Diseñadora de crecimiento
Llegó de Italia en plena crisis del 2001 y nunca más dejó el país. Como especialista en diseño organizacional, la ejecutiva ayudó a crecer a empresas como Tenaris, PAE y ahora, como número uno, a Arredo.
Su acento la delata. Sin embargo, si bien nació y estudió en Milán, Silvana Bergonzi hizo casi toda su carrera profesional en la Argentina, país del que se enamoró incluso antes de recibirse de administradora de empresas en su tierra natal.
Desde chica supo que quería hacer una carrera internacional y visitó por primera vez el país para aprender español. Pero en 2001 estaba de vuelta tras ganarse una beca de seis meses. “Un año particular para estudiar economía”, reconoce Bergonzi, que empezaba a construir su relación con la Argentina.
Fue así que inició otra práctica en el Consulado Argentino en Milán donde asistió a una conferencia en la que exponían economistas como Gianfelice Rocca –hermano de Paolo, CEO de Techint- sobre la salida de la convertibilidad. “Dijo que estaba bien hacer una análisis de qué pasó, pero especialmente teniendo en cuenta que fue un momento en el que en la Argentina se había quebrado el tejido social, la confianza en las instituciones y en el futuro. De ahí que las empresas tenían la responsabilidad de volver a reconstruir ese tejido y ayudar a la comunidad de salir adelante”, recuerda la italiana.
Con 22 años, el approach del empresario de origen italiano impresionó a la pasante que, sin saber quién era el orador, se acercó a él para hacerle algunas preguntas. No sabía que con este gesto comenzaba su carrera profesional. “Me contó que habían quintuplicado la inversión en desarrollo social y me dio una tarjeta”, agregó Bergonzi.
Siete meses después, la italiana entraba al Grupo Techint para hacer una experiencia en Desarrollo Social en Siderca, en Campana. “La idea era quedarme tres meses y escribir la
tesis sobre ellos y después volver a Italia, pero me quedé un año. Volví para recibirme en Italia con la tesis casi escrita y me hacen la propuesta de volver”, cuenta con una memoria prodigiosa la hoy número uno.
“Con Paolo me reunía todos los meses porque hacía un seguimiento muy minucioso de lo que invertíamos en desarrollo social. Había mucha consistencia entre lo que decían y lo que realmente se hacía y ese valor lo aprendí allí, al igual que el mirar más allá de la rentabilidad de una empresa y siempre con una mirada a largo plazo”, resalta Bergonzi, quien estuvo en Tenaris hasta 2011, luego de trabajar los últimos años en Planificación estratégica. “Estaba en reuniones con Paolo Rocca y su primera línea hablando de la visión y la estrategia de la compañía a 20 años. Fue como hacer una MBA en vivo y en directo. Si bien mi rol era de staff escuchaba cómo pensaban, cómo tomaban decisiones. Techint es una escuela de gestión, no hay nada dejado al azar, todo está analizado, planificado”, sintetiza la líder de Arredo.
En 2011, la ejecutiva cruza la Avenida Alem para hacerse cargo de diseñar la organización y preparar a PAE para la fusión con Axion, hecho que finalmente sucedió seis años después. “Esto me dio la posibilidad de trabajar con consultoras de primerísimo nivel en temas de estrategias, organización, procesos…”, señala la líder, que en la empresa energética trabajó seis años primero como gerente de Desarrollo Organizacional y luego como gerente de Talento. En plena licencia por maternidad –hoy su hijo, Joaquín, tiene 7 años- llegó la llamada de Arredo.
Si bien ella conocía la marca y reconocía una propuesta distinta en sus jardines verticales, en sus campañas y en la morfología de sus locales, no conocía a José Sasson y sus cuatro hijos varones, la familia fundadora de Arredo. “Tengo que admitir que pensé que era una marca internacional”, reconoce su actual CEO, quien se sintió atraída por el proyecto que tenía la empresa nacional.
La propuesta de los Sasson, que ya venían trabajando con un consultor fue: ‘Necesitamos una persona que nos ayude a diseñar la organización para crecer’.
Y el mensaje que dieron a Bergonzi fue el indicado. “Me gusta el desafío de ayudar a las empresas a crecer”, dice la especialista. De hecho, era lo que había hecho también en Techint y PAE. “En las tres entré cuando pegaron el estirón”, señala. Mientras en el Grupo Techint ingresó cuando se lanzaba la marca Tenaris para empezar su globalización, en PAE entró con el objetivo de la internacionalización y la fusión con Axion.
Sin embargo, el primer año en Arredo fue “vertiginoso”, como ella misma lo califica. “Fue difícil porque no tenía los anclajes a los que estaba acostumbrada: los sistemas, los procesos, la gestión y el presupuesto era claramente más reducido”.
Al roadmap de la transformación de Arredo, Bergonzi lo dividió en dos etapas de tres años cada una: la primera marcada por un fuerte trabajo para adentro y de construir las capacidades para poder escalar: los sistemas de gestión, la planificación de corto, mediano y largo plazo, sistema de budget y control de gestión, integrar de mejor manera la planificación de producto con la planificación comercial, empezar a trabajar con objetivos en cada función.
Y cuando tenían que arrancar la segunda etapa de tres años, Sebastián Sassón -anterior CEO e hijo de José-, le ofreció ser Chief of staff, ser un brazo derecho de apoyo operativo para el seguimiento de las iniciativas estratégicas. “Eso fue en marzo de 2020 con lo cual mi primera decisión fue declarar el Comité de crisis y armar el protocolo”, recuerda.
En el segundo ciclo, que comenzó luego de la pandemia, hicieron el primer ejercicio de planificación estratégica de lago plazo. “Es decir, ver las ambiciones y sueños que tenía la familia y planificar cómo llevarlos adelante como CEO de la organización”, describe Bergonzi, quien debe articular los muy diversos perfiles de los miembros del directorio.
Así el objetivo del primer ciclo, además del intenso trabajo hacia adentro, fue consolidar ese posicionamiento de marca en su percepción de producto, de calidad y en trayectoria; y “empezar a contar todo lo demás que hacemos, como por ejemplo, la constante búsqueda de formas más sustentables de producir”.
El segundo desafío puso foco en la diversificación de la propuesta de valor y en la regionalización. “Ya venimos incorporando más productos y la idea es profundizar. Al dormitorio se agregó el baño, luego la cocina y el living y hoy estamos tra
“Me gusta el desafío de ayudar a las empresas a crecer”