Los riesgos de la potencia
En ese poder computacional reside su riesgo: si una computadora cuántica es capaz de resolver situaciones extremadamente complejas, seguramente puedan “romper” los códigos de seguridad. Mario Micucci, investigador de seguridad informática de ESET Latinoamérica, empresa especializada en este punto, asegura que habrá un cambio en la forma de encriptar los datos. “Hoy las computadoras cuánticas no tienen el poder de descifrar la mayoría de nuestras formas actuales de encriptación, pero en el futuro seguramente podrán hacerlo, por lo que debemos adelantarnos a las amenazas y encontrar soluciones que estén a las alturas desde ahora, antes de que sea demasiado tarde”, dice.
El cifrado RSA actual que es utilizado particularmente para enviar datos confidenciales a través de Internet se basa en números de 2048 bits y se estima que una computadora cuántica necesitaría ser tan grande como 70 millones de qubits para romper ese cifrado. En la actualidad, la más potente es de 53 qubits (de IBM). Parece faltar bastante. Sin embargo, recientemente se anunció que Google y el Instituto Real de Tecnología KTH en Suecia encontraron una forma de descifrar un número de 2048 bits en solo 8 horas con 20 millones de qubits. Con esto en mente, el NIST (Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de Estados Unidos) está evaluando 69 nuevos métodos potenciales de criptografía poscuántica (PQC) y también existe el desarrollo de QKD (quantum key distribution) que utiliza las propiedades de la física cuántica para transferir de forma segura una clave cuántica entre dos puntos finales.