LA PROFESIÓN COMO TRADICIÓN DE FAMILIA
Máximo Murrone (21 años) acompañaba a su abuelo a las obras: “Siempre me atrajo la idea de transformar un terreno o una construcción castigada por el tiempo en un espacio totalmente nuevo”, cuenta. Y sostiene que al diseñar se conoce como persona y aprende a reinventarse constantemente. Mientras cursa su carrera, sigue atentamente estudios contemporáneos como BIG: “en cada proyecto buscan innovar desde un campo diferente al anterior, persiguiendo una arquitectura siempre conceptual y completa”, opina. También admira la trayectoria de arquitectos como Herzog & de Meuron por sus obras icónicas que dejan su marca en la historia “defendiendo siempre la postura de una arquitectura que hable de su tiempo”. Actualmente tiene un emprendimiento personal, Mmzoom arquitectura, dedicado a realizar renders. Construyendo con Mis Ladrillos y de la mano de su papá, Franco Vidal (21) se inició en la arquitectura. “Me gusta poder dar forma y sentido a un espacio, diseñar las diferentes posibilidades de disfrutarlo, destaca. Para ir entrando en calor, Franco ayuda en el relevamiento y confección de documentación de obra. “En el futuro, me imagino llevando adelante la empresa desarrolladora que un día logró crear mi padre, aplicando mis conocimientos a la diversidad de futuros proyectos”, comparte.