Vidriera de tendencias
La 13° edición de la Feria Puro Diseño reunió a 350 expositores que apuntaron a objetos de autor cotidianos. La fuerte presencia de diseñadores gráficos. Los destacados.
En esta edición de la Feria Puro Diseño predominó una escala más acotada. Objetos más pequeños, quizás más comerciales, dominaron la escena. La tendencia refleja que la industria del diseño ya está lo suficientemente aceitada como para apostar a las ventas, más que a las novedades. Y la feria, en su edición número 13, se convirtió en una interesante vidriera multi autor que permitió superar su función original de plataforma de lanzamiento.
Ya afianzados dentro del circuito, los diseñadores apostaron a la reinterpretación de materiales y el reuso, en tren de reforzar la línea ecosustentable que ya es un clásico de la expo. Sobre todo, en el armado de stands. Pallets, cajones de verdura, envases de shampoo, tubos de cartón y descartes textiles fueron algunos de los materiales elegidos. Uno de los sponsors más importantes, Pony, eligió la chapa acanalada para ambientar el stand. “Se pueden realizar propuestas interesantes, en un línea industrial y urbana de bajo presupuesto”, explica Andrés Gotelli, diseñador. “Es un avance de los expositores, que empiezan a trabajar el concepto de marca integrada, más allá del producto”, señala Marcela Molinari, directora de Contenidos de la feria, que
EN EL ARMADO DE STANDS SE REPLICO EL USO DE MATERIALES DE DESCARTE
también incluyó workshops, rondas de negocios, talleres y charlas con diseñadores destacados.
Con cámaras neumáticas como materia prima, la diseñadora Gabriela Horvat presentó la línea Tita, una familia de accesorios y cestos que define como “un proyecto social cuyo modelo nos gustaría replicar en distintas provincias y que se construye sobre cuatro pilares: concientizar, colaborar, actuar y reutilizar”. Uno de sus collares, fuera de escala, forma parte de la sección Conexiones inéditas, donde diseñadores seleccionados presentan piezas especialmente realizadas para la feria. Las luminarias Volta, en aluminio, y Corchetes, en corcho, también integran esta propuesta.
La firma Modesta propuso una vuelta de tuerca al reuso de bolsas plásticas para realizar bolsas de autor. Por superposición, presión y sellado, las diseñadoras gráficas Paula Ckrou y Emiliana Carricondo logran un collage de formas y colores que brinda una solución de corte artístico al problema de las bolsas descartadas. “Utilizamos entre 50 y 100 bolsas de colores para fabricar cada bolsa, que es única”, explican las diseñado-
ras, que integran el programa Incuba, del CMD.
En tanto, el arquitecto Gabriel Zamboni diseñó luminarias y bancos a partir del descarte de cartón prensado y tirantes de pinotea. “Desarrollé una matriz para optimizar los elementos residuales a través del corte y la unión de las partes, que también trasladaré al mobiliario urbano”, señala Zamboni.
De la gráfica a la feria
Los diseñadores gráficos duplicaron su presencia en esta edición. Volcados a la producción de objetos, se destacaron los puzzles tri- dimensionales, memotest y tangrams de Juegos del Caracol, de la mano de Paula Spritz. “Investigamos la historia de las máscaras en distintas culturas para crear 8 variantes, con piezas intercambiables y una máscara blanca para dibujar. Además, presentamos un kit de papeles para armar origamis y tarjetas con instrucciones para aprender las técnicas básicas”, dice Spritz.
Los sellos de madera de Ponte Rey, otra perlita. “Buscamos materiales nobles, cuya calidad, calidez y estética generen visualmente un objeto bello, más allá de su funcionalidad”, dicen Natalia Rey y Jéssica Ponte, que usan madera torneada y encerada.
De la gráfica a las luminarias, Paula Visconti presentó una familia de lámparas de hilo de algodón y seda natural, bajo el nombre de Hilaria. Y Soledad Silva, otra diseñadora gráfica, convocó a ilustradores reconocidos para darle color a los sets materos vinílicos. “Hacer lindo lo cotidiano”, rezaba el stand de Go Deco.
La frase resume la multicromática paleta de objetos que convivió en la feria, donde la consigna fue “Conectate con el diseño”. Lo cotidiano, en este sentido, marcó el rumbo. Y puso el foco en pequeños objetos, de corte único, lograda estética y funcionalidad.