Camisetas se buscan
El Mundial es una vidriera, pero en las tiendas argentinas podría no verse un gran stock de casacas extranjeras por demoras en las importaciones y problemas de las marcas en su cadena de suministro.
Treinta y dos selecciones de fútbol irán por la gloria a partir del 20 de noviembre. Países enteros, hinchas neutrales y jugadores vivirán pendientes de los resultados y goles durante esos tan esperados 28 días. Y aún más interesados estarán las nueve empresas que se encargarán de vestir a los equipos porque, según en qué lugar del palo pegue la pelota, puede definir millones de unidades en ventas o stock que habrá que liquidar. Sin embargo, las compañías hoy también sienten el impacto de las restricciones en su cadena de suministros que podría limitar la disponibilidad de casacas en todo el mundo. A esto se le suma el factor argentino para importar porque solo la Albiceleste se fabrica en el país.
“Debería haber más stock del que se ve”, asegura un ejecutivo de una cadena de retail deportiva. El calendario indica que falta menos de un mes para el inicio de la Copa del Mundo y, por el momento, en algunas de las principales tiendas del rubro la única camiseta actual visible es la de Argentina. “Hay poca representación de todas las marcas por ahora en cuanto a otras selecciones. Entiendo que es por demoras en el ingreso de mercadería”, comenta un empresario que conoce de cerca el negocio.
Tres marcas concentran el grueso de los sponsor técnicos – en este caso más del 80 por ciento – desde Francia 1998: Nike (13 equipos), Adidas (7) y Puma (6). La firma alemana de las tres tiras se lleva todos los flashes como encargada de diseñar la camiseta que usará Lionel Messi y el resto de los convocados en Qatar 2022. A principios de julio presentaron el nuevo modelo que lucirá el equipo durante el torneo y rápidamente agotó stock. Un mes después salió la camiseta alternativa que, en este caso, no será azul, sino que tendrá detalles morados en referencia al color identificado con la igualdad de género.
La fabricación de la camiseta está a cargo de RA Intertrading, en su planta en Villa Lugano. “Hoy está trabajando a full, hay mucha demanda”, aseguran. El primer boom se dio durante el lan
zamiento y el próximo, esperan, se produciría en las semanas previas al debut mundialista. “Los inventarios hoy vienen por detrás de la demanda. Hay un cuello de botella en producción porque se vende mucho, un tema de supply en los talleres y también por falta de personal calificado”, analiza un ejecutivo que conoce el día a día tanto del retail como de las marcas.
Pero para Adidas el negocio está en aprovechar ese boom y promocionar el resto de su línea, que incluye desde la ropa de entrenamiento hasta el gorro piluso oficial. “Igual en la venta van a influir varias cosas, como, por ejemplo, cómo te va en el torneo. La camiseta anterior no se vendía, incluso la criticaban por el diseño y después de la Copa América se agotó. El mejor marketing es que la pelota entre”, afirman desde la etiqueta alemana.
Camisetas que hablan
Entre agosto y septiembre buena parte de las federaciones de fútbol presentaron la vestimenta nueva que utilizarán para el Mundial. Varios diseños, como el caso de la alternativa de Argentina, incluyeron un mensaje. Por caso, Kappa plasmó en la casaca de Túnez un patrón inspirado en una antigua coraza guerrera utilizada por las tropas del general cartaginés Aníbal. En tanto, la camiseta de Dinamarca será monocromática y sin detalles en sus tres versiones (roja, blanca y negra). Desde Hummel, la marca encargada de sponsorear al seleccionado, explicaron que se trataba de un homenaje al uniforme utilizado en la Eurocopa de 1992, en la que los daneses fueron campeones, y también una “protesta contra Qatar y sus antecedentes en derechos humanos”. “No queremos ser visibles durante un torneo que ha costado miles de vidas”, publicó Hummel en sus redes.
Un caso curioso es el de Canadá, que volverá a participar de una Copa del Mundo luego de 36 años y no tendrá uniforme nuevo para tal ocasión. Según detalló The Athletic, el proceso de diseño, creación y lanzamiento en tienda tarda entre 18 y 24 meses y en aquel entonces el equipo recién estaba en pleno ascenso en la clasificación de Concacaf. “Eso muestra que nadie creía en nosotros”, le aseguró a ese medio Sam
Adekugbe, defensor canadiense.
Para los amantes del fútbol no solo es una oportunidad para mirar partidos sin parar, sino que también es una vidriera de camisetas para mirar diseños, tramas y estilos. Pero después, cuando vayan a buscarlas en la tienda, podrían no encontrarlas porque las marcas no tienen en sus planes traer al país un