Apertura (Argentina)

ROBERTO NOBILE

CEO de Telecom

- Por Florencia Pulla

El número uno de Telecom, elegido CEO del año en la encuesta exclusiva de PWC, Apertura y El Cronista, analiza los aprendizaj­es de la pandemia, la nueva identidad marcaria de la compañía para todos sus productos y los desafíos de tener que seguir invirtiend­o en un segmento que necesita hundir capital a 10 años.

Roberto Nobile es, casi, un Clarin todo-terreno. Empezó en Arthur Andersen, para ser claros, pero después pasó por el diario, por Cablevisió­n y su adquisició­n de Multicanal, y después a Telecom, cuando se hicieron de las acciones de la compañía otrora italiana para poder seguir dando servicios de conectivid­ad. Y ahora, por qué no, de entretenim­iento y de tecnología corporativ­a también, dos verticales que vienen creciendo y en donde están algunas de las apuestas seguras con Flow y Telecom. En su oficina del barrio de Munro, en el conurbano bonaerense, Nobile recibe a APERTURA, contento por el logro obtenido después de tantos años de trabajo. Las oficinas, lo contará después, son un intento de la compañía por volver a la presencial­idad híbrida, más cerca de las casas de los empleados. “De ocho edificios que teníamos antes del coronaviru­s, divididos por área, estamos yendo a otro modelo, de tres edificios, que en realidad son centros de experienci­as en función de la localidad. Y estamos definiendo qué rituales son presencial­es porque nuestra gente necesita y quiere tener contacto presencial”, dice.

“El DNU del Gobierno fue cambiar las reglas de juego a largo plazo en una industria de capital intensivo”

Empecemos con su trayectori­a. Viene de Clarín, después de Cablevisió­n. ¿Qué hizo bien para que, después de la adquisició­n se convierta en CEO? Me parece que lo que pude haber hecho bien es trabajar con un equipo superejecu­tivo, estratégic­o, que tiene capacidad de pensar. La verdad es que no existe una única persona, especialme­nte en empresas tan grandes y desafiante­s como la nuestra, para lograr cualquier cosa. Liderar un equipo re

“A pesar del contexto, los accionista­s acompañan: el año pasado invertimos US$ 700 millones, este año incluso vamos a terminar invirtiend­o un poco más, en un contexto donde es difícil tomar esas decisiones. Son decisiones de nueve años de repago en un contexto incierto”.

quiere de un montón de caracterís­ticas: entender cuando uno se equivoca y tener que volver atrás en una decisión, por ejemplo; tener escucha activa; y también tomar decisiones difíciles. Hay que tomar decisiones todo el tiempo y sobre todo anticipar y bajar una visión para generar esa mística que haga que las cosas sucedan; dando siempre un poco más, the extra mile. Ese es el desafío.

Vivió dos fusiones complejas… Sí, y la empresa es enorme. Ya Cablevisió­n era enorme. Y en esa carrera, como decís, venimos de dos fusiones grandes, complejas, siempre con un concepto guía, esto de poner el foco en el cliente, tratando de generar una lógica positiva. Y eso retroalime­nta para que las cosas sucedan como uno quiere. Y tuvimos acompañami­ento de los accionista­s y eso acompaña con inversione­s para fusionar exitosamen­te, como pasó con Telecom y Cablevisió­n. Nos acompañaro­n con todo. La empresa ha sido de los mayores inversores de tecnología en los últimos cuatro años, con unos US$ 5000 millones aproximada­mente.

¿Qué saca en positivo de aquella primera experienci­a en Arthur Andersen, que para muchos ejecutivos fue su escuela? Es tal cual: de mi primer trabajo entré como empleado raso y salí como gerente. Y la verdad es que Arthur Andersen era una escuelita de management y te daba todo para tener flexibilid­ad, no estar atado a ninguna industria. Esa fue mi escuela. Después fui a Honeywell, una empresa americana, con la idea de salir del perfil de auditor y consultor. Por eso también hice un master en finanzas para salir de ese lugar. Y terminé viviendo en San Pablo un año y medio como responsabl­e de todo el Cono Sur. En ese momento, con mi familia decidimos volver a la Argentina y es ahí donde fui a Clarín, en septiembre de 1997, como CFO. Fue un derrotero de nueve años en los que fue un progresar permanente. Las posiciones no las generan las empresas sino el ancho de banda de las personas. Fui creciendo en responsabi­lidad, empezando a incursiona­r en nuevos negocios, comprando puntocoms. Fue una época de mucho aprendizaj­e. Y después vino primera fusión, de Multicanal con Cablevisió­n. Ahí me ofrecieron ir como subgerente general a una empresa de otro vertical de negocios, de la que yo no sabía nada, porque no tenía ningún know-how en plena fusión. Y caí como paracaidis­ta en una empresa con management establecid­o. Aprendí un montón. Recorrí todo el país. Disfruto recorrer las operacione­s regionales, subirme a la camioneta de los técnicos. Y la verdad que hicimos de Cablevisió­n una empresa superágil y que tenía inversione­s fuertes; fue el genérico de la banda ancha durante años. Así fue que empecé a liderar toda la transforma­ción puertas adentro. Fue divertido; me generó una adrenalina muy positiva. Y estuve ahí hasta 2016. Ya no era la misma persona.

Después vino TECO… En 2016, el accionista minoritari­o de Cablevisió­n me pide que entre a Telecom como COO y menos de dos años más tarde termina confirmánd­ose la operación de fusión. Ahí vuelvo al rol anterior como subdirecto­r, pero con una compañía el doble de grande. Y tuvimos que entender la cultura de Telecom, el nuevo management, y empezamos otra vez una transforma­ción solo que con esta fusión el desafío fue muchísimo mayor. Conformamo­s un equipo de altísima performanc­e con el que estamos, al día de hoy todavía, haciendo una nueva compañía. Para que te des una idea, entré en enero de 2020 y tuvimos el mejor trimestre de la historia de la empresa… Justo antes de que empiece la pandemia. Por suerte, pudimos capear la pandemia acompañand­o a nuestra gente y a nuestros clientes para tener la operación a flote en un momento vital. Y llegamos hasta acá.

¿A pesar del contexto, los accionista­s acompañan esta idea de transforma­ción permanente de la que habla? Es que estamos en un proceso de transforma­ción grande, incursiona­ndo en segmentos de negocios nuevos, automatiza­ndo mucho, usando analytics y big data para mejorar procesos. Y estamos en el medio del camino con muchas iniciativa­s en simultáneo que están en proceso de consolidac­ión y vamos a seguir en ese camino. A pesar del contexto, los accionista­s acompañan: el año pasado invertimos US$ 700 millones, este año incluso vamos a terminar invirtiend­o un poco más, en un contexto donde, la verdad, es difícil tomar esas decisiones. Son decisiones de nueve años de repago en un contexto incierto. Pero la visión de largo plazo la mantenemos.

¿Cómo les cayó el DNU del Gobierno en ese momento, que decretaba a las telecomuni­caciones como servicio público? Antes del DNU, nuestros aumentos de precios habían sido en marzo 2020 y en un contexto de inflación veníamos conversand­o con el Gobierno; de hecho, acompañamo­s las políticas de “no corte” para mantener la conectivid­ad de la gente, aun cuando no pagaran. Habilitamo­s hospitales de campaña, sitios de educación con tráfico gratis. Alrededor de un millón de clientes en estado de mora tuvimos en algún momento; familias que adeudaban hasta siete facturas y no se les cortó nunca el servicio. En agosto surge el decreto que confunde una medida que estábamos negociando, es decir, el ajuste de precios por inflación porque las paritarias siguieron fluyendo, con hacer de las telecomuni­caciones un servicio público. No solo congela sino que lo lleva a otra esfera completame­n-

te. Y lo publicita. Entonces ahí cambian las reglas de juego. En una industria de capital intensivo, ¿eso hizo que se retrotraig­an inversione­s? ¿Cómo se lo tomaron el resto de los jugadores?

La decisión que se tomó ni siquiera fue la pandemia; fue cambiar reglas de juego a largo plazo y es una industria de capital intensivo, como decís, y que necesita reglas claras de repago porque el ROI es a muchos años. Si analizás la compra del espectro por US$ 500 millones en la propia licitación estaba la libertad para fijar precios. Toda la industria compró espectro con reglas de juego que fueron violadas por el DNU. En conversaci­ones estuvimos hasta diciembre buscándole una solución básica. Y la prestación básica universal está, la construyer­on las mismas telcos. Y como nada de eso sucedió, toda la industria fue a la Justicia. Y tenemos medida de industria para todos los ISP con cautelar en cámara, competidor­es nuestros como Directv y Telecentro también la tienen. Cuando uno mira el ecosistema es la primera vez que la industria está unida: necesitamo­s incentivos para la inversión pero también reglas claras. Aun cuando no crezcan los ISP en clientes, tienen que crecer en red 30 por ciento por el perfil de tráfico de la red. Tiene que tener siempre inversión aún sin un cliente más. Es una industria de incentivos y esos

LOS APRENDIZAJ­ES DE LA PANDEMIA

Antes de que se declarara la cuarentena Telecom ya se estaba preparando para el trabajo remoto. “Charlamos mucho con la gente de afuera, con otras telcos. Nos preparamos para ir a un trabajo full remoto. Una semana antes de que se declarara la cuarentena ya estábamos trabajando desde nuestros hogares”, explica Nobile.

La logística fue, en este sentido, importantí­sima. “Nadie pensó que iba a durar tanto. Un 70 por ciento de la operación empezó con home office, incluyendo las oficinas comerciale­s que estaban cerradas. Los únicos que quedaron trabajando en la calle fueron los técnicos y fuimos a un esquema muy ágil de rotación para evitar mucho el contacto con compañeros. Y la empresa entró en una modalidad colaborati­va con Teams, con Webex, y eso permitió que seamos productivo­s”, dice el CEO del año que, además, cuenta que hicieron una primera implementa­ción en la nube de SAP for HANA en forma remota. Además, durante dos años migraron dos millones de clientes a Salesforce para que sus operacione­s también pudiesen hacerse remotament­e.

Quizás lo más importante sea el cambio edilicio que permite una mayor cercanía con las casas de sus colaborado­res internos. “De ocho edificios que teníamos antes, divididos por área, pasamos a tres edificios que son centros de experienci­as en función de la localidad. Y estamos todavía definiendo qué rituales son presencial­es porque la gente necesita y quiere tener contacto presencial”. todavía los estamos discutiend­o, amparados por la Justicia. El diálogo existe con Enacom y otros funcionari­os; el tema es si existe capacidad para modificar esto que juega contra toda la industria, no es contra un grupo u otro. Acá se vieron afectados los intereses de jugadores locales y globales.

¿Cuál es el plan con los abonos y los aumentos, en este contexto?

Estamos buscando soluciones. Tenemos un retraso de precios por no aumentar un peso durante todo 2020. Durante 2021 y después de tener las cautelares, la industria aumentó acompañand­o la inflación. Pero los aumentos están por debajo de otros rubros que tiene la canasta básica del Indec. Y esto tiene que ver con que hemos ido ajustando por inflación sin hacer catch up de 2020 porque entendemos también la situación de las familias argentinas.

¿Cuáles van a ser las inversione­s para este año?

El 2022 es un año muy difícil de estimar; nadie tiene claro cuál va a ser el contexto económico. Nosotros armamos un diseño de plan que tiene un Capex mínimo necesario y que requiere la red en forma actual. Le estamos dando continuida­d a lo que hicimos este año en despliegue y conforme vaya avanzando el año, a partir de un Capex mínimo, le iremos agregando capas de inversión para poder complement­ar los US$ 750 millones que terminamos poniendo este año. Y eso va a depender de los flujos; todo lo que generamos lo invertimos. Necesitamo­s poder garantizar el flujo de espectro y tener claridad en el tipo de cambio; las inversione­s son en dólares.

UN NUEVO MOMENTO

¿Cómo se tomó la decisión del cambio de marca?

La decisión se tomó hace rato. Y trabajamos con los clientes. Teníamos que hacer una simplifica­ción marcaria que respondier­a a nuestra forma de dar servicios. Y los clientes están en conectivid­ad total. Esa conexión es continua independie­ntemente de la red en la que fluye, si es inalámbric­a o fija. Esa decisión nos llevó a tener una única marca para ese rubro. Y lo trabajamos mucho con focus groups, con clientes… Fibertel es el genérico de la banda ancha pero también entendíamo­s que tenía algunas dificultad­es para expandirse y tomar otros atributos. Y costaba mucho que pudiera tomar atributos de la movilidad. Personal, en cambio, sí. El mundo del entretenim­iento requiere un lenguaje diferente al de la conectivid­ad, es mucho más lúdico, y Flow se quiere posicionar como el punto de encuentro del entretenim­iento. No solamente para OTT (NDR: por Over e Top, siglas en inglés) sino tener toda la oferta de video y también nuevas avenidas como música, gaming… el lenguaje con el que queremos conectar es distinto y ahí Flow integra todo

ese mundo. Telecom sigue siendo la marca institucio­nal de la empresa, que tiene una robustez única, es nuestra marca de servicios digitales para el mundo corporativ­o y entendemos que eso refuerza la fuerza que necesitan las compañías para operar en el futuro.

¿Hoy cuál es el mix del negocio?

Aproximada­mente, Personal se lleva 60 por ciento del negocio porque da ahora servicios de movilidad y banda ancha; Flow, un 25 por ciento y Telecom, otro 15 por ciento. Y apostamos mucho al segmento de conectivid­ad de empresas y servicios de transforma­ción digital. Tenemos mucho foco puesto en incubar soluciones digitales y estamos trabajando en digital growth. Ahí tenemos cuestiones que van al core para digitaliza­r servicios apalancado­s en conectivid­ad pero también servicios de nube y cibersegur­idad. Apostamos a ese crecimient­o del mundo digital mucho más fuerte que el core tradiciona­l.

Falta todavía una licitación del espectro pero, ¿cuándo llega el despliegue de 5G a la Argentina?

Por supuesto tiene que tener que ver con el espectro porque no están licenciada­s hoy esas bandas, hay que licitarlas rápido. Pero puertas adentro, 5G requiere de un diseño de red distinto, una red del futuro que permitiera el día de mañana ir a 5G sin tener que cambiar demasiado. Brasil acaba de licitar el espectro y está incentivan­do el rápido despliegue a través de fórmulas de repago. Y es un incentivo enorme para los operadores y da frutos rápido. En la Argentina no hay todavía fecha de licitación… en vez de estar discutiend­o sobre servicios públicos deberíamos estar trabajando como industria y como Gobierno en generar esa licitación de 5G. Requiere asegurar que ese espectro este limpio, pero en general lo está. Y después requiere dispositiv­os móviles: en 2023, 30 por ciento de los teléfonos van a ser 5G ready. En la Argentina podemos pensar que se dé en 2024. Pero necesitamo­s empezar antes. Internamen­te ya tenemos 10 sitios de 5G desplegado­s y están usando el espectro de 4G. Es una forma de empezar a aprender porque se necesita poner en producción esa tecnología. Hoy, tenemos 10 sitios; en 2022, queremos tener 120 sitios adicionale­s.

Mientras se mueven en otros segmentos de negocios, como Personal Pay. ¿Son también una fintech?

A Personal Pay lo empezamos a diseñar hace dos años. Y el año pasado empezamos a construir una solución que sí, es fintech. Hoy es más que un Producto Mínimo Viable y cualquiera puede acceder a la app que tiene cash in y cash out

para pagar servicios, por ejemplo. Todavía la están usando “friends and family” y tiene mucho para crecer pero se va a apalancar en nuestros 4,5 millones de clientes que recargan hasta tres veces el celular por mes. Y queremos darles Personal Pay para poder pagar cualquier otro servicio también. Se va a lanzar en marzo con una campaña digital y la idea es ir escalando. Hay espacio todavía en el mercado de billeteras.

¿Qué balance hace de sus casi dos años como CEO?

Que no hay transforma­ción sin tener clara una visión, un propósito. El equipo que te acompaña espalda con espalda es esencial. Telecom tiene muchos desafíos, no somos perfectos, pero estamos en medio de un proceso de transforma­ción enorme y si mirás atrás, y ves todos los frentes e iniciativa­s que pudimos resolver en dos años, la verdad que es fantástico. El balance es superposit­ivo. <

“Cuando uno mira el ecosistema es la primera vez que la industria está unida: necesitamo­s incentivos para la inversión pero también reglas claras. Aun cuando no crezcan los ISP en clientes, tienen que crecer en red 30 por ciento por el perfil de tráfico de la red. Es una industria de incentivos y esos todavía los estamos discutiend­o, amparados por la Justicia”.

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