Despliega sus alas
El turismo se consolidó como el cuarto generador de divisas para la Argentina. Cuáles son las perspectivas para una de las pocas industrias que creció este año. Los desafíos para que siga haciéndolo.
El sector turístico es una de las pocas industrias que logró crecer este año en el país, en un contexto de alta retracción del consumo ante la pérdida de poder adquisitivo por la fuerte inflación post devaluación del peso. Esa ecuación, que llevó a la caída del consumo local, impulsó un aumento del arribo de turistas extranjeros, especialmente de países vecinos, atraídos por un atractivo tipo de cambio relativo para viajar a la Argentina.
Este año, se estima que la Argentina recibirá 7,5 millones de visitantes extranjeros, un 8,7 por ciento más que durante 2018, según datos de la Secretaría de Turismo de la Nación. La cifra, que incluye tanto los ingresos por avión como por tierra o barco, estima ingresos por US$ 5760 millones por turismo receptivo (gastos de no residentes en el país), apenas un 0,1 por ciento mayor a 2018 –se explica por la devaluación del peso, que impacta en el resultado en dólares. Pero, con esos números, el turismo se posiciona como el cuarto sector generador de divisas para el país, solo detrás del complejo oleaginoso, el cerealero y la industria automotriz.
El dato no es menor. El sector generó US$ 12.721 millones al país durante 2018, si se suman los gastos por turismo receptivo e interno, aportando 1,09 millones de puestos de trabajo, el 5,4 por ciento del empleo nacional, según la Secretaría de Turismo de la Nación.
En el sector estiman que, de mantenerse un tipo de cambio competitivo y continuar o incluso ampliarse la mayor conectividad aérea internacional y de cabotaje, 2020 será un gran año para el turismo argentino, especialmente por el arribo de más extranjeros. “En los últimos años, la Argentina volvió a instalarse como un país para el turismo receptivo, en parte por la devaluación pero también por la mayor conectividad aérea. En los primeros ocho meses, crecimos a un ritmo del 8 por ciento en arribo de extranjeros. En tanto continúen las condiciones actuales de tipo de cambio y de conectividad aérea seguirá creciendo, si bien preocupa la medida cautelar que impide vuelos nocturnos en El Palomar. En estos últimos años, se volvió a instalar a la Argentina como país de turismo receptivo, porque
Turismo receptivo 5752 5756
Turismo interno 240.102
Mendoza antes resultaba cara para los extranjeros. De todos modos, resta resolver la fuerte presión impositiva, que impacta en más de 45 por ciento a los hoteles. El nuevo Presidente debe entender que no se puede trabajar con esa presión”, resume Aldo Elías, presidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT).
El potencial es grande. “Este año llegaremos a 7,5 millones de turistas extranjeros. Podría haber crecido más, pero luego de las PASO el envión se frenó un poco, especialmente en el segmento corporativo, aunque también en placer generó incertidumbre. Las noticias que hablan de manifestaciones o problemas en la Argentina inciden en la decisión de viaje de extranjeros. El turismo receptivo sigue creciendo, pero a menor ritmo”, explica el consultor ho
Noviembre 2019 jetivo de 12 millones si las condiciones están dadas y, también, si la oferta hotelera acompaña a la demanda”.
En este contexto, los hoteles mejoraron su ocupación en los dos últimos años y, con una recuperación de tarifas, también lo hizo su rentabilidad, especialmente los que trabajan en destinos que atraen al turismo internacional y los de gama media (tres estrellas) para arriba, con tarifas en dólares pero gastos en pesos. Según un informe de la consultora STR, especialista en datos y análisis del negocio hotelero, entre enero y septiembre la ocupación promedió 60,1 por ciento en todo el país, 1,2 por ciento menos que en igual periodo de 2018, mientras que en Buenos Aires se situó en 65,6 por ciento, 2 por ciento menor a un año atrás, cuando fue sede de grandes eventos internacionales, como los Juegos Olímpicos de la Juventud y las reuniones del G20, que terminaron con la Cumbre a fines de noviembre.
En dólares, la tarifa promedio (ADR) cayó 0,7 por ciento en Buenos Aires y 5,8 por ciento en todo el país. El Revpar, indicador que sirve para medir el negocio hotelero al tomar en cuenta el ingreso por habitación disponible, promedió en todo el país US$ 60,2, 6,9 por ciento menor a 2018, mientras que en la principal ciudad argentina fue de US$ 78,35, un 2,6 por ciento
Puerto Madero
La aerolínea low cost Fly Blondi planea reforzar su estrategia en Brasil y sumar nuevos destinos.
por debajo. Sin embargo, debe tenerse en cuenta la fuerte devaluación, ya que en pesos la tarifa promedio creció 66,3 por ciento en el país y 73,5 por ciento en Buenos Aires a septiembre, mientras que el Revpar en la moneda local escaló 64,3 y 70,1 por ciento, respectivamente, según STR. Un dato no menor, ya que gran parte de los gastos de los hoteles cotizan en pesos.
“La rentabilidad mejoró y oscila de 6 a 11 por ciento anual. Los tres y cuatro estrellas corporativos son los más rentables, menos expuestos a los vaivenes económicos”, comenta García Rosa. Al respecto, Elías, de la CAT, coincide en que la rentabilidad mejoró, pero no a todos les fue bien: “Los hoteles de mayor categoría y lujo, que atienden más a extranjeros, registraron buenos números, con tarifas en dólares y buena ocupación. Pero los de menor categoría, sobre todo de 1 y 2 estrellas, que cobran en pesos y están más enfocados al turismo interno, fueron muy afectados por la recesión”.
Según García Rosa, para que el arribo de extranjeros continúe creciendo faltan más hoteles, ya que en los últimos años no hubo grandes aperturas. “A Buenos Aires le faltan, como mínimo, de 2000 a 3000 habitaciones para llegar a 10 o 12 millones de turistas, la mayoría en tres y cuatro estrellas corporativos. Se abrieron más boutiques o cinco estrellas, pero la demanda que más crece es en gama media, y también son los más rentables. Mendoza, que se confirmó como wine destination, también necesitará más oferta, al igual que la Patagonia o nuevos destinos como los Esteros del Iberá”, advierte.
El consultor asegura que las cadenas miran con interés la Argentina, pero no terminan de identificar a los inversores que se animen a tomar el riesgo. “A los inversores les digo que, si hay un momento para hacerlo, es este. La rentabilidad se va a mantener y los hoteles son los desarrollos en real estate que más oportunidades ofrecen. El acceso a la financiación es un problema y sin crédito se complica, pero por eso muchos optan por el sistema de condohotel o fideicomisos para financiar la construcción”, explica García Rosa. “Hoy es más barato construir en dólares, pero está complicado conseguir terrenos; los dueños no quieren vender, y están a la espera”.
También el negocio de cruceros aportará esta temporada al turismo receptivo. Entre octubre y abril, se prevén 126 recaladas de barcos en el puerto porteño, 28,5 por ciento más que el verano pasado, según la Administración General de Puertos (AGP). Estos buques trasladarán 390.000 pasajeros, 11 por ciento más que el periodo anterior. Y el incremento se explica, sobre todo, por el mayor arribo de extranjeros. Desde
Noviembre 2019
MSC Cruceros y Costa Cruceros, las dos principales empresas que operan en el puerto de Buenos Aires, explican que, a fuerza de promociones, esperan transportar una cantidad similar de argentinos que la temporada pasada, pero que este año destinaron más capacidad en los buques que arriban a la ciudad para comercializar en Brasil y Uruguay.
Aerolíneas Argentinas apunta a mejorar el turismo receptivo de países limítrofes y Estados Unidos.