Con sabor natural
Se quedaron sin trabajo y montaron una red de supermercados orientados a productos saludables con las lecciones que aprendieron en el mundo del retail.
Se conocieron trabajando en el supermercadismo, los echaron y, en vez de tirarse para atrás, montaron un negocio donde trasladaron todo su conocimiento del mundo retail a una nueva categoría. Mariano Díaz, Gastón Juri y Andrés Rexach son los fundadores de Eneldo, una cadena de supermercados naturales que se abre paso en un segmento en auge. Juri y Rexach compartían escritorio en Walmart.
Una noche en un bar se reencontraron con Díaz (que ya estaba fuera de la compañía) y les contó su idea de negocios: una dietética con centro de yoga que finalmente no prosperó. Al tiempo los dos también se quedaron sin trabajo y fueron a distintas entrevistas en otras empresas, pero sin que ninguna les convenciera mucho. “Incluso en una empresa me dijeron que por regla no se podía tomar mate”, recuerda Rexach sobre la experiencia que cada vez lo frustraba más hasta que recordó el proyecto de la dietética. “El rubro me gustaba y veía que gastaba lo que no gastaba en ningún lugar, pero faltaba una propuesta integral con surtido”, explica. Levantó el teléfono y reunió al equipo para arrancar juntos el camino emprendedor en 2017. Así, pusieron un primer local en Caballito, con la premisa de luego replicar el modelo, que fuera autoservicio y que pudiera ser manejado por terceros. “Tuvimos un montón de errores y un montón de aciertos y cuando estuvimos maduros, salimos con el segundo”, rememoran quienes hoy tienen un total de 19 locales (tres de ellos en obra y seis propios). El crecimiento al principio fue más orgánico, hasta que al tercer año comenzaron a franquiciar y pusieron el pie en el acelerador.
Por supuesto, su pasado en el supermercadismo ayudó, sobre todo en lo que fue la parte de negociación con proveedores y de acuerdos comerciales, lo que terminó decantando en que, cuando alcanzaron un volumen de venta suficiente, montaron una distribuidora en Boedo para abastecer los locales y venta mayorista.
“Muchas veces pasa con las franquicias que cumplen un tiempo, ya el franquiciado conoce el negocio y ¿por qué va a seguir pagando un royalty? Cuando armamos el modelo pensamos algo que sirviera a largo plazo. Al principio prácticamente no le cobramos nada hasta que el negocio camina. Entonces la distribuidora nace como un servicio a la franquicia: le vendemos más barato y lo que paga a nosotros por royalty se lo ahorra de comprarle a un distribuidor”, explica Juri y mencionan que tienen franquiciados todavía buscando locales. “Somos flexibles también en el sentido de que no tenemos la vaca atada, porque en la Argentina es imposible saber, y si vienen con propuestas, probamos”, agrega Díaz. En los locales hay amplia variedad de productos: orgánicos, frutas secas, refrigerados y congelados, sin