EN ROSARIO, CON IMPRONTA VERDE
Estudio Obring. Proyectan tres edificios distintos, pero con fuerte relación con el entorno.
En la ciudad de Rosario y en un radio de 15 cuadras, el estudio Obring proyectó tres desarrollos inmobiliarios de diferente escala pero concebidos bajo una misma premisa: generar espacios habitables que mantengan una fuerte relación con su entorno. Las tres situaciones de implantación son bien diferentes: un pequeño lote en esquina, un terreno entre medianeras a metros del Río Paraná, y una gran esquina frente a un parque en un barrio histórico de la ciudad.
Según explica el arquitecto Pablo Gagliardo -titular de Obring-, “utilizamos un mismo concepto para desarrollar cada uno de nuestros emprendimientos a partir del concepto ‘verde-entorno-hombre’, aplicándolo a la vivienda, al edificio y su contexto inmediato y no tan inmediato, dependiendo de la escala”. Una de las estrategias es el uso del hormigón armado, ya que es un material de noble envejecimiento que permite generar espacios sin elementos estructurales limitantes, otorgando gran flexibilidad a las plantas y ofreciendo continuidad entre el interior y el exterior. Pueyrredón 1101 Se trata de un edificio residencial apto para uso profesional, en la intersección de dos calles arboladas y transitadas, a metros de las principales avenidas y centros universitarios. El terreno en esquina de orientación norte-oeste y las reglamentaciones municipales permiten la ocupación total del lote, ventilando todos los locales hacia ambos frentes.
“Su estructura permite un juego de vacíos y llenos -explica Gagliardo-, generando dobles alturas y visuales cruzadas que, además de permitir grandes balcones arbolados en doble altura, privilegia la calidad e iluminación natural de los interiores”.
Se proyecta un ingreso en doble altura, como una continuación de la vereda pública con abundante vegetación y un bicicletero, generando el acceso a través de una gran plaza interior. Este espacio funciona como fuelle entre la vida pública y la vida privada, otorgando permeabilidad y conectividad urbana a través de su continuidad espacial y visual.
La obra alterna tres distintas tipologías por piso, donde la principal premisa es la espacialidad y continuidad de los interiores, con núcleos húmedos que conforman una pieza común encastrada en el sector central de la planta para liberar el espacio de uso interior. Moreno 40 bis Este edificio residencial se desarrolla entre medianeras, abriéndose al Norte junto a un complejo de viviendas bajas. Según explica Gagliardo, “el edificio se apoya al Sur sobre otro vecino de once niveles -la altura máxima permitida sobre línea de edificaciónigualando su altura con un primer volumen. A partir de ahí se generan otros dos volúmenes retirados de cinco pisos cada uno, llegando a ocupar todo el ancho del terreno pero retirado de la calle”.
Según el titular de Obring, el estudio desarrolla sus obras a partir del concepto “verde-entornohombre”, con fuerte acento en el contexto.
Así se genera un patio abierto al frente que ofrece una mejor apertura al ingreso, creando un espacio arbolado integrado al barrio con expansiones verdes y locales comerciales que configuran una nueva esquina urbana. En los retranqueos de estos volúmenes se generan terrazas verdes ubicadas en diferentes niveles.
El edificio se caracteriza por sus distintas tipologías, semipisos y pisos con terrazas-balcón. Además, el 35 % de la superficie total del terreno está destinada a terrazas verdes. Costavía Como producto de un convenio urbanístico para la construcción de torres sobre el frente costero de Pichincha, el proyecto está emplazado en la intersección de la Avenida Rivadavia y la calle Rodríguez, en un borde del tejido urbano frente al parque y el río. El complejo interviene en el barrio, adaptándose a sus escalas y necesidades, proponiendo un conjunto de tres torres de 25 pisos y un basamento de menor escala.
En la planta baja se proyecta una plaza pública a cielo abierto con equipamiento urbano y comercios, con una calle compartida donde conviven peatones, bicicletas y el paso circunstancial de motos y automóviles.
El diseño de esta plaza determina su vida urbana creando un paseo arbolado con locales comerciales, expansiones, propuestas gastronómicas y recreativas, y lugares de encuentro social.