HACER DINERO
China frena la innovación privada en formas de pago e impulsa su propia moneda digital
En la última década, las empresas privadas en China abrieron el camino a la digitalización del dinero, como Tencent Holdings Ltd o Ant Group Co., que establecieron enormes cadenas de pagos privados y operaciones de critptomonedas que aportaron el combustible para el auge mundial del bitcoin. Su aparición fue una ruptura con la historia financiera china, que había estado dominada por un enérgico control centralizado. Ahora las cosas podrían estar volviendo a la normalidad.
“En los últimos años de este apogeo tecnológico por Internet, las empresas privadas se tragaron los mercados allí donde los reguladores habían quedado rezagados”, explica He Yifan, fundador y director ejecutivo de la startup de blockchain Red Date Technology Co., que trabaja estrechamente con la principal entidad de planificación económica de China. “Pero al final del día, el gobierno chino de cualquier modo va a intervenir y les pondrá freno”.
Esta primavera boreal reguladores chinos adoptaron las medidas más firmes hasta la fecha para reducir la minería de criptomonedas, el sistema contable que está en la base del bitcoin y otras divisas de tipo blockchain, lo que provocó la huida de los actores más importantes a Canadá, Rusia y otros países. En abril de 2020 China también empezó a probar su propia moneda electrónica –el ECNY, o yuan digital– un proyecto que podría colocar al gobierno en competencia más directa tanto con las criptomonedas cuanto con los sistemas de pagos empresarios.
La adopción de la moneda digital se corresponde con una campaña más amplia que busca afian
zar el control sobre las compañías tecnológicas obligando, por ejemplo, a que las empresas de pagos se sometan a las regulaciones bancarias tradicionales. El ECNY podría oficiar como respaldo para sistemas intrínsecamente imprevisibles, declaró en una reunión en marzo Mu Changchun, director del ala de investigaciones en monedas digitales del Banco del Pueblo de China. “Si les ocurriera algo malo, financiera o técnicamente, habría un impacto negativo en la estabilidad del sistema financiero en China”, advirtió.
Si el ECNY se afianzara, el banco central podría absorber depósitos de las redes de Ant y Tencent, lo que debilitaría su lucrativo negocio de préstamos y administración de riqueza. A las dos compañías podrían no quedarle más opciones que cooperar. Ambas anunciaron que están trabajando con el gobierno en el ECNY, sin dar más detalles. Mu afirma que el yuan digital no reemplazará a Wechat Pay o Alipay, que representan alrededor del 90 por ciento del mercado de pagos móviles de US$ 35 billones de China, según Bloomberg Intelligence. Cálculos de Bloomberg indican que el ECNY podría capturar alrededor del 9 por ciento del mercado chino hacia 2025.
La moneda digital también podría dar al gobierno un nivel de vigilancia que no sería posible con efectivo o con monedas digitales independientes. Esto podría ser útil para combatir el lavado de dinero, la evasión impositiva, el juego ilegal y otras actividades ilícitas. Pero también plantea dudas sobre las posibilidades de que la divisa se utilice para la represión política. Yao Qian, exdirector del instituto de moneda digital en el Banco del Pueblo de China, señaló en mayo que la intención de la entidad no era observar todas las transacciones en tiempo real.
Hasta ahora, China ha tratado de persuadir a la gente de que adopte el dinero digital, en vez de obligarlas. Ha regalado millones de dólares en fondos gratuitos, que la población puede gastar en comercios, incluso en las filiales chinas de firmas estadounidenses como Walmart o Mcdonalds. Empresas de Internet como el sitio de comercio electrónico Jd.com Inc y el sitio de viajes Trip.com Group Ltd también están probando el yuan digital como método de pago dentro de sus aplicaciones. Y el gobierno local de Xiongan, una zona urbanizada estatal y una red de innovación próxima a Beijing pagaron a algunos trabajadores en moneda digital. Está prevista una mayor utilización para los Juegos Olímpicos de invierno de 2022.
A fines de junio de 2022 unos 24 millones de personas y usuarios de empresas habían creado billeteras de ECNY, moviendo transacciones equivalentes a 34.500 millones de yuanes (US$ 5300 millones) para pagar cosas como servicios públicos, restaurantes o transportes, indican datos del banco central. Pero muchos clientes están satisfechos con los actuales servicios de pagos y no ven muchas ventajas en pasarse a la copia dirigida por el Estado. En abril medio millón de personas en Shenzhen fueron habilitadas para participar en la mayor prueba hasta la fecha del yuan digital, pero hubo pocos indicios de interés generalizado. “No me entusiasma para nada”, comentó Patricia Chen, una trabajadora de 36 años del área de telecomunicaciones. “Tendrán que ofrecer condiciones realmente preferenciales para atraer gente”.
China posiblemente tendrá más dificultades convenciendo al resto del mundo de que use el ECNY, en caso de que lo intente. El país está probando pagos interfronterizos en ECNY con Hong Kong, Tailanda y Emiratos Arabes Unidos. Las iniciativas provocaron críticas del gobierno de Biden, que sospecha que el yuan digital podría desatar un intento a largo plazo por socavar al dólar como moneda mundial de reserva.
El gobierno chino rechaza tales preocupaciones. Por tradición ha limitado la salida de capitales del país; esa es una de las razones que dio para justificar las restricciones a la conversión de yuanes a bitcoin. El gobierno tampoco se ha interesado por acumular los déficits presupuestarios que serían necesarios para ser la moneda mundial dominante, aclara Wolfgang Koester, experto en mercados monetarios en el proveedor de software de administración Kyriba Corp..
Pero grupos de investigación con apoyo estatal también propusieron emitir yuanes digitales en países vinculados con la iniciativa china del Cinturón y el Camino, a través de la cual el país está expandiendo su influencia mundial mediante la construcción de infraestructura en el exterior. Wilson Chow, experto en tecnología, medios y telecomunicaciones en la consultora PWC, afirma que el uso internacional del ECNY podría ser atractivo por motivos más prácticos. Esos beneficios podrían hacer que más países aceleren sus intentos por acuñar sus propias monedas digitales. “Estados Unidos no va a quedarse atrás –advierte. Habrá una carrera”.
THE BOTTOM LINE. Las empresas chinas han estado en la vanguardia de los pagos digitales y el bitcoin, pero el gobierno está retomando el control de la innovación financiera.