, de cuyo directorio todavía es parte.
Su último desafío empresarial lo lanzó en 2014. La idea surgió una tarde en la que fue a recoger a su hija al aeropuerto pero no pudo encontrar el vuelo en las pantallas por una falla en las mismas. Uptake hoy ayuda a decenas de empresas con su tecnología a detectar cuando un equipo no funciona bien o está a punto de romperse. Lo hace analizando datos de sensores ubicados en cada aparato y luego utilizando modelos de data science para predecir los problemas antes de que ocurran. En sus cuatro años de vida, la compañía pasó de 50 a 450 empleados y trabaja con clientes que van desde el Ejército de los Estados Unidos o la Cruz Roja hasta Rolls-royce o Caterpillar.
“Los emprendedores creen en hacer, no en aceptar. Creen en la posibilidad por encima de la realidad”, dijo al recibir el premio, visiblemente emocionado ante el auditorio colmado. Con base en la ciudad de Chicago, Keywell forma parte de diversas organizaciones que fomentan el crecimiento del ecosistema. Además, su compañía también usa su plataforma para resolver problemas sociales. Por ejemplo, en la frontera de Nepal, se utiliza su sistema de análisis de datos para reconocer patrones de trata de personas e intervenir antes. Es, además, el fundador de Future Founders, una organización sin fines de lucro que brinda educación empresarial e inspiración a los jóvenes de zonas vulnerables, y creó el Wndr Museum, donde presenta arte interactivo emergente.
Él y su esposa Kim son los creadores de la Fundación Keywell para apoyar a emprendedores sociales disruptivos, y firmaron The Giving Pledge en 2016, que compromete la mayor parte de su riqueza a la filantropía.
El tradicional casino y ópera de Montecarlo, sede de la apertura del evento.