Tierras raras. Pekín amenaza con un nuevo frente en la guerra comercial
China cree que su cuasimonopolio le da poder sobre los Estados Unidos, pero recortes en la provisión incentivarán a productores rivales.
Hace nueve años, la empresa de Ian Higgins en el noroeste de Inglaterra se vio sacudida por malas noticias llegadas de Volkswagen. Los precios de los metales raros estaban subiendo, así que la mayor automotriz de Europa advirtió que iba a interrumpir el uso en sus imanes de todas las aleaciones de tierras raras. Higgins se aprestaba a que otros clientes tomaran una medida similar, lo que pondría en riesgo su fábrica de aleacio
nes de metales Less Common Metals en caso de que la industria automotriz se distanciara de esa tecnología. Pero, para alivio suyo, el temor se extinguió.
Al menos hasta ahora. Las tierras raras, un grupo de 17 minerales que están empotrados en la vida digital, quedaron en el centro de la guerra comercial entre China y los Estados Unidos tras conocerse advertencias de Pekín de que podría interrumpir el suministro. Al igual que en 2010, cuando la suba de precios acompañó una disputa entre China y Japón, Higgins se enser frenta de nuevo a la perturbación de la oferta de materias primas.
En los últimos meses las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China alcanzaron un nuevo nivel. La decisión estadounidense de, en los hechos, excluir de su mercado a la empresa de telecomunicaciones china Huawei no solo fue un golpe a corto plazo a las exportaciones chinas sino que también podría perjudicar su iniciativa de largo plazo de reforzar la innovación. Pekín busca cómo responder y cree que los minerales raros podrían una importante arma estratégica.
El 21 de mayo, Xi Jinping visitó un fabricante de imanes con tierras raras en Ganzhou, en la provincia sudoriental de Jiangxi, lo que perturbó a los mercados internacionales. El discurso presidencial acerca de la autosustentabilidad reabrió un debate furioso respecto del dominio chino sobre una cadena de suministros que es crucial para las industrias militares y de alta tecnología.
“Si los precios vuelven a dispararse, la pregunta esencial será cuánto