Diseño cordobés premiado.
Entre los galardonados en el prestigioso Premio que promueve la cámara de fabricantes de muebles de Brasil se encuentra una biblioteca funcional ideada por dos diseñadores argentinos.
El estudio En Bruto recibió una de las distinciones más importantes de Movelsul.
El Premio Salão Design destaca la calidad del diseño de producto y se ha constituido como uno de los galardones más prestigiosos de América Latina. Su edición número 22 marca los 30 años del proyecto impulsado por Sindmóveis Bento Gonçalves.
La biblioteca diseñada por los cordobeses Marcela Coppari y Agustín Barrionuevo fue el único producto argentino distinguido en esta edición del premio. El jurado destacó el sistema constructivo inteligente, de fácil comprensión y utilización por parte del usuario.
En el marco de la feria Movelsul 2018, una de las más importantes del sector del mueble en Brasil (12 al 15 de marzo), se entregaron 12 premios en las categorías Estudiantes, Profesionales e Industria, además de tres Menciones de honor, el Premio Maderas Alternativas y el Trofeo Profesor Orientador (ver Todos... pág. 15). En esta edición se presentaron 629 proyectos que mostraron tipologías diferentes de productos, nuevas posibilidades de uso y piezas con distintas aplicaciones. La mayor parte ellos pertenecen a diseñadores de Argentina, Brasil y Uruguay.
El jurado estableció a los ganadores de cada categoría y seleccionó además tres premios especiales. La biblioteca Latorna, del estudio cordobés En Bruto, fue el único producto argentino distinguido (mereció el segundo “Super Premio”). En el cóctel de premiació, Marcela y Agustín contaron a ARQ la génesis del proyecto: “Partimos de las limitaciones de logística para desarrollar la biblioteca. Latorna debía ser fácilmente transportable para viajar al Salón de Milán en el envío argentino en 2016. Quisimos evitar los problemas que tuvimos con el Sillón Cuenco cuando fue seleccionado en el Salão Design en 2011”. Ahora, la biblioteca viajó desarmada en una caja compacta de cartón (de 60x40x18 cm), el mismo packaging que recibe el compra-
Latorna se personaliza desde la disposición de sus partes y puede crecer agregando kits de estantes, columnas, terminales y pernos. Para el jurado, hubo diversidad de productos y un reflejo social: “el tamaño de las cosas da cuenta de que las casas ahora son más chicas”.
dor del producto via on line.
También investigaron la materialidad para restringir el peso, buscando maderas livianas que pudieran resolver la estructura con un mismo material y simplificar la producción. “Eligimos la madera de Guayaibi, que se usa para fabricar bates de béisbol por lo que es muy liviana y resistente”, explica Agustín.
Latorna se estructura con pocos elementos y pesa solo 14 kilos. Las columnas de madera maciza torneada están vinculadas con pernos roscados que sujetan los estantes de placa fenólica con revestimiento plástico que, con sus perforaciones moduladas, permiten la ubicación aleatoria de las columnas y las piezas terminales. Estas últimas funcionan como cierre, fijación y encastre, permiten, a su vez, contener diferentes elementos, pequeños objetos.
La biblioteca se personaliza desde la disposición de sus partes y tiene la posibilidad de crecer agregando kits. Cada uno está compuesto por 8 estantes, 24 columnas, 24 terminales y 36 pernos de encastre.
El 1° Súper Premio fue para la Luminaria Costurera, una creación del arquitecto André Ferri (de Belo Horizonte), quien ya cuenta con dos distinción en el concurso. El producto fue valorado por su simplicidad y armonía, y el concepto de equilibrio funcional de dos elementos de metal y madera. El jurado destacó la calidad del acabado (realizado por el propio diseñador, que es también carpintero) y su artesanía.
La colección de mobiliario Linha Zina se alzó con el 3° Súper Premio. El diseño de Studio Zanini (de Río de Janeiro) combina la madera, metal y textil en una línea “coherente que sorprende con su ergonomía, con piezas que conversan entre sí de forma armoniosa, alcanzando diversos nichos de mercado”, expresó el jurado.
Talento latinoamericano
En su trayectoria, el premio ha tenido 14.213 proyectos inscriptos. La idea surgió en 1988, un momento crucial para la industria del mobiliario brasileña ya que enfrentaba una crisis económica. En ese contexto, los industriales reconocieron en el diseño una oportunidad para diferenciarse y estimular el consumo de muebles.
“En esos 30 años, creamos un ambiente de genuino intercambio entre los concurrentes, la organización y la comisión juzgadora. Muchos de los principales nombres del diseño brasileño de la actualidad fueron revelados a partir del premio, que extiende su alcance también para América Latina”, destacó Eduardo Nuncio, director del Salão Design.
El jurado estuvo integrado por los diseñadores brasileños Brunno Jahara, Bruno Faucz, Leticia Grisa y Nicole Tomazi, más Salvatore Figliuzzi de Alemania.
“El Salão Design es una herramienta de fomento del diálogo necesario entre los diseñadores y la industria. La presentación de los proyectos es cada vez más profesional y con mayor calidad técnica. Es un momento de celebración”, expresó Nicole Tomazi en la ceremonia de premiación. Por su parte, Bruno Faucz enfatizó que el rol del diseño como una herramienta comercial, y ponderó los proyectos premiados: “Son productos pensados para el mercado”.
En el mismo sentido, Tomazi acotó: “Me alegro que los diseñadores no hayan presentado solo sillas y poltronas. Hubo diversidad de productos y un reflejo social: el tamaño de las cosas da cuenta de que las casas ahora son más chicas”.
Esta iniciativa revela al diseño como una disciplina que va mucho más allá del hecho estético: “Es una herramienta virtuosa para solucionar los problemas, funciona como un reflejo social, da cuenta de los cambios al tiempo que sistematiza las transformaciones”, resume el Tomazi en el catálogo del salón.