La puerta de ingreso del Norte porteño
El proyecto aprovecha la posibilidad que genera el código en este distrito (C31) a través de una propuesta que contribuye a atraer habitantes a Buenos Aires. El partido propuesto genera una verdadera sinergia entre arquitectura y ciudad a partir de una serie de conceptos.
El área del terreno 4.759 m2 representa el 55 % de la superficie de la manzana. Con el fin de no generar un vacío y ruptura del tejido, el proyecto propone el completamiento del zócalo urbano de la avenida Cabildo mediante un área comercial de 1.443 m2 que recompone la línea oficial característica del espacio urbano de este importante eje Norte-sur de la ciudad. De igual modo, las áreas de servicio se materializan en un pequeño edificio de 201 m2 de planta, recostado en la medianera, perpendicular a la calle Pico, conformando esta oportunidad un completamiento a modo de semiperímetro que rectifica y recompone la geometría del terreno.
En la torre se desarrollan los 17.429 m2 restantes del FOT total de la parcela, en 29 plantas. La planta baja libre permite oxigenar el tejido liberando 2.900 m2 de terreno (60% del total). Esta superficie se destinar a una gran plaza y amenidades que, si bien serán de uso privado, permiten, dada la localización de la torre (lado mayor paralelo al eje Norte-sur) generar una transparencia y comunicación visual desde la calle Pico, de escala similar a las de un espacio verde público.
El arranque de la torre, a 10,17 metros de altura, refuerza esta idea, a la vez que hace desaparecer virtualmente el volumen edificado de la escala peatonal .
El desarrollo formal se sustenta en la desarticulación virtual de la torre. Este concepto se desarrolla a partir de pequeñas variaciones en las plantas tipo. En lugar de ensamblar figuras geométricas rígidas, la torre propone la introducción al espacio de elementos maleables, balcones, en un juego dinámico de adaptación contextual a la ciudad que lo expresa de manera espontánea.
El diseño de las fachadas fue desarrollado con tratamientos diferenciados en cuanto a su grado de apertura o relación llenos vacíos, en especial las caras este y oeste. Por otro lado, la generación de espacios verdes en planta baja y todas las cubiertas, incluidas las del local comercial, permitió recuperar con vegetación casi la totalidad del predio. Respetando estos espacios, las cocheras se ubicaron en el de subsuelo, triplicando la cantidad solicitada por código.