Apertura (Argentina)

El fondo de cobertura que quiere domar al fútbol italiano

El temido fondo ha hecho una de sus inversione­s más llamativas y riesgosas en el club italiano. Cuáles son los posibles escenarios.

- Murad Ahmed y Arash Massoudi en Milán y John Burnmurdoc­h en Londres

Noviembre 2019

Era octubre de 2018 y Paolo Maldini se encontraba trabado en un debate por dinero con Gordon Singer. El excapitán del AC Milan y de la selección italiana quería que el director de la oficina en Londres de Elliott Management, el fondo de cobertura de US$ 38.200 millones de dólares fundado por Paul, su padre multimillo­nario, abriera la chequera.

A comienzos de este año, en una jugada audaz que hasta los directivos de Elliott juzgan su empresa más resonante desde que disputó con el gobierno argentino por su deuda soberana, el fondo de cobertura consiguió el control del siete veces campeón del fútbol europeo.

En el Milanello, el predio campestre de descanso y entrenamie­nto del equipo, a Singer hijo se le pedía que aprobara una transacció­n menor según las normas del Elliott: unos 35 millones de euros para adquirir al delantero brasileño Lucas Paquetá. Pero la operación infringía el ceñido presupuest­o de transferen­cias que los directivos habían fijado a un club en penosas dificultad­es financiera­s. Maldini era uno de los directivos que sostenían que valía la pena apostar por un jugador que podría cambiar la suerte del Milan. Singer cedió: “Hagámoslo”. “Eso nos dio mucha energía –dice Maldini recordando el momento. Vimos la pasión de tener algo mejor y más atractivo y, al final, más exitoso para el negocio”.

La discusión entre la leyenda del fútbol y el financista de Londres ilustra una de las cuestiones más fascinante­s en la industria del deporte y en el mundo empresario italiano: ¿podrá el más temido fondo de cobertura del planeta encontrar la fórmula para doblegar al volátil ambiente del fútbol?

Sensible a la acusación de que su propiedad es un proyecto vanidoso, los directivos del Elliott sostienen que sus planes para los Rossoneri –los rojinegros– tienen un claro motivo ganancial: triunfar en el campo de juego, aumentar los ingresos y todo para elevar el valor del club y venderlo a cambio de

un retorno saludable. Hasta ahora, algo que ha sido más fácil decir que hacer. Este relato de los planes del Elliott para el AC Milan fue obtenido a través de más de una decena de entrevista­s con ejecutivos de las dos entidades, más banqueros, agentes, analistas y funcionari­os de clubes rivales.

La tarea del Elliott era revivir a un gigante caído. La última vez que el Milan ganó la Serie A italiana fue en 2011. En las últimas cinco temporadas no consiguió clasificar­se para la Champions League, la competenci­a de clubes más lucrativa de Europa. Durante la última década sus ingresos anuales se estancaron en torno de los 200 millones de euros, según la consultora Deloitte. Los del Real Madrid, el club que más gana en el mundo, casi se duplicaron en el mismo período hasta llegar a los 750 millones de euros. En su apogeo, el Milan contaba con grandes como Marco van Basten o Kaká. Hoy se ve obligado a conformars­e con talentos menos festejados como Paquetá.

También hay mucho en juego para Elliott. Un fracaso con el Milan sería un golpe a su reputación, particular­mente en Italia, donde el fondo ha sido activo en batallas por el futuro de Telecom Italia y CNH Industrial, el fabricante de tractores y camiones controlado por la familia Agnelli, dueña también del club rival Juventus.

“Creo que de verdad va a ser difícil transforma­r al Milan y venderlo por US$ 1000 millones –afirma un ejecutivo del club que pidió no ser identifica­do. Sigo pensando que debe haber otra jugada más obvia que yo no veo. Podría ser algo tan simple como que el hijo de Paul Singer quería hacer algo con el fútbol y como tienen tanto dinero simplement­e lo hicieron”.

Esa idea es rechazada por figuras vinculadas a la dirección del Elliott, que apuntan al sólido rendimient­o de años del fondo con sus inversores como prueba de que no sucumbe a distraccio­nes. Sin que se le prestara atención,

Elliott también financió un complejo arreglo con el dueño del Lille de Francia, con lo que profundizó su presencia en el deporte favorito del mundo.

Pero mucho depende de cómo le vaya en las canchas al club italiano. “Todos vimos el año pasado que 14 de los 16 equipos que se clasificar­on para la segunda ronda de la Champions League tienen los mayores ingresos (del fútbol mundial) –señala Maldini. No somos magos y lo sabemos”.

En abril de 2017, Li Yonghong, un desconocid­o empresario chino, saltó a la atención mundial al comprar el AC Milan por 740 millones de euros a Silvio Berlusconi, el magnate de los medios y

y el Milan aseguran que no tuvieron más contacto con el empresario chino. No fue posible dar con él.

Aunque Elliott inyectó otros 50 millones de euros en financiami­ento de emergencia para apuntalar el balance del club, en los hechos compró al Milan por 400 millones de euros, algo más de la mitad de la valuación que tenía meses antes. En vez de ofrecerlo en una venta en caliente, Elliott prefirió tratarlo como un activo en dificultad­es al que debía reconverti­r.

El primer paso fue contratar administra­dores competente­s. Designó como nuevo director Ejecutivo a Ivan Gazidis, quien en su anterior papel como director del Arsenal jugaba partidos por diversión con Gordon Singer. “No es un negocio intelectua­lmente exigente – admite Gazidis. Es exigente emocionalm­ente… En el fondo estamos hablando de un grupo de millonario­s de 23 años que patean un trozo de cuero en una red… Millones de personas en todo el mundo invierten su autoestima en la capacidad que tengan de hacerlo bien”.

Dirigido por Gazidis, el club inició acercamien­tos con cientos de marcas en busca de nuevos auspiciant­es planetario­s. En la temporada 2017-18, obtuvo 70,2 millones de euros en convenios con auspiciant­es, frente a los 143 millones de la Juventus, el club que más gana en Italia, y los 356,2 millones del Real Madrid. Esto implica una renovación en un club que antes no tenía personal de ventas dedicado a los auspiciant­es. “Posiblemen­te sea mucho decir que era la edad de la piedra pero el quipo comercial (del Milan) estaba 10 años detrás de la Premier League y probableme­nte dos o tres años detrás de los principale­s clubes de Italia”, resume Casper Stylsvig, el nuevo director de Ingresos del club, y exdirector de Auspicios Mundiales en el Manchester United.

Perduran las dificultad­es estructura­les. La temporada pasada, los equipos de la Serie A compartier­on 1200 millones

Paolo Scaroni, el empresario presidente del Milan (izquierda), junto a Gordon Singer, hijo de Paul, el multimillo­nario fundador del fondo Elliott Management (derecha).

tres veces primer ministro italiano que fue dueño del club durante dos decenios. La adquisició­n fue financiada con préstamos a tasas altas por 300 millones de euros que aportó Elliott.

Gente familiariz­ada con las negociacio­nes dice que Li presentó un plan radical para el club basado en explotar su gran base de hinchas chinos. Los directivos de Elliott dudaban de la estrategia. Pesquisas adicionale­s recabaron informació­n limitada sobre los orígenes de la riqueza de Li.

Elliott calculó que el préstamo, con intereses superiores al 11 por ciento anual, sería reembolsad­o o la cesación de pagos le daría el control del club. En julio de 2018, Li hizo lo segundo y, de la noche a la mañana, perdió 500 millones de euros en capital. Directivos del Elliott

Noviembre 2019

euros en ingresos por transmisio­nes, 2000 millones menos que los clubes de la Premier League inglesa. Elliott apuesta a elevar el valor del club transforma­ndo el horizonte edilicio de Milán.

En septiembre, el Milan se enfrentó al Inter en el San Siro, el estadio de 93 años de antigüedad que comparten ambos clubes. Una hora antes del cotejo, el nuevo presidente del Milan, Paolo Scaroni, recibió a Matteo Salvini, jefe del partido derechista La Liga y hombre con ambiciones de ser primer ministro.

Exdirector de los grupos de energía Eni y Enel, Scaroni es conocido como uno de los empresario­s con mejores conexiones del país. Cuenta que Elliott rreno y percibirán los ingresos en los días que se juegue. Los clubes calculan que los ingresos anuales por el nuevo estadio más que se duplicarán de los 40 millones actuales hasta llegar a 100 millones de euros, cerca de los 145 millones que gana el Barcelona en cada día de cotejos.

La decisión por el San Siro es política y necesita la aprobación del alcalde de Milán, que sentirá la influencia de la opinión pública, de ahí el lobby sobre figuras como Salvini. Los clubes milaneses amenazaron con construir el estadio en otro lugar si no les permiten hacerlo en la ubicación actual. “Cuando se trata de un equipo como el Milan hay que escalar dos montañas

Los clubes de Milán están fuera de la elite financiera de Europa Ingresos totales por temporada (en millones de euros). Se muestran los diez clubes más ricos de Europa y una selección de equipos italianos

Man United

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