Central de startups
Los capitalistas de riesgo que emigraron a América latina se aprestan para un cambio.
Por un instante candente no hubo mejor lugar que América latina para los emprendedores que buscaban financiamiento. El año pasado las startups allí radicadas juntaron US$ 16.300 millones –más que en todo el decenio anterior– y convirtieron a esa región en la que tuvo el crecimiento más rápido en financiamiento de riesgo de todo el mundo. Pero casi con la misma velocidad los fondos se están secando.
En todas partes los inversores se retiran de apuestas riesgosas, en tanto los bancos centrales contraen décadas de estímulo para dominar la inflación disparada. Y América latina es de las zonas más riesgosas, un mercado emergente plagado de volatilidad, reducción en la liquidez, corrupción y convulsiones políticas.
Este giro podría ser especialmente doloroso para la veintena de los llamados unicornios latinoamericanos, startups en etapa avanzada valuados cada uno en unos US$ 1000 millones. Podrían ser inevitables las fusiones a medida que algunos eliminan planes de recaudar más dinero y se concentran en reducir costos y despedir gente. “Será un ajuste violento, con algunas injusticias”, advierte Martín Escobari, director para América latina en la firma de fondos privados General Atlantic, quien en dos décadas de inversiones en la