Renta inesperada y retenciones
Si bien no se conocen detalles ni cómo se implementaría, el gobierno evalúa avanzar con un impuesto a la “renta inesperada” que afectaría a aquellas empresas (no solo del agro) que tuvieron ganancias superiores a los $ 1000 millones en el último año. Sobre esto, Agustín Tejeda (Bolsa de Cereales de Buenos Aires) señaló que “las políticas domésticas agropecuarias provocan una reducción en los ingresos de los productores y dañan los incentivos a la producción. Esto hace que la Argentina reaccione en menor manera a la oportunidad que el mundo está dando a la agroindustria. Son políticas que hacen que tengamos un crecimiento mucho menor al promedio mundial”. Por su parte, Gonzalo Herran (CREA) advirtió que “a largo plazo no se puede estar creando impuestos permanentemente porque se va desalentando la inversión. Otra cuestión insostenible es que un país cobre impuestos por exportar. No se puede pretender exportar más y al mismo tiempo desincentivar la inversión. En el corto plazo, el problema que tenemos con el impuesto a la renta inesperada es que es la creación de algo que ya existe. Es rarísimo, porque se trata de la renta superior a lo provisto que ya está gravada por el impuesto a las Ganancias”.