¿Vuelven las inversiones?
El resultado de las elecciones de Brasil genera expectativas positivas. Sin embargo, el escenario económico desalienta los desembolsos en la Argentina.
El esquema político en América latina se reorganizó tras las elecciones en Brasil, que dieron como ganador a Lula da Silva, con una postura de izquierda. En línea con el gobierno oficialista en la Argentina, las autoridades locales ven con buenos ojos la nueva etapa de gestión del expresidente de Brasil. ¿El motivo? Durante la primera presidencia de Lula se registró el período de mayor avance de inversiones brasileñas en el país, con jugadores como Petrobras, Loma Negra y Alpargatas realizando importantes desembolsos productivos. Sin embargo, diversas variables permiten proyectar que de cara al 2023 la situación no será tan propicia para el desembarco y la inversión de firmas de capitales brasileños. Entre ellos figuran las trabas a las importaciones, la dificultad para acceder a divisas, la incertidumbre económica y las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo el año que viene en la Argentina. En el medio, el Mercosur se puede afianzar como un aliado estratégico o puede profundizar su postura de “lastre” para la región. Para Marcelo Elizondo, especialista en negocios internacionales, las inversiones que se concretaron durante el primer gobierno de Lula estuvieron basadas en condiciones macroeconómicas de la Argentina distintas. “Hoy el escenario local hace que no podamos prever niveles de inversión de ese tipo. Mientras haya atraso cambiario no son convenientes las inversiones en moneda extranjera”, sentencia. Asimismo, el analista sostiene que como consecuencia de las elecciones las empresas estarán en modo wait and see, dependiendo de qué políticas puede llegar a aplicar el próximo gobierno. “Todavía está poco claro quién podría prevalecer en las PASO. Y además no está claro cuál sería la agenda de gobierno del que gane”, aclara sobre el grado de incertidumbre que se observa. El analista internacional
Gustavo Segré coincide y opina que las expectativas de inversiones en esta nueva etapa de gobierno de Lula son bajas. “Para que haya inversiones no depende solamente de la voluntad de un presidente, sino del ambiente de negocios del país receptor. Y no hay ninguna perspectiva de que la Argentina sea atractivo para inversiones del exterior”, suma. De todas maneras, Segré enumera algunos rubros en los que podrían verse algunos desembolsos, como el del turismo y de las empresas vinculadas
Noviembre 2022 que se complementan en la producción, como las compañías que tienen una actividad industrial en Brasil y que tienen insumos que puedan ser comprados desde la Argentina.
¿Y el Mercosur?
Jair Bolsonaro, el presidente saliente de Brasil, mantuvo una postura muy crítica ante el Mercosur durante su gobierno, con claras intenciones de romper el bloque. Ahora, Lula muestra una mirada opuesta, pero la coyuntura económica podría impulsarlo a promover políticas de internacionalización de todo el Mercosur. En este sentido, el politólogo Andrés Malamud cree que la postura de Lula se diferenciará de la de Bolsonaro solo en lo dialéctico. “Habrá palabras más suaves y hechos igual de distantes. La importancia del bloque para los socios se redujo drásticamente en las últimas dos décadas, a partir de la emergencia china”, sostiene. “Lula quiere recomponer el Mercosur con Brasil como líder en la región, pero al mismo tiempo busca recomponer la relación con el mundo”, dice Elizondo. “El principal adversario del Mercosur es la Argentina, que le pone límites a las exportaciones, a las importaciones, a los pagos en divisas extranjeras, tiene un tipo de cambio diferencial, entre otros factores. Por lo tanto, no depende solo de lo que haga Lula sino también de lo que haga la Argentina”, critica el consultor. Florencia Lippo
La postura de Lula respecto al Mercosur se diferenciará solo en lo dialéctico.