Palermo, no tan verde ni tan público

El autor desmenuza el proyecto ganador del concurso para urbanizar la playa ferroviaria de Palermo y quiere que apunte a la igualdad social.

En una nota del 15.03.13, publicada en la sección Ciudad de este diario, se destaca que el proyecto ganador del concurso para urbanizar las playas ferroviarias en la zona de Palermo propone destinar un 75% de superficie para un parque lineal paralelo a Juan B. Justo. Sin embargo, algunas de las afirmaciones que allí se hacen requieren precisiones. La nota, firmada por Berto González Montaner, se centra en el proyecto ganador y no en la normativa marco en que tal emprendimiento se inserta, es decir, la ley N º 4477/2012 del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que desafecta del distrito de zonificación Urbanización Futura ( UF) a la ex playa ferroviaria de Palermo, propiedad del Estado Nacional. Ese es el instrumento normativo vigente que define las orientaciones que efectivamente deberán cumplirse en los predios a urbanizar, más allá de la voluntad de los proyectistas. Si bien el proyecto que obtuvo el primer premio ( de los arqs. Mario Boscoboinik y Jorge Iribar- ne) señala que el 75% de la superficie será para espacio público, esto no significa que ese espacio sea necesariamente espacio verde. Como se explicita en el mismo proyecto, tal 75% incluye sí parque, pero por supuesto también veredas y calles. Así, la cantidad final de espacio verde será menor, a contramano de lo que demandan vecinos, ong´s, partidos políticos y diversos técnicos. Como si esto fuera poco, ese 75% de espacio público se alcanza considerando superficie ajena a la incluida en las bases del concurso. Por otra parte, el proyecto ganador fue objetado por la propia ANSES, puesto que uno de sus autores es el Jefe de Inspectores de Obra del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Aún peor es la situación del shopping que está construyendo la empresa IRSA en el lugar. Re- cordemos que esa construcción se inició de manera clandestina con una autorización sui generis, a la que sin lugar a dudas podemos calificar de ilegal y fuera de todo procedimiento administrativo vigente para cualquier inicio de obra en la ciudad; y el dato no menor que entre la primera y segunda lectura de la ley que habilita el concurso sancionada a fines de 2012, misteriosamente fue incorporado ese predio al Anexo del Proyecto, mediante la presentación de una nota entre gallos y medianoche cuando la totalidad de los interesados que intervinieron en las audiencias públicas se manifestaron en contra del mismo. Para concluir, el autor de la nota se pregunta: ¿ quiénes serán los usuarios del parque? Si bien la escala, accesibilidad y conectividad del futuro parque son relevantes respecto de la función que tendrá, queda en suspenso una cuestión más relevante desde una perspectiva atenta a ampliar la igualdad social y urbana en la ciudad: ¿ quiénes serán los destinatarios sociales de las viviendas? Coincido en que estos pocos terrenos vacantes que aún quedan son oportunidades únicas y excepcionales para crear los equipamientos y espacios verdes que le faltan a la Ciudad. Pero agrego: ¿No constituyen asimismo oportunidades únicas para promover participación ciudadana en lo que refiere al destino de estas tierras? ¿No constituye un error obviar todas las sugerencias que los vecinos han realizado en audiencias públicas? ¿No se trata de oportunidades únicas para promover la mezcla social insertando en el área, por ejemplo, a estudiantes universitarios con precios de alquiler acordes a su situación? ¿No constituye una oportunidad privilegiada para que el Estado, mediante instrumentos de gestión idóneos, recupere parte de la valorización que el mismo genera al insertar estas tierras en el mercado? ¿Predominará esta orientación o, por el contrario, se centrará en el objetivo de“optimizar la explotación comercial de inmuebles”? En este último caso, y en criollo, esto se llama: neoliberalismo urbano.