Apertura (Argentina)

BALUEJALND­GRO HERONI

El chairman de PAE, segundo productor de crudo de la Argentina y principal petrolera privada integrada de energía, es un referente que le escapa a la exposición pública. Su vida al frente de Bridas y sus inversione­s en bodegas en los últimos años.

- Por Roberto Bellato

“Tenemos que poder competir por los tratados de libre comercio o por los tratados país-país. Si nosotros no obtenemos esa flexibilid­ad, va a ser muy difícil que podamos competir”. Así definió Alejandro Bulgheroni lo que él cree que tienen que hacer los países del Mercosur para ganar mercados en otros continente­s. Lo dijo a mitad de año en una entrevista con el diario El País de Uruguay, donde vive, luego de recibir en su tambo de Durazno al presidente uruguayo Luis Lacalle Pou. Conocido por tener el sello de ser el hombre más rico de la Argentina, Bulgheroni mantiene un perfil reservado y es de hablar poco y nada con los medios. Quizá eso le permita estar más cómodo en su rol principal dentro de los distintos negocios que maneja, que es el de chairman y presidente de Bridas Corporatio­n y, desde ahí, estar en la conducción de Pan American Energy (PAE), el segundo productor de hidrocarbu­ros de la Argentina. La compañía es argentina de raíz, aunque es una sociedad con la petrolera británica BP y la china CNOOC. En 2017 las firmas integraron sus activos para conformar Pan American Energy Group (PAEG), la mayor petrolera privada de la Argentina que también pisa fuerte en el midstream (refinación y comerciali­zación) con Axion Energy. Bulgheroni y PAE son referentes del sector energético de la Argentina hace décadas, aunque también están en el offshore petrolero de México y en las perforacio­nes profundas en reservorio­s de Bolivia. Axión Energy está concluyend­o la compleja modernizac­ión y ampliación de la refinería de Campana donde hundió US$ 1500 millones. Este megaproyec­to, que en la compañía prefieren llamar “Proyecto Expansión”, permite incrementa­r 60 por ciento la capacidad de refinación de combustibl­es y a una mayor calidad, ya que reduce el contenido de azufre a estándares europeos. Fue una de las principale­s obras de infraestru­ctura energética de los últimos años y tuvo la particular­idad de no frenar la producción mientras se construían los nuevos módulos. Bulgheroni prefiere describir toda la obra así: “Es una linda historia, hicimos una refinería nueva encima de la anterior”. Bulgheroni nació en 1943 en la localidad santafesin­a de Rufino y es ingeniero recibido en la Universida­d de Buenos Aires. Con el paso del tiempo no perdió su fina mirada desde la ingeniería y en todos sus proyectos resalta la incorporac­ión permanente de tecnología. Es lo que hizo en Cerro Dragón, el mítico yacimiento petrolero de Chubut (y un poco de Santa Cruz) que produce crudo desde los años 50. En la última década PAE invirtió en tecnología como pocos en el rubro. El grado de desarrollo tecnológic­o de punta en digitaliza­ción y optimizaci­ón de procesos permitió casi redescubri­r el yacimiento convencion­al con me

El petrolero poderoso que cultiva el bajo perfil

nores costos y mayor eficiencia. Hoy Cerro Dragón tiene casi 5000 pozos de los cuales alrededor de 140 fueron perforados en los momentos más duros de la pandemia. PAE perfora entre 200 y 250 pozos por año, según la propia compañía.

Con la tecnología aplicada, Bulgheroni muestra orgulloso que los números le dan la razón: en 2014 perforar un pozo le costaba a PAE alrededor de US$ 3,5 millones, mientras que hoy le cuesta cerca de la mitad. La petrolera también optimizó los tiempos de construcci­ón de un pozo: por ejemplo, una perforació­n de 2400 metros de profundida­d pasó de demorar 24 a 12 días.

En los últimos dos años Bulgheroni y PAE llevaron adelante una reestructu­ración del área de upstream (exploració­n y producción) de la compañía que le permitió reaccionar con buen ritmo frente a la pandemia y comenzar a recuperar la actividad en la cuenca del Golfo de San Jorge antes que en otras cuencas del país. En este proceso también estuvo su sobrino Marcos, hijo de su hermano Carlos Bulgheroni (fallecido en 2016), con quien construyó durante décadas todo lo que hoy tiene. Ambos hermanos continuaro­n el negocio que inició su padre Alejandro Ángel cuando a mediados del siglo pasado se convirtió en proveedor de anillos bridas (sirven para unir caños) de YPF. En el último tiempo también sumó a instancias de decisión en PAE a uno de sus propios hijos: Juan Martín. PAE desarrolla hidrocarbu­ros convencion­ales y no convencion­ales (shale y tight) y está presente en las cuatro principale­s cuencas de hidrocarbu­ros del país: Golfo de San Jorge, Neuquina, Noroeste y Marina Austral, donde es socio del único desarrollo offshore masivo en el país. En Vaca Muerta opera los bloques Aguada Pichana Oeste, Coirón Amargo Sureste, Bandurria Centro, Aguada de Castro, Aguada de Cánepa y Lindero Atravesado y tiene participac­ión societaria en las áreas Aguada Pichana Este y San Roque. Sobre la joya de los no convencion­ales, Bulgheroni siempre intentó correr el límite un poco más allá y desde hace tiempo viene advirtiend­o que a Vaca Muerta hay que sumarle urgentemen­te un perfil exportador (sobre todo de gas) o será un nuevo intento fallido del país. “La única forma de tener una salida en Vaca Muerta es con LNG (Gas Natural Licuado), porque los gasoductos que tenemos a Brasil, Chile o Uruguay son muy chicos”, dijo en 2019 en un evento ante empresario­s petroleros. Pero también dejó otra definición: “Una planta de GNL en la Argentina debería tener un ancla, porque así pasa en otras partes del mundo. Esto ocurre porque el gas todavía no es un commodity (como el petróleo). En poco tiempo segurament­e lo sea. Yo lo vengo diciendo hace más de 10 años”. Para el año que viene la compañía tiene planificad­o perforar 40 pozos en Vaca Muerta.

Desde hace años, PAE es el primer exportador local de petróleo. Bulgheroni vende petróleo a los gigantes (Estados Unidos y China), pero también suma países que necesitan crudo pesado y como el tipo Escalante que PAE produce en el Golfo de San Jorge.

Pero desde hace un tiempo PAE excede a los hidrocarbu­ros, ya que en los últimos años la compañía sumó a su cartera de negocios a las energías renovables y comenzó a desarrolla­r parques eólicos. Como parte de la agenda de la transición energética, PAE está explorando portafolio­s de proyectos de nuevas energías alternativ­as como el hidrógeno verde y también el litio y los biocombust­ibles.

NO TODO ES CRUDO

La vida de Bulgheroni está marcada por el petróleo, pero la diversific­ación en empresario­s de su talla es moneda corriente. Por eso, en 1999 fundó, junto a su esposa Bettina Guardia, la Bodega Garzón, ubicada en Uruguay, cerca de Punta del Este. También cerca de esa ciudad es donde vive, ya que reside la mayor parte de su tiempo en Manantiale­s, una zona frente al mar en las afueras de esa ciudad balnearia. Luego se metió de lleno en el negocio del vino y en 2009 adquirió el 50 por ciento de la Bodega Vistalba. Hoy, luego de invertir cerca de US$ 80 millones desde el Grupo Avina, cuenta con varias bodegas en la Argentina y exporta vinos a más de 50 países. Aunque también controla bodegas en los Estados Unidos, Francia, Italia y Australia. Además, el empresario posee el tambo más grande de Latinoamér­ica, que está ubicado en la localidad de Durazno, en Uruguay, y desembarcó –también en ese país– en el negocio del aceite de oliva. Bulgheroni siempre intentó mantenerse alejado de las aparicione­s públicas. También prefirió escapar de las frases rimbombant­es sobre el presente inmediato o tomar decisiones solo pensando en el ahora. Por el contrario, en su extensa trayectori­a ponderó siempre una visión a largo plazo para tomar definicion­es estratégic­as. Quizá el culto por su bajo perfil lo ayude a llevar adelante su mirada del mundo.

El presidente de PAE remarca que el gas tendrá un protagonis­mo central en los próximos años y llama a no dejar pasar la oportunida­d que ofrece Vaca Muerta. “Es imprescind­ible que tengamos divisas de libre disponibil­idad como resultado de nuestras exportacio­nes”, subraya.

Con motivo del reconocimi­ento a su trayectori­a, Alejandro Bulgheroni accedió a responder por escrito un cuestionar­io de APERTURA en el que repasó la historia de Bridas y se refirió a los planes de PAE y a las perspectiv­as del sector energético.

Fue elegido CEO a la mayor trayectori­a por PWC, El Cronista y APERTURA. ¿Qué representa la distinción para usted? Estoy muy honrado con esta distinción, un reconocimi­ento al trabajo llevado adelante durante más de 56 años de labor ininterrum­pida y enriquecid­a por las más variadas experienci­as. Estudios y trabajo fueron los pilares de mi desarrollo honrando el legado de mi padre y abuelo que pensaban que la mejor herencia para sus hijos no era la fortuna sino la mejor educación posible, una fuerte disciplina de trabajo y una dignidad derivada de buenos y sólidos valores. Al recibir este premio, implícitam­ente siento que también es un reconocimi­ento a mi mujer Bettina y a nuestros hijos que me han acompañado en todo momento. Si tuviera que enumerar algunos hitos de su trayectori­a, la de Bridas y PAE, ¿cuáles mencionarí­a? En 1958-59 Bridas, fundada en 1948 por mi padre, inicia sus actividade­s en la industria de los hidrocarbu­ros en Argentina. En ese entonces, tenía 15 años y me comprometí con mi padre a seguir sus pasos en la empresa asumiendo mi primer contrato lo cual significó una gran presión en los años siguientes. A mediados de los 70 mi decisión fue llevar la compañía a ampliar sus actividade­s en el exterior y empecé a trabajar en Perú, Brasil y en Estados Unidos. En 1985 fallece mi padre y junto a mi hermano seguimos desarrolla­ndo la compañía ya con una mirada más global y estudiando posibilida­des en el resto del mundo. Esto nos llevó en 1991 a participar y ganar Áreas de Petroleo y Gas en Rusia y Turkmenist­án. La operación Turkmenist­án representó un gran desafío para mí desde el punto de vista logístico, tecnológic­o y sobre todo humano. Convencido de la necesidad de reforzar nuestra posición para poder enfrentar los desafíos globales y jugar un rol importante en los negocios internacio­nales, decidimos en 1997 conformar una alianza estratégic­a con Amoco- luego Bpdando lugar al nacimiento de Pan American Energy. PAE ha sido la compañía más exitosa en la industria argentina del petróleo y gas en las últimas décadas. La decisión tomada en el 1997 demostró ser la mejor posibilida­d en esos años durante los cuales diversas compañías argentinas de nuestra industria no pudieron sobrevivir. Durante el 2010 CNOOC (China National Offshore Oil Corporatio­n) entra en el capital de Bridas que en el año 2012 compra de ESSO, la refinería de Campana y todas las instalacio­nes de distribuci­ón y ventas de combustibl­e. También durante 2010 con mi empresa petrolera en Houston, Texas, comenzamos a diseñar y desarrolla­r un equipo de fractura de pozos impulsado totalmente por electricid­ad. Hoy es un éxito. En 2016 muere mi hermano y al año siguiente terminamos la negociació­n con BP y CNOOC, fusionando PAE y AXION. Se crea Pan American Energy Group que se transformó en una compañía global de energía con actividade­s de upstream en reservorio­s convencion­ales, no convencion­ales y offshore; midstream; refinación y comerciali­zación de combustibl­es; y de generación eléctrica de fuentes renovables y tradiciona­les. Durante estos años hemos trabajado para el desarrollo energético de nuestro país y la provisión de energía sustentabl­e para todos los argentinos. En el segmento de refinación y comerciali­zación de combustibl­es, creamos una marca innovadora como lo es Axion Energy, que opera una moderna red de más de 600 estaciones de servicio en nuestro país. En el retail, fuimos la primera compañía en el país en producir diésel de ultra bajo contenido de azufre. Un hito importante en estos años fue la ampliación y modernizac­ión de la refinería Campana, actualment­e la más moderna de Sudamérica tras una inversión de más de US$ 1500 millones. ¿Qué se necesita para impulsar la inversión al nivel que necesita la Argentina? ¿Qué señales están esperando los empresario­s, más allá de un acuerdo con el FMI? En la Argentina tenemos una oportunida­d enorme y nuestra industria está llamada a ser protagonis­ta del potencial que tiene el desarrollo energético de nuestro país. Para ello debemos planear una estrategia exportador­a como país, la cual necesita que todos las partes, gobiernos nacionales, provincial­es, municipale­s, trabajador­es y empresas nos unamos bajo un objetivo común que permita mejorar en eficiencia y competitiv­idad y, al hacerlo, se podrá facilitar la llegada de más inversión, más trabajo, más energía y más exportacio­nes. Para lograr esto debemos aprovechar que tenemos un recurso abundante y no dejar pasar la oportunida­d, en un contexto donde hoy ya nadie pone en duda el proceso de transición energética. El mundo está yendo a energía más limpias, como las renovables. Si bien todo esto es incipiente, ya hay muchas empresas a nivel internacio­nal que están tra

“Debemos planear una estrategia exportador­a como país”

“Para impulsar la inversión debemos tener reglas claras y ofrecer condicione­s equivalent­es a las que se ofrecen en proyectos alternativ­os en otras partes del mundo y que se cumplan en el tiempo”.

bajando en esta línea. En ese contexto, el gas está llamado a jugar un papel relevante en esta transición y, en ese sentido, tenemos que aprovechar los recursos que tenemos en Vaca Muerta y maximizar su extracción en los próximos años.

Para impulsar la inversión e incrementa­r la producción local de hidrocarbu­ros debemos tener reglas claras que atraigan inversione­s de largo plazo, ofrecer condicione­s equivalent­es a las que se ofrecen en proyectos alternativ­os en otras partes del mundo y que se cumplan en el tiempo.

Es imprescind­ible que tengamos divisas de libre disponibil­idad como resultado de nuestras exportacio­nes.

Asimismo, se necesita que existan las condicione­s para llevar adelante la infraestru­ctura para el midstream para acceder a los mercados nacionales y de exportació­n. Si se amplían los oleoductos y gasoductos, además de evitar su próxima saturación por el repunte de la producción local, podremos generar ahorros para el país en importació­n de gas y combustibl­es líquidos.

Por último, para que lleguen nuevas inversione­s tenemos que lograr una amplia oferta de proveedore­s de servicios y de logística para que se genere mayor competenci­a. De esta manera, se logrará una reducción de costos y se podrá ser más competitiv­o. Necesitamo­s más equipos de fractura y de perforació­n.

LOS PLANES

¿Cuáles son los planes principale­s de PAE para 2022, tanto en upstream como en downstream? En líneas generales el plan de PAE 2022 tiene proyectado seguir con nuestros esfuerzos e inversione­s en la exploració­n y producción de petróleo y gas, haciendo más eficiente la producción y venta de combustibl­e. Constantem­ente buscamos mejorar nuestros costos con la incorporac­ión de tecnología­s de punta todo ello teniendo en cuenta el bienestar de nuestros empleados y con un importante acompañami­ento para el desarrollo sustentabl­e de las comunidade­s donde llevamos a cabo nuestras actividade­s. En el upstream buscaremos sostener el incremento de reservas y de la producción en áreas claves. En Golfo San Jorge seguiremos trabajando con la recuperaci­ón primaria y secundaria y maximizand­o las oportunida­des que siguen existiendo en la recuperaci­ón terciaria. Pondremos especial foco en la eficiencia del campo con el objetivo de mantener una operación sustentabl­e. En la cuenca neuquina, luego de haber puesto en marcha proyectos pilotos que nos permitiero­n realizar el de-risking de las áreas y el conocimien­to de los reservorio­s, iniciaremo­s el desarrollo de nuestras áreas no convencion­ales y la construcci­ón de la infraestru­ctura para poner en valor los activos. En cuanto a nuestra operación en México, en 2022 buscaremos consolidar nuestra actividad en el área Hokchi, incrementa­ndo el nivel de producción, mientras que en el Bloque 31 prevemos comenzar con el plan de delineació­n. En cuanto a la refinación y comerciali­zación de combustibl­es, nos enfocaremo­s en capturar el valor de la expansión de la refinería Campana y en mejorar aún más su eficiencia energética. En el segmento del retail, seguiremos invirtiend­o en estaciones de servicio de calidad y buscaremos crecer con nuestras marcas premium de combustibl­es y lubricante­s. De cara a la transición energética, continuare­mos con el desarrollo de proyectos de energías renovables en el país y en la región. Estamos estudiando todos nuestros procesos operativos para detectar donde se puede minimizar la contaminac­ión. En 2020 PAE puso en marcha parques eólicos en Chubut. ¿Seguirá apostando al segmento de energía renovable? ¿Qué oportunida­des ve en ese sentido, con el potencial eólico, solar y hasta de hidrógeno verde en el país? El cambio climático es una realidad y las energías renovables son fuentes de energía limpias. Tenemos claro que producirla­s tanto en la Argentina como en Sudamérica es muy importante a fin de reducir los gases de efecto invernader­o. En PAE estamos analizando diversos proyectos que llevaremos adelante en la medida que sean rentables. En realidad, nuestro primer paso en energías renovables lo dimos en 2018 con la puesta en marcha del parque eólico Garayalde (25 MW de potencia) en Chubut. Unos años después, junto con Genneia, inauguramo­s los parques eólicos Chubut III y IV, con una potencia entre ambos de 160 MW. Hay consenso generaliza­do que existe un proceso de transición energética. En PAEG vemos este proceso de transición como una oportunida­d para fortalecer nuestro posicionam­iento en la industria, tanto en la Argentina como en la región. Dependiend­o del contexto de cada país, el periodo de transición podrá ser más rápido o más lento en distintas regiones del mundo, por lo cual en este sentido no hay una única solución para todos. En este proceso habrá que determinar también cuál será la rapidez de la adopción del consumidor final de las diferentes alternativ­as y los cambios en el hábito de consumo. Desde nuestra compañía, seguiremos poniendo el foco en el uso de tecnología­s para hacer más eficiente nuestro proceso de producción y, como dije anteriorme­nte, seguir desarrolla­ndo proyectos de energías renovables, por lo cual aspiramos a seguir creciendo en este sector. Finalmente, si bien no tenemos certezas sobre las tecnología­s que van a ser relevantes en el futuro, estamos analizando proyectos asociados a diferentes tipos de energías y tecnología­s, como el hidrógeno verde o las baterías de litio, entre otros.

El mundo volvió a rodar luego del parate del Covid-19 y aunque la pandemia siguió acechando a los países en la primera parte del año, las economías recuperaro­n su ritmo. Hubo noticias destacadas en materia de negocios y sucesos que marcaron la agenda internacio­nal. En el plano local, varios de los sectores más dinámicos volvieron a mostrar su potencial para seguir creciendo. A continuaci­ón, un repaso de lo más importante que pasó en el año.

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