Descubrir el valor
uso de plástico en el envase y el ahorro de agua. Otro ejemplo es Knorr Rinde Más, un producto 100 por ciento innovación argentina que aumenta el volumen de las comidas hasta un 50 por ciento”, ejemplifica Mariana Reñé, gerente de Sustentabilidad.
Quilmes es otra de las firmas que se siente responsable y prefiere hablar de crecimiento inclusivo de los negocios. Crecer, pero creando valor económico compartido. “Tenemos que crear marcas con propósito que contribuyan e impulsen la transformación cultural que implica el crecimiento inclusivo: centrarse en las personas para transformar positivamente el ambiente, las comunidades, el ecosistema con compañías aliadas, la cadena de valor y la sociedad en su conjunto”, dice Vanesa Vázquez que lidera el área de Crecimiento Inclusivo.
En la práctica, esto se refleja, por ejemplo, en Valor, una plataforma colaborativa de impacto social creada en 2019 para contribuir a reducir la inequidad social. “Buscamos generar más oportunidades, inclusión y abrazar la diversidad a partir de formar en gestión a líderes de organizaciones sociales”, señalan y destacan que en la pandemia la plataforma les sirvió para llegar con el Plan de Ayuda Humanitaria a más de 150 instituciones en más de 30 ciudades del país y fortalecer organizaciones de Villa Azul y Villa Itatí, en Quilmes, junto a voluntarios de la firma.
Con su plataforma 100+Sustentabilidad controlan sus objetivos con relación con el agua, la acción por el clima, la agricultura, el packaging y la cadena de Valor. En packaging buscan que el 100 por ciento de sus envases sean retornables o estén fabricados a partir de materiales reciclados; cuidan el agua en las cervecerías y en las comunidades en las que están presentes –en Mendoza lanzaron Sumá Nativas para regenerar la cuenca del Río Mendoza– y ya cumplieron la meta de 100 por ciento energía eléctrica renovable y redujeron 25 por ciento de las emisiones de carbono en su cadena de valor.
Para Insud, la crisis económica y social derivada de la pandemia demandó un involucramiento muy fuerte de parte de las compañías del grupo con sus distintos grupos de interés y se necesitó una mirada integradora que los alcance a todos.
“Reorientamos nuestro presupuesto de inversión social para atender mejor estas necesidades y estar presentes donde era prioritario”, dice Gabriela Del Ristoro, a cargo de Sustentabilidad. La empresa puso foco en lo ambiental y reconvirtió el programa de educación ambiental de Pomera Maderas, una de sus firmas, dirigido a escuelas de Corrientes y Misiones. Con videos, infografías, actividades lúdicas y herramientas de visual thinking hicieron contenidos de calidad y asequibles para niños y adolescentes con bajo acceso a conectividad y dispositivos móviles.
Para Claudio Giomi, gerente corporativo de Sustentabilidad de Arcor, el principal desafío de la estrategia de sustentabilidad de la firma es descubrir cómo le aporta valor al negocio: “Lo hace en términos de marca, de posicionamiento, de demostrar cómo la compañía hace su negocio; nuestro crecimiento está ligado al desarrollo social”.
La estrategia también les significa disminución de riesgos, de costos y aporte de valor a la marca empleadora. “Es bueno saber que trabajamos en una empresa que emplea a 255 personas con discapacidad”, ejemplifica.
El aporte de la mirada sustentable a la competitividad es importante. Por caso, la certificación en azúcar orgánica que lograron el año pasado significa producir más de 11 toneladas destinadas a mercados en crecimiento, europeos y de los Estados Unidos, con mejores precios.
“Las certificaciones nos permiten mejor posicionamiento y acceder a clientes que dan mayor valor a nuestro producto”, explica Giomi, para quien las empresas adoptan criterios sustentables por alguna de “las 3 C”: conveniencia –por ventajas de mercado–, coerción –por regulaciones o presiones competitivas– o convicción –una visión de construcción a largo plazo y de anticipación.
Otro ejemplo de logro es cómo alinearon su cadena de abastecimiento –más de 13.000 proveedores, 90 por ciento pymes– para que cumplieran estándares progresivamente. “Tenemos un índice Reconocer de calidad comercial y sustentabilidad que nos permite valorar el desempeño ambiental, social y comercial del proveedor y sobre eso fijar estrategias de trabajo”, explica. Acompañan, informan y reconocen al proveedor o lo sacan de la cadena, si no logran los estándares deseados.