El huevo o la gallina
¿Los millennials se gastan sus sueldos en viajes, recitales, Netflix y Starbucks y por eso no pueden ahorrar o no pueden ahorrar y por eso gastan sus sueldos en viajes, recitales, Netflix y Starbucks? El viejo dilema de qué viene primero, si el huevo o la gallina, aplicado ahora a los que ya no son tan jóvenes, los ejecutivos de nivel medio que hoy tienen entre 30 y 35 años, que ganan bien y que, sin embargo, prefieren ir a ver a Coldplay —que llenó 10 estadios River Plate en medio de una recesión— que seguir ahorrando para una gratificación a largo plazo —la casa propia— que parece cada vez más lejana. No ocurre solamente en la Argentina, un país en el que, cerrado el 2021, se registraron menos de 29.000 operaciones inmobiliarias, uno de los peores años de los que se tenga memoria. También en los Estados Unidos y en muchos países de Europa, los jóvenes prefieren satisfacciones inmediatas —los viajes, las experiencias, el placer— a ahorrar para el down payment de una casa, una facilidad financiera sin la cual serían todavía menos los que acceden a un inmueble. Generation rent o “generación de alquileres” suelen llamar sarcásticamente a las personas que comparten mi rango etario. Las cifras están de nuestro lado, millennials, no se desesperen en explicarle a la tía por qué todavía no sientan cabeza. Ocho de cada 10 personas pertenecientes a la generación Y que alquilan y que quieren comprar eventualmente una casa, tienen menos de US$ 10.000 ahorrados según un informe de Homeownership Lists del 2021. No es capricho: en la Argentina, las sucesivas recesiones que atacaron al país, la inflación que degrada el salario y la falta de créditos hacen muy difícil escalar de inquilino a propietario. Quizás por eso aparece una nueva clase de ahorro: ya no es más “retírese rico” sino más bien lograr el retiro sin dejar de vivir el ahora. Este año, 2022, fue el éxito de algunas inversiones que permitieron si bien no ganar, al menos no perder contra la inflación que será cercana al 70 por ciento, la más alta en tres décadas. De este dilema hablan los millennials en primera persona en la nota de tapa de esta edición de revista apertura: la dificultad de acceder a un inmueble si no se hereda, la preocupación por mantener el valor de sus pesos, el gusto por las inversiones arriesgadas y, por sobre todo, su entusiasmo por la vida. Carpe diem.
Hasta la próxima.