Un año para recordar
Prácticamente cuando esta revista estaba ingresando a imprenta, el Tribunal Oral Federal 2 condenó a Cristina Fernández de Kirchner a seis años de prisión por administración fraudulenta y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. La noticia fue uno de esos episodios que son auténticos game changers. Más allá de la reacción inicial de la condenada (“No voy a ser candidata a nada, ni a presidenta, ni a senadora; mi nombre no va a estar en ninguna boleta”), la imprevisibilidad de derivaciones que abre la sentencia suma muchísima más incertidumbre a un 2023 para el que los más optimistas ya pronosticaban un escenario, de máxima, similar al de 2022. Y, se sabe, el año que se cierra no fue, precisamente, una panacea.
En diciembre de 2021, el Gobierno, presionado por la pérdida de reservas, apuraba un acuerdo con el FMI. Lo logró en marzo. A fin de 2022, tras muchos cuestionamientos (internos), recibió el visto bueno de un Fondo más propenso a hacer la vista gorda y mantener cerrada la caja de Pandora, con el giro de los US$ 6200 millones que el país necesita para el último pago del año. En el medio, por supuesto, pasó de todo: “revoleo de ministros”, endurecimiento del cepo, ampliación de la brecha y una aceleración inflacionaria –el año comenzó con pronósticos del 50 por ciento; finaliza con resignación a los tres dígitos, proyectados ahora también a 2023– que ya impacta en el nivel de actividad, golpeado como nunca por la falta de insumos, que llevó a muchas empresas a la situación crítica de interrumpir producción o hacer lo inimaginable para evitarlo. La perspectiva no es la mejor. La incertidumbre propia de año electoral está potenciada por la volatilidad que prima en la política. A eso, se suman otras nubes negras. Se ansía el Gasoducto Néstor Kirchner, previsto para junio. Compensaría la balanza energética. Vital, sobre todo, cuando la perspectiva de ingreso de divisas no es la mejor. El 70 por ciento de los productores agropecuarios cree que 2023 será peor que 2022, relevó la Universidad Austral. Fundamentalmente, por la sequía. Según el sector, ya se perdió la mitad de la cosecha de trigo y se siembran muchísimas dudas sobre maíz y soja. Se calcula una merma de US$ 15.000 millones a precios de hoy. La Argentina todavía sufre la resaca del "Plan Platita" (ediciones 2020-2021) y, difícilmente, las elecciones sean un estímulo para continuar el reordenamiento fiscal que encaró el Ministro deeconomía. Las dudas en las renovaciones de deuda en pesos son señal de esa presunción. Se habla de un año para el olvido cuando el 31 de diciembre se alzan copas para celebrar el fin de 12 meses negativos. En este caso, 2022 deberá ser un año para recordar: para no insistir en errores cuya repetición sólo magnificarán sus consecuencias.