HIGH-TECH PERO NATURAL
La cocina de Angélica Campi tiene la última tecnología, y también una huerta. Por el placer de cocinar.
Desde sus colores remite a lo orgánico: gris grafito, verde musgo, amarillos, tierras. Pero también, como define su creadora, es “una máquina tecnológica para cocinar”. En estos espacios, actualmente podemos encontrar heladeras conectadas a Internet, hornos eléctricos y anafes con programación remota, iluminación con leds dimerizables y, materiales convenientes y de mantenimiento casi nulo. La domótica, además, permite que en la cocina podamos concentrarnos en los sabores, los aromas, la preparación manual y la selección de los ingredientes naturales y las especias. “Para ello armamos dos nichos para colocar hierbas aromáticas o vegetales como lechugas o tomate cherry, alimentos que una persona desearía tener en su cocina para utilizarlas directamente a la hora de preparar la comida”, detalla la arquitecta.
El uso de los colores es otra de las características salientes de este espacio. “Negro o gris grafito y revestimiento Viio en la pared y también en los frentes de los muebles, donde se reflejan la madera del piso y el tono vibrante utilizado en el cielo raso”, describe Campi.
¿Qué clase de cocina es ésta? Es una cocina híbrida, tecno- naturalista. Una cocina en la que conviven los materiales más contemporáneos con los recipientes de especias con los más variados ingredientes naturales en el clima necesario como para que cocinar sea una actividad placentera apoyada en la tecnología más actual.
En el espacio propuesto este carácter híbrido no está solamente en los materiales usados para la construcción de la cocina, una delgada pero resistente lámina de Caesarstone Piatra grey, que contiene el anafe o en el uso del vidrio Viio Coverglass mist gris como revestimiento de los muebles, sino en el acompañamiento de un piso de madera de terminación rústica (Indusparquet línea antiquity rústico color Petroba Mica), que luego se levanta en los muros.
Las banquetas, el frutero y los candelabros de Patricia Lascano suman sofisticación, lo mismo que las luminarias, del sistema Cavias, de Martín Wolfson y Martín Freijo.